

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Leire Larrazabal
Martes, 1 de abril 2025, 19:47
«Memorizar datos sin saber aplicarlos no tiene sentido en la actualidad. La LOMLOE no elimina el conocimiento, sino que lo enmarca dentro de un aprendizaje más práctico y significativo. Se trata de aprender mejor, no de aprender más contenidos», recuerdan Amparo Ferrero y Constanza Ruiz, docentes en el Máster en Formación del Profesorado de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Los expertos y la legislación educativa recomiendan cada vez más aprender por proyectos y motivar a los alumnos para adquirir competencias. Estamos enfrascados en un momento donde el acceso a la información y el conocimiento está más al alcalce que nunca a través de la tecnología. Abordamos con las expertas el tema de cómo trabajar las competencias en el aula.
- ¿Las competencias juegan un papel fundamental para las futuras generaciones?
- Sin duda. En un mundo donde la información está accesible con un solo clic, ya no basta con memorizar datos. Aquí es donde entra en juego las competencias clave que preparan a los estudiantes para desenvolverse en la sociedad actual y resolver retos que se les puedan plantear en el futuro. Competencias como la digital (saber manejar la tecnología de forma crítica), la personal, social y de aprender a aprender (desarrollar autonomía) o la ciudadana (participar de manera ética y responsable) son esenciales.
La idea del aprendizaje competencial no es tan reciente. Ya desde el proyecto DeSeCo (Definición y Selección de Competencias), impulsado por la OCDE a principios de los años 2000, se identificaron las competencias necesarias para que las personas se desenvuelvan con éxito en la sociedad del conocimiento. Este enfoque sentó las bases para la educación basada en competencias, que la LOMLOE refueraza a través de su marco curricular.
En definitiva, la educación ya no puede centrarse solo en la transmisión de contenidos, sino en dotar a los alumnos de herramientas para que piensen, analicen y actúen con criterio en un mundo en constante cambio.
- ¿Por qué el aprendizaje de competencias es importante?
- El aprendizaje competencial es crucial porque permite que los estudiantes enfrenten situaciones reales con herramientas efectivas. No se trata solo de acumular información, sino de saber aplicarla para resolver problemas, comunicar ideas o trabajar en equipo. Como dijo una vez una compañera docente a sus estudiantes: el objetivo de la educación no es formar a alumnos que sean en el futuro 'una wikipedia con patas', sino enseñarles a seleccionar, analizar y aplicar la información de manera crítica y eficaz.
El aprendizaje debe ser útil y transferible; es decir, lo que se aprende en el aula debe servir fuera de ella. Un enfoque basado en el aprendizaje competencial prepara a los estudiantes para la vida, fomentando la autonomía, la toma de decisiones y la capacidad de adaptación a un mundo en constante cambio. Como señala Neus Sanmartí, el aprendizaje competencial no solo permite que los estudiantes adquieran conocimientos, sino que los utilicen de manera efectiva en distintos contextos, favoreciendo así un aprendizaje significativo y duradero.
- ¿Qué metodologías pueden emplearse?
- Para desarrollar las competencias, es fundamental la utilización de metodologías activas en el aula que fomenten el aprendizaje significativo de los estudiantes. Estrategias como el aprendizaje basado en proyectos (ABP), el aprendizaje cooperativo o el enfoque por resolución de problemas permiten a los estudiantes conectar los contenidos con su realidad y aplicar los conocimientos de forma práctica.
Las situaciones de aprendizaje desempeñan un papel clave en este enfoque, integrando los distintos elementos de currículo mediante tareas significativas que fomentan la creatividad, la colaboración y la autonomía. Además, el uso de la gamificación y la tecnología contribuyen a mejorar la motivación y a potenciar las habilidades como el pensamiento crítico.
En este marco competencial, la evolución formativa es clave, ya que ayuda a los alumnos a reflexionar sobre su propio aprendizaje, a mejorar continuamente y a obtener estrategias para el aprendizaje a lo largo de la vida. La LOMLOE impulsa estas metodologías porque favorecen el desarrollo de todas las competencias, promoviendo un aprendizaje integral y contextualizando, en el que el alumnado no solo adquiere conocimientos, sino que los aplica en contextos reales.
- ¿Cuáles son las competencias que han de fomentarse?
- En la LOMLOE, el aprendizaje competencial se basa en el desarrollo de ocho competencias clave, todas esenciales para la formación integral del alumnado. No se trata de fomentar unas sobre otras, sino de trabajarlas de forma equilibrada, ya que cada una contribuye a la preparación para la vida personal, social y profesional.
Entre ellas, la competencia en comunicación lingüística es clave para expresarse y relacionarse, mientras que la competencia matemática, en ciencia y tecnología e ingeniería permite desarrollar el pensamiento lógico y crítico. La competencia digital es imprescindible en la era tecnológica, al igual que la personal, social y de aprender a aprender, que fomenta la autonomía. También son cruciales la competencia ciudadana, que promueve la participación y la convivencia, junto con la competencia emprendedora y la conciencia y expresiones culturales.
Pero más allá de las competencias clave, la LOMLOE también define competencias específicas para cada área del conocimiento, conectando el aprendizaje con situaciones reales. Así, un estudiante no solo adquiere conocimientos aislados, sino que desarrolla la capacidad de aplicarlos en contextos diversos, como interpretar datos científicos, resolver problemas matemáticos en la vida cotidiana o comunicar ideas de manera efectiva en distintos formatos.
- ¿Y cómo hay que abordarlas?
- La mejor manera de abordar las competencias es a través de metodologías activas y significativas. Sin embargo, su implementación debe ser fruto de un proceso reflexivo importante por parte del docente. No se trata solo de aplicar estrategias innovadoras, sino que se debe conocer en profundidad las características de cada metodología didáctica, las necesidades del alumnado y las especificaciones de cada competencia a trabajar.
Por otra parte, el enfoque competencial implica que las competencias no se enseñan de forma aislada, sino integradas en el currículo y en situaciones reales de aprendizaje. Para ello, es fundamental diseñar actividades donde los alumnos apliquen varias competencias de forma simultánea. Por ejemplo, en un proyecto sobre sostenibilidad, pueden investigar (competencia matemática, en ciencia y tecnología e ingeniería), redactar un informe (competencia lingüística), presentar sus ideas a través de una infografía interactiva (competencia digital) y reflexionar sobre las implicaciones sociales de sus propuestas (competencia ciudadana).
Una manera innovadora de llevar a cabo estas competencias al aula, es la participación con los alumnos en convocatorias educativas donde se pueden trabajar con los alumnos elementos transversales, los objetivos de desarrollo sostenible y las competencias clave para el aprendizaje permanente.
- Los docentes juegan un papel importante, lógicamente.
- Docentes y administraciones educativas juegan un papel fundamental en la implementación del enfoque competencial en las aulas. Los docentes son los guías en este proceso y tienen el reto de transformar sus prácticas para adaptarse a un modelo en el que no solo se transmite información, sino que se fomenta el aprendizaje activo y aplicado.
Sin embargo, el enfoque competencial supone más que tener en mente qué competencias trabajar. A la hora de diseñar el trabajo en el aula, hay que identificar bien los aspectos concretos que queremos trabajar y concretar las estrategias con las que vamos a evaluar el aprendizaje. Por ejemplo, para trabajar la competencia digital, se debe ir más allá de, por ejemplo, el simple hecho de proponer una actividad para el aula que implique el uso de ordenadores o dispositivos móviles. Se debe de tener una intencionalidad basada en la ética y seguridad digital.
Este enfoque competencial implica un cambio metodológico y una nueva manera de evaluar, donde la evaluación formativa cobra protagonismo. Más allá de calificar resultados, se debe valorar el proceso y no solo en los resultados, valorando cómo los alumnos aplican sus conocimientos en diferentes contextos. Sin un profesorado bien preparado, motivado y con los recursos adecuados proporcionados por las administraciones educativas, el desarrollo competencial del alumnado no será realmente efectivo.
- ¿Qué les dirían a los no partidarios de las competencias?
- Es cierto que el enfoque competencial presenta grandes retos, pero es un cambio necesario para responder a las demandas del mundo actual. La educación no puede permanecer estática cuando la sociedad evoluciona constantemente. No se trata de 'sustituir' los contenidos por competencias, sino de integrarlos de manera funcional para que el aprendizaje sea útil y aplicable.
Memorizar datos sin saber aplicarlos no tiene sentido en la actualidad. La LOMLOE no elimina el conocimiento, sino que lo enmarca dentro de un aprendizaje más práctico y significativo. Se trata de aprender mejor, no de aprender más contenidos.
Los alumnos necesitan herramientas que les permitan adaptarse, resolver problemas y desenvolverse con autonomía en la sociedad y en el mundo laboral. Un enfoque competencial bien diseñado no solo respeta el conocimiento, sino que potencia su aplicación, garantizando que los alumnos no solo sepan, sino que sepan hacer.
- ¿No han llegado a escuchar eso de que 'en las competencias mi hijo no demuestra lo que realmente sabe'?
- Es una crítica frecuente en ciertos entornos y que responde a una visión tradicional de la educación basada en la memorización y la evaluacióon sumativa. Que un alumno 'sepa' o sea bueno memorizando no tiene por qué significar que pueda aplicar ese conocimiento en situaciones reales.
El enfoque competencial no busca restar valor al conocimiento, sino demostrarlo de manera más completa. Una persona sabe de un tema cuando lo sabe aplicar y resolver problemas relacionados en distintos niveles de dificultad. El enfoque competencial permite demostrar el aprendizaje de forma más completa: a través de la argumentación, la resolución de problemas y la transferencia de conocimientos a diferentes contextos.
Hoy en día, se apuesta por una evaluación más cualitativa y continua, que no solo mide cuánto se recuerda, sino cómo se usa el conocimiento. De este modo, el aprendizaje deja de ser un ejercicio mecánico y se convierte en una herramienta útil para la vida.
- En definitiva, las competencias tienen más pros que contras.
- Tiene múltiples ventajas. No solo prepara a los estudiantes para su futuro, sino que también desarrolla el pensamiento crítico, la autonomía y la capacidad de aprender a lo largo de la vida. Además, favorece una enseñanza más inclusiva y personalizada, permitiendo atender a los diferentes ritmos y estilos de aprendizaje. Al centrarse en la aplicación del conocimiento, los alumnos adquieren habilidades transferibles que les serán útliles en cualquier ámbito, desde el académico hasta el profesional.
La LOMLOE apuesta por este modelo porque responde mejor a las necesidades de la sociedad actual y garantiza una educación más significativa, funcional y adaptada a los retos del siglo XXI.
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Favoritos de los suscriptores
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.