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La CEAPA , que reúne 12.000 asociaciones españolas, defiende una educación sin deberes PIXABAY
¿Tienen nuestros hijos demasiados deberes?

¿Tienen nuestros hijos demasiados deberes?

España es el cuarto país del mundo en el que los niños destinan más horas a la semana a hacer las tareas escolares

NAHIKARI CAYADO

Jueves, 16 de diciembre 2021, 19:53

¿Qué recuerdos tienes de cuando jugabas de pequeño? Algunos recordarán el escondite o el pilla-pilla. Otros recordarán las discusiones sobre las reglas en el futbol o baloncesto, o los turnos para saltar a la comba, o la creación de mundos imaginarios con muñecas, la construcción de fuertes, las obras de teatro o los disfraces. Desde los largos días de verano hasta las preciadas horas extraescolares, el juego organizado por los niños puede haber llenado gran parte de tu tiempo libre. Pero, ¿y tus hijos? ¿Sus oportunidades de jugar son las mismas que las tuyas? Lo más probable es que no.

El pasado 20 de noviembre se celebró el Día Universal del Niño, una cita de Naciones Unidas que nos recuerda los derechos de la infancia y nuestro deber de velar por ellos. Vamos a aprovechar esta efeméride para profundizar en este tema que preocupa a muchos padres. Y es que la realidad es que el día a día de los más pequeños apenas deja tiempo para ese esparcimiento.

El horario escolar en España es amplio: lo más frecuente es que las clases comiencen entre las 8.30 y las 9.30 horas y terminen entre las 16.00 y las 17.00 horas. Después, la inmensa mayoría (en torno al 90% de los niños de Primaria y Secundaria, según datos del Ministerio de Educación) participa en algún tipo de actividad extraescolar, y muchos no se conforman con una sola.

Un estudio realizado por Lingokids entre 500 familias de toda España sitúa los idiomas a la cabeza de las actividades realizadas fuera del horario lectivo (el 68% de los niños acude a este tipo de extraescolares), seguidos del fútbol (46%) y la natación (45%). A cierta distancia se encuentran las clases de música (24%), el baloncesto (18%), las artes marciales (17%), las clases de pintura (13%), la danza (12%) o el tenis (11%).

Cuando llegan a casa tienen que enfrentarse a las tareas escolares, cuyo papel de refuerzo tiene aspectos positivos, pero en muchas ocasiones se ponen en cantidades excesivas. De hecho, y según datos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), España es el cuarto país del mundo en el que los niños destinan más horas a la semana a hacer deberes. Con lo que, si contamos el tiempo que necesitan para ducharse y cenar (deben acostarse pronto para dormir las horas adecuadas para su edad), el resultado es que apenas han podido dedicar un tiempo al juego y al ocio familiar.

Estrés y desigualdades

Desde hace varios años, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA), que reúne a 12.000 asociaciones de progenitores de la Escuela Pública de todo el Estado, defiende una educación sin deberes. Consideran que estas tareas, además de generar estrés en los niños y en sus familias, fomentan las desigualdades, pues no todos cuentan con las mismas oportunidades de recibir ayuda de sus padres, ya sea por tiempo o por nivel de conocimientos. Un punto de vista que recogen en sus propios estudios organizaciones internacionales como la OCDE y la OMS (Organización Mundial de la Salud).

Además, CEAPA considera que los deberes son la herencia de un método pedagógico «obsoleto» basado en la «memorización y repetición de contenidos». Cree que hoy día puede sustituirse por otras técnicas basadas en nuevas metodologías, «mucho más prácticas e interactivas», que están demostrando ser «más efectivas, más amables para los niños y más respetuosas» con sus tiempos de juego y de descanso.

Dentro de la innovación educativa existen dos elementos fundamentales. Por un lado, se encuentra la tecnología, que a través de dispositivos electrónicos y contenidos digitales les proporciona nuevas herramientas que transforman su experiencia de aprendizaje. Por otro lado, en cambio, el juego en sí mismo, que es una de las formas más eficaces de aprender.

«Bien combinado, el binomio tecnología y juego ofrece excelentes resultados de aprendizaje. Hoy día existen herramientas digitales de contenido educativo de gran calidad y totalmente innovadoras, con infinidad de recursos que pueden ser un apoyo muy valioso para los profesores a la hora de impartir las clases y también para la fase posterior de afianzamiento de los contenidos. Todo esto puede hacerse de una forma más lúdica, permitiéndoles divertirse mientras aprenden jugando, y al mismo tiempo darle un uso adecuado y de calidad a los dispositivos electrónicos», asegura Rhona Anne Dick, directora de Experiencia de Aprendizaje de Lingokids.

«Aumenta su concentración»

Esta empresa, especializada en contenidos en inglés para niños de edades tempranas, ha hecho del Playlearning su bandera. Es decir, defiende que conseguir que el niño se divierta de forma activa mientras aprende es clave para que su mente se abra por completo y mejore su receptividad hacia los nuevos conocimientos. «Si está entretenido y puede interactuar, aumenta su concentración, su interés por la actividad se mantiene durante más tiempo, y se estimula su creatividad e imaginación», señala.

Por otro lado, el juego a través de la tecnología permite recrear entornos digitales atractivos, con contenidos que se adaptan a cada edad e incluso a cada ritmo o evolución de aprendizaje. Y la interacción requerida exige su participación física e intelectual, lo que hace que los niños tengan una experiencia más inmersiva en el proceso educativo.

«La incorporación de metodologías basadas en el juego a las rutinas escolares no solo podría reducir el peso de los deberes, sino que incluso podría utilizarse como sistema de evaluación, lo que también reduciría enormemente el estrés generado por los exámenes», señalan estas mismas fuentes. Añaden, asimismo, que algunas clases extraescolares, como las de idiomas, podrían ser sustituidas por metodologías digitales innovadoras de probada eficacia, con lo que las familias ganarían tiempo libre para disfrutar juntas.

Desde cuando se celebra el Día Universal del Niño?

La proclamación del Día del Niño en 1954, coincide con el Aniversario de la Declaración Universal de Derechos del Niño, que se decretó el 20 de noviembre de 1959. Tres décadas después, el mismo día de 1989, se celebró la Convención sobre los Derechos del Niño, hasta la fecha el tratado internacional más ratificado de la historia. Ese texto reconoce el papel esencial de la familia como grupo social y la importancia de que el niño crezca en un entorno familiar de cariño y felicidad, así como la necesidad de que sea preparado para vivir de forma independiente en sociedad y educado en los principales valores de tolerancia, libertad, igualdad, dignidad y solidaridad.

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