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«Yo creo que 'Estudio de videojuegos' es un caramelo. ¡Ojalá lo hubiera tenido yo de niño para aprender y descubrir todo el potencial que pueden tener los videojuegos!». El autor de estas palabras sabe de lo que habla. No en vano es un exitoso y respetado desarrollador de videojuegos. Se trata de Arturo Monedero, un bilbaíno dotado de un gran talento para crear fantasías jugables de la talla de 'Los ríos de Alice', una aventura gráfica hipnótica y mágica. El socio fundador de la mítica empresa Delirium Studios y en la actualidad vicepresidente de desarrollo de la Asociación Española de Videojuegos (AEVI) se quedó maravillado con la última propuesta educativa de Nintendo para su popular consola Switch. Y es que los japoneses no se dedican sólo a hacer juegos de plataformas protagonizados por Mario y sus amigos. De vez en cuando, sorprenden con propuestas que pueden cambiar la vida de los niños que se sumergen en ellas como el título que hoy nos ocupa y que es heredero directo de Nintendo Labo, que les enseñaba a construir todo tipo de artilugios que después cobraban vida gracias a la consola.
Las vacaciones de verano suelen ser el momento ideal para que los más pequeños adquieran nuevos conocimientos de las temáticas que más les gustan. Y todo lo relacionado con las nuevas tecnologías -en un mundo plagado de teléfonos móviles, ordenadores y consolas- cada vez tiene más tirón entre los niños de todo el mundo. Sólo así se explica el éxito de los últimos años de campamentos para aprender informática o robótica. Ahora lo que mola es saber programar y el último título de Nintendo facilita que los menores más creativos puedan ser capaces de desarrollar sus propios videojuegos a través de un sistema claro, amigable y divertido, como es habitual tratándose de un producto de la multinacional nipona. 'Estudio de videojuegos' se encuentra disponible desde el pasado 11 de junio en la Nintendo eShop, la tienda digital de Nintendo Switch, a un precio de 29,99 euros. La versión física llegará los puntos de venta habituales justo para la vuelta al cole, el próximo 10 de septiembre.
Y es que el título de 'Estudio de videojuegos' ya lo dice todo. Pero cuidado, que no se trata de un simple editor de niveles como sucedía en 'Super Mario Marker'. Los de Kioto han creado una herramienta de lo más avanzada que permite a los niños realizar un videojuego desde cero. Y además del género lúdico que quieran, ya que pueden diseñar desde aventuras gráficas, a simuladores deportivos, pasando por los populares shooters o los juegos de plataformas. El único límite será su imaginación. Naturalmente, se trata de un producto pensado para los más pequeños por lo que sería injusto considerarlo una herramienta profesional para hacer un videojuego como los que vemos en las tiendas. No es ese el objetivo de esta moderna fábrica de sueños. Se trata de enseñar a los chavales sin experiencia previa en este tipo de quehaceres a pensar como lo haría un desarrollador de videojuegos. Y esa meta la cumple con creces.
De esta forma, los niños tendrán la colaboración de los 'nodon', unos personajes de lo más graciosos, que los ayudarán a diseñar desde los escenarios que acogerán sus aventuras lúdicas a confeccionar a los distintos personajes e incluso a escoger la banda sonora más adecuada para su obra maestra. A medida que los chavales adquieran más conocimientos y pericia gracias a su innovador método de aprendizaje aparecerán nuevas criaturas cada vez más específicas para configurar elementos avanzados del juego como los efectos especiales e incluso modificar las propiedades de los distintos elementos jugables. Todos los cambios que se hagan en el editor se verán reflejados en la pantalla en la que aparece el juego propiamente dicho.
Por ejemplo, hay 'nodon' de movimiento a los que podemos enlazar con una determinada tecla del mando. Son un total de 80, cada uno de ellos con su propia personalidad o función, para que los niños puedan hacer sus propios videojuegos sin tener que utilizar intrincadas líneas de código. Tan sólo hileras de estos personajillos replicados y enlazados entre sí hasta la saciedad a través del uso de la pantalla táctil de la consola, los mandos e incluso un ratón conectado al puerto USB de la Switch. Eso sí, Nintendo recomienda antes de ponernos manos a la obra interiorizar cada una de las siete 'Lecciones interactivas' disponibles. Son tutoriales, divididos a su vez en varios capítulos, para que los chavales se familiaricen con la dinámica del editor al mismo tiempo que les permiten crear, paso a paso, un tipo de videojuego desde cero, lo que les dará la confianza necesaria para emprender sus propios proyectos.
Y todo ello gracias a un simpática instructora llamada Alice, que les sacará una sonrisa cada dos por tres. Para saber si realmente están interiorizando los nuevos conocimientos, serán sometidos a varios test o mini-exámenes que les permitirán progresar adecuadamente y de forma gradual en su objetivo de convertirse en desarrolladores de videojuegos utilizando la lógica, algo que les puede resultar de gran ayuda en el futuro a la hora de convertirse en programadores. «Es un entorno muy intuitivo, muy fácil de comprender, por lo que hace que el usuario no se sienta perdido ante cosas muy complejas. Permite empezar por cosas sencillas hasta que se coja bien el control, para después intentar superarte, rizar el rizo y llegar hasta donde quieras llegar», asegura Monedero en declaraciones recogidas por la propia Nintendo.
La herramienta es tan poderosa que se ha creado una auténtica comunidad de usuarios que han sido capaces de replicar juegos tan conocidos como 'Doom', 'Sonic' o 'Supermario 64'. Todos ellos se pueden descargar. Eso sí, siempre que sepamos su código, aunque ya hay foros con listas donde aparecen con sus respectivos números en clave. Una vez los tengamos apuntados, los podemos introducir en la consola para poder realizar en esos proyectos nuestras propias modificaciones en un proceso tan simple y divertido que puede ser compartido por toda la familia. Todo con tal de «despertar esa creatividad en los niños y, sobre todo, aportarles algo muy bonito que es poder ver los resultados en tiempo real», destaca el desarrollador bilbaíno.
Quién sabe si dentro de una década más de un chaval que ahora se entretiene dando vida a sus propios sueños jugables sea capaz de convertirse en el Shigeru Miyamoto del siglo XXI. Algo que, por otro lado, ya sucedió con muchos profesionales de hoy en día cuyos padres les regalaron cuando eran pequeños el mítico ordenador personal ZX Spectrum con el que aprendieron a programar. Quizás en un futuro, a 'Estudio de videojuegos' se le conozca como 'Cantera de videojuegos'. Y es que, como bien señala Monedero, «para mí, que soy desarrollador pero que también represento a gran parte de la industria, creo que es muy importante que niños y niñas entiendan desde el principio las posibilidades que tiene aprender a hacer videojuegos. Cuanto antes empieces a descubrir una pasión que te gusta, mejor. Ahí es donde 'Estudio de videojuegos' puede ayudar a activar esa chispa».
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