Muere Javier Cameno, la voz de Vitoria

Nacido en Vitoria el 6 de diciembre de 1945, después de estudiar en el Seminario del camino de Ali, su primer trabajo y también primera faceta pública tuvo que ver con la radio. A los 21 años entró en Radio Vitoria, donde ejerció de locutor, redactor, jefe de Deportes y finalmente de director durante trece años, de 1966 a 1979. Su poderosa voz se hizo pronto reconocida con las retransmisiones de los partidos del Alavés. Desde la desaparecida torreta de la grada General de Mendizorroza, levantada expresamente para lanzar a las ondas los encuentros del Glorioso, siempre le quedará el honor de ser el primero que emitió en directo un partido de los albiazules. Recordaba a menudo que en una ocasión, con motivo de un enfrentamiento de liga en Vitoria, en tiempos de convulsión política, emitió los últimos minutos para tres emisoras distintas al mismo tiempo.

También ejerció el periodismo para La Voz de España, La Gaceta del Norte, Resumen Gráfico Alavés, Hierro y Egin y fue corresponsal de COPE y RNE. Su última aportación a una de sus grandes pasiones, la comunicación, la llevó a cabo con EL CORREO con motivo del centenario del Alavés. Puso voz a unos podcast que este diario publicó en su versión digital con distintos pasajes de la historia del club. Con la muerte de Cameno, la radiodifusión alavesa llora a la última de esas voces con las que crecieron, se informaron y se entretuvieron generaciones de vitorianos después de las de Judith Cobo, José María Sedano, Angelines Cobas, entre otros, compañeros en la emisora también conocida como EAJ-62.

Tras su paso radiofónico, encaminó su vida hacia el ámbito cultural con su ingreso mediante oposición en la Caja de Ahorros Provincial de Álava, de cuya Obra Social y Cultural fue jefe de 1979 a 1990. Promovió diversas y populares actividades, entre las más conocidas los concursos culturales 'Ama Lur' para niños y 'Álava, nuestra tierra' para adultos, de gran acogida por su carácter didáctico. Con la fusión de las cajas locales, la de Vitoria y la de Álava, Cameno abandonó el cargo y se empleó ya, en sus últimos años laborales, en la promoción cultural con una empresa encargada de la organización de festivales y actos culturales.

Siempre con la voz como medio de expresión y comunicación, Cameno, que fue coralista de niño, quizás una razón de peso para con los años lanzarse a la intensa promoción de la música coral. Así fundó y dirigió la Semana Coral Internacional de Álava de 1981 a 2004, un certamen que lleva a coros de medio mundo por los pueblos de la provincia. También estuvo en la gestación del festival Coral Internacional y, por supuesto, en el Europa Cantat en Vitoria en 1991, todo un acontecimiento que trajo a la capital alavesa a más de 4.000 voces de decenas de países. Su implicación con el canto le llevó también a impulsar otros festivales no sólo en Álava, sino también en otras provincias e incluso en el extranjero.

Llamado por Gonzalo Antón, Cameno entró en el consejo de administración del Deportivo Alavés en 1996 en calidad de consejero, relaciones públicas y portavoz. Fueron tres años fructíferos en lo deportivo y en lo social, con el ascenso a Primera en 1998 y por las iniciativas que puso en marcha, la recogida de juguetes para Camerún, las visitas a los niños en los hospitales vitorianos y a los presos de Nanclares y la cena de Nochebuena servida a los ancianos de las Hermanitas de los Pobres. De su militancia alavesista siempre recordaba con orgullo la insignia de oro, brillantes y platino impuesta por el entonces presidente Hipólito Lalastra en 1979 en el curso de un homenaje de las federaciones alavesas, jefes de Deportes de todas las cadenas de radio de España, deportistas y amigos.

Como buen blusa y vitoriano de pro, dos años antes, Cameno fundó la cuadrilla de 'Blusas veteranos' que cada 8 de agosto sale a las calles vitorianas para amenizar con su solera las fiestas patronales. Socio de número de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, miembros de la Sociedad de Estudios Vascos Eusko Ikaskuntza y de la Academia de las Ciencias de Vitoria, Celedones de Oro le reconoció con la dorada estatuilla en el año 2002 por su inmenso palmarés y contribución a la cultura local. Fue presidente de la institución hasta que entregó el relevo al actual, Josemari Vélez de Mendizabal, hace siete años. Pregonero de la Navidad vitoriana en 2011 y de las fiestas de La Blanca de 2012, siempre recibió el cariño de sus vecinos. Devoto de la patrona de Vitoria, hay una pasada de su vida del que estaba especialmente orgulloso. Con motivo del 25 aniversario de la Coronación de la Virgen Blanca, el 17 de octubre de 1979, fue recibido por el Papa Juan Pablo II en la plaza de San Pedro en Roma.

Después de conocido su fallecimiento, han sido numerosas las muestras de condolencia en recuerdo de uno de esos vitorianos de toda la vida cuya despedida deja un vacío imposible de reemplazar en la sociedad de la que fue popular, valorado y querido. El lunes, a las 19.30 horas, se oficiará su funeral en la parroquia de San Miguel Arcángel de Vitoria.