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La generación 'muda': ¿por qué tus hijos sienten ansiedad al hablar por teléfono?

La generación 'muda': ¿por qué tus hijos sienten ansiedad al hablar por teléfono?

La telefonofobia es una realidad para muchos adolescentes

sara borondo

Jueves, 3 de febrero 2022, 21:00

Es una paradoja el que, ahora que hay más teléfonos que nunca, se utilicen menos que nunca para hablar con otras personas. Sobre todo por parte de los más jóvenes, quienes a menudo rechazan las llamadas en favor de la mensajería instantánea. Comunicarse por teléfono les incomoda e incluso llegan a sentirse mal físicamente y por eso no descuelgan. Es lo que se conoce como telefonofobia, cuando la idea de realizar una llamada genera ansiedad; «de hecho, muchos jóvenes comentan que necesitan prepararse antes de realizar una llamada», dice Luis Torres, psicólogo y docente del máster en Psicología Clínica Infantojuvenil de ISEP.

El rechazo a las llamadas revela casi siempre un simple cambio en los hábitos. Según explica Torres: «Se trata de la generación tecnológica o la llamada generación muda, que ha sustituido las conversaciones telefónicas por la comunicación escrita a través de las redes sociales como WhatsApp, Facebook o Instagram. La generación que ha crecido pegada a una pantalla y no está familiarizada con el hecho de llamar a alguien para interesarse por él. Se trata de una nueva forma de comunicarse ni mejor ni peor, simplemente diferente».

Comunicarse por escrito permite responder cuando se pueda o se quiera

El experto afirma que la comunicación escrita es la más cómoda porque podemos pensar qué vamos a decir y repasarlo antes de enviar el mensaje. En los últimos años se han desarrollado incluso nuevos códigos; por ejemplo, no responder a un mensaje leído es una manera de mostrar enfado y se llega a considerar falta de cortesía. Además, las llamadas requieren toda la atención de los interlocutores mientras están hablando, pero comunicarse por escrito permite a los interlocutores responder cuando puedan o quieran. No obstante, añade el experto a favor de las generaciones jóvenes, «últimamente y cada vez más están volviendo al hecho de comunicarse mediante la voz, con notas de audio a través de las redes sociales. También es muy común enviarse un WhatsApp donde se pregunte '¿te puedo llamar?'. Antes no se preguntaba, simplemente se realizaba la llamada y, si la otra persona no podía responder en ese momento, se postponía sin que nadie se molestase por ello, pero ahora se percibe como un gesto algo invasivo.

Puede parecer paradójico que quienes prefieren no hablar por teléfono no tengan reparos en enviar mensajes de voz a veces bastante largos, pero el experto lo explica indicando que, al recurrir a esas grabaciones, «uno sigue teniendo el control de la situación; cuenta lo que quiere compartir con la otra persona pero sabe lo que le tiene que decir o cómo contarlo. Si cree que no lo ha transmitido como quería, lo borra y lo vuelve a grabar».

Como en otros tantos aspectos de la vida cotidiana, la pandemia ha modificado estas costumbres y se han popularizado las videollamadas desde el primer confinamiento (ya que todo el mundo tenía necesidad de distraerse, ver a otras personas y sentir cierta normalidad en el día a día). Además, las generaciones más jóvenes son mucho más visuales y por eso, incluso cuando escriben, necesitan usar imágenes en forma de emoticonos, animaciones o pegatinas.

Cuándo puede llegar a aparecer la telefonofobia

Algunos de los adolescentes consultados para este artículo indicaron que el rechazo a hablar por teléfono se debe también a que no ven las expresiones faciales de la otra persona, por lo que prefieren una videollamada. Hablar por teléfono es casi una molestia porque impide realizar otra actividad mientras, pero si también se ve a a la otra persona la percepción cambia y es como quedar para tomar algo. «Imaginemos un caso en el que nos llama un amigo de los que se enrollan mucho al teléfono y en ese momento estamos a punto de empezar algo importante: el cogerle el teléfono implica tener que cortarle en un tiempo relativamente corto y esto normalmente incomoda. En este caso, si la comunicación fuese escrita uno respondería cuando pudiese o le apeteciese hacerlo», considera el experto.

Claro que no siempre hablamos de un simple cambio de hábitos para comunicarse y hay quien siente telenofobia propiamente dicha. «A través de las llamadas uno tiene que dar respuesta y solucionar en el acto; puede ser una manifestación de cobardía, timidez o en casos más graves un síntoma de fobia social».

Ante un caso de telefonofobia la solución pasa, sostiene Torres, por el entrenamiento en habilidades específicas «que según el caso pueden ser: solucionar problemas, gestionar el enfado del otro, finalizar la llamada… Una vez dominadas estas habilidades han de ponerse en práctica con la gente con la que se tenga más confianza». No obstante, lo mejor es prevenir la aparición de esta fobia, para lo que el psicólogo recomienda «tratar de evitar que toda la comunicación sea a través de las redes sociales y compaginar ésta con comunicación verbal de tú a tú».

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