Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Ha fallecido a los 84 años José Ignacio Berroeta, expresidente de BBK, cuando la entidad era aún una caja de ahorros, y hombre clave en la historia de lo que hoy conocemos como Kutxabank. ¿Se puede ser banquero y tener alma y sensibilidad social? Él ... demostró que era posible.
«Vengo para hacer eso que a la gente no le suele gustar reconocer: mandar», dijo cuando entró en BBK en 1989 como director general adjunto a la Presidencia, en unas circunstancias un tanto peculiares. Estaba a punto de culminar la fusión de las cajas de ahorros Vizcaína y Municipal de Bilbao y el presidente de la primera, José Antonio Basterra, estaba muy enfermo.
Fue en una reunión del entonces líder del PNV, Xabier Arzalluz, con el copresidente de BBV, Pedro Toledo, cuando se fraguó el fichaje de Berroeta para el mundo de las cajas de ahorros. Arzalluz pidió a Toledo que le «recomendase» algún ejecutivo de banca que además de ser un buen profesional pudiese encajar en la caja de ahorros más grande del País Vasco. «Tengo en mi equipo a la persona que necesitas», le dijo Toledo sin dudarlo al presidente del PNV. Fue presidente de la entidad financiera vizcaína entre 1990 y 2003.
En la vertiente profesional, Berroeta, licenciado en Económicas por la Universidad del País Vasco, había dado sus primeros pasos en el área financiera de General Electric y más tarde en Fabrelec. Se integró en el Banco Vizcaya para formar parte de lo que en la entidad financiera se conoció como 'los comandos'. Los ejecutivos todo terreno que aterrizaban en las entidades adquiridas al Fondo de Garantía de Depósitos en situación de crisis. Berroeta diseccionó Banca Catalana para integrarla en el Banco Vizcaya con mano de hierro. Ahí, en el ejercicio de su responsabilidad profesional era duro, exigente en grado sumo, las más de las veces implacable.
En su vertiente no bancaria tenía rasgos muy marcados. Cuando casi nadie se preocupaba por ello, él había decidido aprender euskara con un profesor particular que ahora sonaría a relumbrón: Bernardo Atxaga. Trabajaba en Cáritas y siempre defendió que las personas que habían tenido oportunidades debían esforzarse para ayudar a quienes no las habían tenido. Por ello encajó como un guante en BBK, disfrutó con su obra social y fue pionero en la banca solidaria: la concesión de microcréditos a personas con escasos recursos, con una especial incidencia en los inmigrantes. Era la otra cara de la moneda, la cara humana.
Era un visionario, capaz de ir muchos kilómetros por delante en los pasos que era necesario dar. De ahí salió su personal decisión de que BBK entrase como socio en los primeros compases de Airtel –el operador móvil que fue adquirido por Vodafone- y que supuso un auténtico pelotazo en plusvalías para la entidad vizcaína. También lo fue en la decisión de apoyar el rescate financiero de la compañía guipuzcoana CAF, a cuyo consejo perteneció. Fue también consejero de Iberdrola, primero en representación de las acciones de BBK y más tarde como independiente, porque la sintonía con Ignacio Galán siempre fue total. Su frustración fue no ser capaz de conseguir la fusión de las tres cajas de ahorros del País Vasco, que tardaría muchos años en llegar.
En 2003 decidió dejar la Presidencia de la entidad financiera, antes incluso de finalizar el mandato que estaba prefijado, tras haber superado un bache en su salud. Decidió pasar a un segundo plano y dedicar todos sus esfuerzos a cultivar la vida en familia, en especial desde un pequeño refugio que tenía en Soano. Una pequeña localidad cántabra en la que había comprado una pequeña casa «de pueblo» y donde se reconocía como «el hombre más feliz del mundo cortando la hierba».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.