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La casa, territorio todavía de ellas

La casa, territorio todavía de ellas

«La mujer se mantiene en el tradicional papel del agente cuidador y, además, con una doble jornada laboral en casa y fuera de ella», recuerda Amaia Bakaikoa

Leire Larrazabal

Sábado, 22 de marzo 2025, 19:47

El trabajo dentro y fuera de casa, el cuidado de los hijos, de los mayores... Si ponemos estas labores sobre la balanza, ¿sobre quién recaen en una gran medida? La corresponsabilidad en el hogar es todavía una de las asignaturas pendientes de la sociedad. La experiencia clínica y los datos estadísticos sobre cuidados, excedencias, permisos de manternidad... así lo corroboran, ya que los trabajos y responsabilidades del hogar y la familia siguen recayendo mayoritariamente sobre las mujeres y «se siguen perpetuando estructuras de organización familiar y social no válidas ni acordes con el progreso ni con las aspiraciones de una sociedad global igualitaria y justa», asegura Amaia Bakaikoa, miembro del Colegio Oficial de Psicólogos de Bizkaia, psicóloga clínica y sexóloga. «La mujer se mantiene en el tradicional papel de agente cuidador y, además, con una doble jornada laboral en casa (no retribuida) y fuera de casa (retribuida pero con brecha de género)», puntualiza.

Educar en la corresponsabilidad es un pilar clave y necesario en el avance y consecución de la igualdad entre mujeres y hombres en nuestra sociedad. «Y tod@s debemos ser agentes transformadores del cambio de esta injusticia histórica y universal», recuerda Bakaikoa. «También es importante despojarse de esos roles impuestos y para ello es importante educar en la asertividad para que las mujeres puedan enfrentarse a esas situaciones desigualitarias sin que tengan que cargar con el estigma; dado que el ideal que se espera socialmente en una mujer es ese de supeditación y de ejercer sumisamente una mayor carga de trabajo en el hogar, los cuidados... Incluso muchas veces se convierte finalmente en una autoexigencia en el llamado 'síndrome de la niña buena' y muchas mujeres se autoimponen ser ese modelo de mujer deseable idealizado por el heteropatriarcado: complaciente, agradable, servicial, entregada y antepone a los demás por encima de sí misma...», describe.

No existen fórmulas mágicas para que la corresponsabilidad en el hogar sea una realidad pero se puede trabajar desde pequeños. «Desde la infancia, debe haber un reconocimiento de las potencialidades de niñas y niños, independiente de su sexo. La coeducación consiste en educar desde la igualdad de valores, oportunidades y trato a las personas. Hay que exigir un reparto equitativo de las responsabilidades domésticas y educarles en igualdad», quiere dejar claro.

Ante todo, las mujeres, sin echarnos piedras sobre nuestro propio tejado. ¿Qué es eso de 'mi marido sí ayuda en casa'? Bakaikoa es tajante al respecto: «No se trata de ayudar, sino de ser corresponsable. Para ello es importante ser conscientes de los roles y estereotipos de género en los que hemos sido educad@s y hemos terminado normalizando. En el modelo patriarcal, las tareas del hogar y los cuidados han sido asignados a las mujeres desde el principio de los tiempos. Históricamente, el espacio público es de los hombres y la mujer queda relegada al ámbito del hogar y la familia. Y todo esto lo hemos introyectado y ahora debemos hacer una deconstrucción. Mujeres y hombres debemos primero identificar y visibilizar esos roles heteropatriarcales hegemónicos y a partir de ahí hacer una crítica que sirva de deconstruirnos y que nos lleve al cambio y hacia un modelo igualitario».

«La corresponsabilidad se educa y se enseña»

Los niños son esponjas y todo lo que perciben, lo que ven en casa lo imitan. Por lo tanto, cuidado con lo que hacemos y dejamos de hacer. «La corresponsabilidad se educa y se enseña. Y las figuras de apego son modelos a seguir por l@s niñ@s y tiene que haber una congruencia o coherencia entre lo que decimos cuando educamos en igualdad y lo que hacemos en la conducta observable. Los menores normalizan lo que ven en casa; por eso es importante no reproducir modelos de relación sexistas», aconseja la psicóloga clínica y sexóloga.

En multitud de investigaciones queda bien claro que como consecuencia de esa no corresponsabilidad la mujer no encuentra tiempo para su ocio. Ante este hecho, «se debe fomentar la conciliación para que las mujeres puedan integrar su vida laboral y familiar y puedan cumplir con sus responsabilidades laborales y familiares sin tener que elegir una u otra», subraya Bakaikoa. Y en este aspecto las empresas pueden desempeñar un papel importante. «Horarios de trabajo flexibles, permisos de maternidad... y las políticas sociales también deben favorecer la conciliación mediante por ejemplo con la ampliación del acceso a servicios de cuidado infantil y otras formas de apoyo a las familias», enumera.

Afortunadamente, en los últimos años se ha avanzado en materia de igualdad y conciliación. «Es consecuencia de la lucha de las mujeres y de las políticas sociales que en materia de igualdad se han ido implementando», achaca Bakaikoa, pero «también hay una corriente reaccionaria neomachista que trata de destruir todas esas conquistas y esos avances conseguidos», se lamenta.

Para concluir, Bakaikoa sostiene que «en general, las mujeres están muy dispuestas a compartir esas funciones y quitarse esa carga injusta. Y las nuevas masculinidades también muestran actitudes más igualitarias y corresponsables. Pero también hay un núcleo duro que se resiste a eliminar sus privilegios y pretende seguir instalado en esa dinámica tan arcaica».

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