Los coches grandes y de colores chillones, los favoritos de los más pequeños

La compra de un nuevo coche siempre es algo familiar. Sin embargo, los más pequeños pocas veces tienen poder decisión a la hora de elegir qué se mete en el garaje. Pero como en todo, también en este sentido las cosas están cambiando. «Los niños no juegan un papel importante en la elección del coche, que generalmente ya viene muy pensada de casa por parte de los adultos, pero sí que deciden cuestiones sobre la conectividad», advierte uno de los profesionales del sector, Luis María Vidal, de Autos Nervión, en Sestao. «Los padres les suelen consultar, sobre todo a los que ya son un poco más mayores, de 14 ó 15 años, por las pantallas o las tablets de los coches y por cómo funcionan ese tipo de cosas», advierte el hombre.

No es el único tema en el que se suele consultar a los menores. «Lo normal es que los niños acompañen a los padres cuando vienen al concesionario, y suelen aprovechar para pedirles que entren en el asiento de atrás y les comenten si están cómodos», detalla Carlos Seijo, del concesionario Gaursa, en Iurreta. «Más que nada es una petición de confirmación, para saber si la elección que han hecho es la correcta», apunta el profesional.

Seijo destaca que los criterios de los niños para elegir coche suelen ser muy sencillos. «Lo que más les llama la atención es el tamaño del vehículo, que sea cuanto más grande mejor, y los colores muy llamativos», resume. En cuanto a la elección cromática, ésta suele ir en contra de los progenitores, que apuestan por colores discretos, tirando cada vez más al gris. «La compra de los coches ha cambiado bastante con los medios digitales, porque ahora ya no se suele ir a una docena de concesionarios. La gente va a dos o tres, con la información ya muy buscada», señala, por lo que los niños normalmente dan su opinión sobre la elección ya tomada de los padres.

Cuando quienes compran coches son los abuelos, se escucha más a los niños. Así lo ha vivido, al menos, Mikel Holgado, del concesionario Lexus Bilbao, en la Avanzada de Leioa. «Yo he visto a los aitites dejar a los nietos elegir el color del coche», afirma el joven, quien recuerda que aunque no decidan cosas técnicas, la presencia de los niños también cambia los criterios de los vehículos. «Si hay niños pequeños siempre van a mirar el maletero y cómo pueden colocar las sillitas. Las características de seguridad son siempre algo clave», afirma.

Los concesionarios no son ajenos a la presencia de los más pequeños y por eso no es extraño que haya una zona de juego. «Nosotros tenemos una ludoteca para que los críos jueguen y los padres puedan mirar más tranquilos», apunta Juan Mari Uriarte, de Alzaga Motor, en la carretera Bilbao-Galdakao. Él también señala que los criterios entre los hijos adolescentes y los padres suelen chocar. «Los jóvenes van siempre hacia las prestaciones más deportivas, y los padres buscan confort dentro del vehículo», señala el hombre, quien advierte que este rifirrafe es habitual, incluso si el menor no está pensando ya en sacarse el carnet y poder coger el coche prestado.

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