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Bilbao ha despedido a José Miguel Otero. El empresario de ocio nocturno marcó el ritmo de la noche en Bilbao y gran parte del País Vasco durante las últimas décadas. La Rock Star de la Gran Vía bilbaína, que funciona con gran éxito, y la ... Rock Star Live, situada en el complejo baracaldés de Megapark, ya cerrada, fueron algunas de las salas que puso en marcha este profesional con una gran visión de negocio. Atrajo a grandes estrellas del rock mundial y también dejó impronta en San Sebastián. Otero fue, además, el empresario más relevante de Euskadi en el terreno de las máquinas tragaperras y los salones de juego.
Fallecido el pasado jueves, fue, sobre todo, un profesional respetado y apreciado en la noche. «Un hombre honrado, con buen criterio y coherente. El 'rey de las tragaperras'», ensalzó ayer otro destacado empresario del ocio de la capital vizcaína. «Muy querido por todos». reiteró. Amigo «de sus amigos», tenía la costumbre de reunirse cada semana con otros colegas del ocio y del mundo del espectáculo en el mítico restaurante Rogelio de Basurto. Fue directivo de Aserbi, la asociación de empresarios del recreativo de Bizkaia.
Supo manejarse en el mundo de los grandes conciertos. Por el centro de ocio Megapark, abierto en 2007 y con capacidad para más de 2.000 personas, pasaron algunas de las grandes figuras del rock mundial. Contrató a Stray Cats, Queens Of The Stone Age, Motörhead, Billy Idol, Mr. Big, Whitesnake, Tricky, Bad Religion, Miss Kittin... Acogió bombazos del momento, como Don Omar, y aún se recuerda el paso del guitarrista británico Gary Moore, muerto poco después de su actuación en Barakaldo. La presencia de artistas españoles atrajo a multitud de seguidores.
Los conciertos de la gaditana Merche, Camela, El Arrebato, Rosendo, Manuel Carrasco, Malú y M Clan, la banda liderada por Carlos Tarque, se saldaron con llenos espectaculares. Eran otros tiempos. El ritmo de trabajo fue incesante. Hubo años en que el número de actuaciones superó de largo el centenar. Las colas en los aparcamientos del recinto fueron legendarias. El negocio le fue sobre ruedas.
Hasta que en julio de 2021 cerró las puertas, asfixiado por la carestía de los alquileres y el desplome de las consumiciones. «El gran problema es que los asistentes han reducido de forma drástica el gasto. Mucha gente que acude a los conciertos no consume nada. Venimos aguantando lo que no está escrito desde hace mucho tiempo», lamentaba hace una década.
Visionario, centró su actividad en la música en vivo, pero se convirtió en el epicentro de todo tipo de fiestas. Reservaba su espacio para la presentación de toda clase de productos y exposiciones y, cuando las actuaciones en directo no llegaban, el local se convertía en punto de encuentro de una clientela eminentemente juvenil.
Explotó también el 'Quando', la discoteca de Ibáñez de Bilbao, por donde pasaron algunos de los mejores DJ's nacionales y extranjeros. La Rock Star de Bilbao, junto al Sagrado Corazón, representa uno de sus mejores legados. Ha sobrevivido a los saltos generacionales y a todo tipo modas. Acoge a público de todas las edades y lo mismo se viste con decorados caribeños que homenajea la música de los años 70 y 80. Con capacidad para 500 personas, ha acogido conciertos de bandas como Mago de Oz o Estopa. Todo gracias al genio de José Miguel Otero.
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