Muere el 'vasco de Zamora' que se convirtió en el héroe del incendio de Tábara

Aquel vídeo, que resumía en unos segundos la tragedia de los incendios registrados el pasado verano, tuvo un eco especial en Bilbao, una ciudad con la que Ángel, de madre vasca, mantenía una relación muy cercana y en la que había residido varios años. Un amigo recordaba entonces que Ángel trabajó mucho tiempo de camarero en el Koky de la calle Hurtado de Amézaga, un bar-cafetería especializado entonces en desayunos y sándwiches. Después, decidió trasladarse a Zamora, donde tenía a la mayor parte de su familia, y abrió el almacén con su mujer, Anabel, pero el vínculo con Euskadi nunca desapareció. Hoy, algunos de los amigos que seguía teniendo en la capital vizcaína evocan con tristeza al fallecido: «Sobre todo, era muy buena persona», dicen, aún aturdidos por la noticia.

El 18 de julio, al ver el pueblo amenazado por las llamas y con riesgo de que el fuego alcanzase una gasolinera cercana, Ángel no dudó en recurrir a la medida desesperada de abrir él mismo un cortafuegos. «En ese momento no lo piensas: tienes la máquina y te metes -relató entonces un testigo de lo ocurrido-. Pero el fuego corre mucho más de lo que piensa la gente, y más donde ocurrió esto, en una zona de rastrojeras: en dos minutos se metió un kilómetro, con llamas de diez o doce metros de altura». Los vecinos contemplaron, impotentes, cómo la excavadora de Ángel desaparecía de su vista, tragada por el fuego, y cómo su vecino lograba escapar de lo que parecía una muerte segura. Lo evacuó en su todoterreno el alcalde de Pozuelo de Tábara, Jesús Ángel Tomás, que contó así lo ocurrido a los informativos de 'La Sexta': «Él nada más que decía 'Anabel, Anabel, qué disgusto le voy a dar a mi mujer, ¿por qué me metería?'».

Los ayuntamientos de Tábara y Manzanal del Barco tenían organizada para este sábado una jornada solidaria en beneficio de Ángel, su héroe, que se ha suspendido al conocerse el trágico desenlace de aquel suceso.