La magia de la 'madre canguro' capaz de salvar vidas

Cada año, nacen en el mundo unos 15 millones de bebés prematuros, con menos de 37 semanas completas de gestación, y más de un millón mueren poco después de su nacimiento. Pero esas cifras no incluyen a muchos otros pequeños que, por el mismo motivo, sufren algún tipo de discapacidad física, neurológica o educativa a lo largo de su vida por haber nacido con tanta anticipación, según indica el estudio de Acción Global sobre Nacimientos Prematuros, realizado por más de cien expertos de organizaciones a nivel mundial, entre ellas la OMS. Aunque en la mayoría de los casos deben disponer de atención hospitalaria durante bastante tiempo, lo cierto es que hay métodos sencillos que pueden ayudar a la medicina avanzada. . Además de los antibióticos y las inyecciones de esteroides y de la ayuda para desarrollar los pulmones inmaduros , existe un sistema, de coste cero, que podría salvar hasta 450.000 vidas al año: el cuidado madre canguro. Sobre todo valioso en países sin recursos ni unidades de prematuros.

Y puede que parezca sorprendente, pero este tratamiento no tiene nada de novedoso. De hecho, comenzó a implantarse en Bogotá en el año 1979 por la falta de incubadoras.«. Sin embargo, y antes de conocer en qué consiste, es preciso saber que durante el periodo de gestación el binomio madre e hijo es considerado un «sistema psicosomático cerrado» e inseparable -se interrumpe durante el parto-. Pero cuando un recién nacido llega al mundo de manera prematura, dicho sistema se «deshace» dando lugar a una modificación «escabrosa» en el ambiente en el que se produciría la madurez, según desvela Ermitas Estrella Bolaño, auxiliar de enfermería en la unidad de neonatología y UCI neonatal del Hospital Universitario Central de Asturias, en su informe sobre los beneficios de este método 'madre canguro'.

Ahora bien, ¿en qué se basa este cuidado? Sencillamente hay que envolver firmemente con una manta al bebé verticalmente sobre los senos de su madre (bajo su ropa). «Promueve tanto el bienestar como la salud de todos los recién nacidos, ya sean prematuros o a término. El buen resultado está comprobado, ya que hoy en día, y después de tres décadas de su iniciación, todavía se realiza dicha práctica porque favorece el control de la temperatura corporal, incita a la realización de una alimentación con lactancia materna y fortalece el vínculo madre/padre-hijo», reconoce la profesional.

Si hay algo que está claro es que el tiempo requerido para realizar la técnica puede extenderse las 24 horas del día, pero los períodos cortos e intermitentes también son útiles. No obstante, no han de ser inferiores a una hora porque predispone al aumento del estrés neonatal, según la Organización Mundial de la Salud. De hecho, solo se debería interrumpir para realizar un cambio de pañal al recién nacido, realizarle el baño o la cura del cordón umbilical. Pero, una vez abandonado el centro hospitalario, se recomienda continuar con dicho método hasta que el pequeño alcance la edad de 40 semanas o los 2,5 kilos de peso.

El ingreso de los prematuros en la Unidad de cuidados intensivos neonatales hace que mejore en gran medida su calidad de vida -se les proporcionan los cuidados pertinentes para pasar de manera óptima a las condiciones extrauterinas-, aunque el método canguro es un complemento excelente y muy utilizado en este tipo de recién nacidos debido a las mejoras detectadas en su estado clínico: se estabilizan las constantes vitales, mejora la hemodinámica cerebral y el flujo sanguíneo cerebral (al estabilizar la frecuencia respiratoria se consigue reducir la aparición de apneas y aumentar la saturación de oxígeno), y también el desarrollo de la función muscular, la movilidad y la postura.

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