Ir de espaldas, el mejor modo de viajar para los niños

Los expertos en sistemas de retención infantil (SRI) lo tienen claro: la postura más segura para el niño es viajar en sentido inverso a la marcha

cristina Raposo

Martes, 18 de agosto 2020, 21:36

Durante este mes,muchos cogemos el coche para movernos, y algunos lo harán con sus pequeños bien sujetos en los asientos traseros. Algo imprescindible, porque en los accidentes de tráfico son quienes más sufren las consecuencias de la colisión. Siendo así, ¿qué sistema de retención infantil se debe emplear?Las normas del Reglamento General de Circulación son claras: un sistema de retención infantil (SRI) homologado que esté adaptado a la talla y peso del niño. Una cuestión que, ahora más que nunca, trae de cabeza e invade los pensamientos de aquellos padres que desean escapar unos días con sus hijos porque, ¿es adecuada su sillita? Pues bien, allá van unos datos que tratarán de resolver todas sus dudas.

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Según la asociación A Contramarcha Salva Vidas (ACMSV), las estadísticas demuestran que viajar de espaldas es cinco veces más seguro que ir mirando hacia delante, datos que avalan también la DGT y el Real Automóvil Club de España (RACE). De hecho, actualmente, su uso es obligatorio en menores de hasta 4 años o que pesen menos de 18 kilos. «Los países que han adoptado esta importante medida, como los nórdicos que la instauraron en la década de los 60, tienen los índices más bajos de mortalidad infantil en carretera de todo el mundo», revela el colectivo en su página web. Pero, ¿qué es lo que hace mucho más seguras las sillas a contramarcha? La respuesta es sencilla, que salvaguardan «al máximo» las zonas más vulnerables de los pequeños: cabeza -representa el 20% de su cuerpo-, cuello y órganos internos. «En un impacto o frenazo viajando en el sentido de la marcha el cuerpo del niño se desplaza hacia delante. Al ser retenido por el arnés se generan tensiones muy altas en el cuello, la columna vertebral y los órganos internos, causando lesiones de extrema gravedad o incluso la muerte del menor», desvelan.

Justo lo contrario de lo que ocurre con las sillas a contramarcha. En este caso, la cabeza, el cuello y la espalda están alineadas sobre el respaldo y la fuerza del impacto es absorbida por la propia silla, lo que reduce considerablemente la presión sobre su tórax y abdomen.

Qué recomiendan los expertos

Pero el uso de las sillas a contramarcha aún genera incertidumbre, e incluso rechazo, en muchas familias. ¿Qué pasará con sus piernas? ¿Se aburrirá? ¿Llegará a marearse? Son solo algunas de las dudas, y «falsos mitos», que invaden a los padres, las mismas que provocan que se decanten por llevar a sus pequeños a favor de la marcha, aún con los riesgos que conlleva. «En España, el 4,8% de los accidentes registrados por la DGT en 2017 se produjeron por un impacto frontal, y un 20% fueron por siniestros laterales y fronto-laterales. En las pruebas de impacto realizadas por el RACE se pudo observar cómo, frente a una silla dispuesta en sentido contrario de la marcha, el niño que viajaba en el sentido de la marcha sufría tres veces más riesgo de tener lesiones en cabeza, con tensiones muy altas en cuello y abdomen», apunta RACE en su web, colectivo que evalúa la protección de las sillas infantiles. Sin embargo, no todas las valen. Así que lo mejor, según los expertos, es no comprar a ciegas. «Aconsejamos ir a la tienda con el vehículo y el niño para probar los modelos disponibles, ya que no siempre se pueden instalar en todos los coches. El asiento debe poder instalarse de forma estable y ajustada en el vehículo, especialmente en los más antiguos. En caso que de que no tenga anclajes Isofix, es importante comprobar si la longitud del cinturón es suficiente para abrochar con seguridad el asiento», aconsejan.

En busca de la calidad-precio

Los expertos en seguridad vial infantil tienen claro que la postura más segura para el niño es viajar en sentido inverso a la marcha pero, ¿cuánto puede llegar a costar este sistema de retención infantil? ¿Es asequible? Lo cierto es que sí, y más cuando apostamos por la seguridad de nuestros pequeños. Todo dependerá del grupo en el que estén clasificadas, o lo que es lo mismo, del peso que puedan soportar, hasta un máximo de 36 kilos. Por suerte, el mercado de sillas a contramarcha cada vez es más amplío, y también sus precios, que van desde los 200 euros.

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«En el último test, que hemos llevado a cabo este año, hemos probado productos de los cinco grupos de peso: 0, 0+, I, II y III. Los resultados del análisis de 28 modelos de sillas han arrojado, en general, unos resultados satisfactorios. El modelo Silver Cross Dream + Dream i-Size Base es el único SRI que obtuvo el resultado de «cinco estrellas», obteniendo el mejor resultado; 18 modelos fueron calificados con cuatro estrellas y seis modelos consiguieron tres. Estos SRI no solo superan los requisitos reglamentarios, sino que los fabricantes han tenido estándares más exigentes para superar las pruebas de este test europeo a la hora de desarrollar sus productos. Además, pese a que la prueba de impacto lateral no fue un requisito obligatorio en algunos de los SRI testados, ninguno arrojó sorpresas desagradables en dicha prueba; es decir, todos los SRI obtuvieron al menos la puntuación de «dos estrellas». Y solo hubo dos que no superaron la valoración de «una estrella», explican desde RACE, autores del informe.

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