El alma de Villa Lucía en Laguardia

La biografía de esta mujer está llena de peldaños hacia la excelencia, empezando desde lo más humilde. Hay un dato revelador. En 2019 recibió el premio de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Álava (Ajebask) por su «sacrificio por el trabajo bien hecho».

Santamaría siempre se encontró cómoda entre los fogones porque desde que a los nueve años se fue interna al colegio de las Josefinas de Pamplona, ya le comenzó a llamar la atención la creación culinaria. Aprendió de su madre, Lucía, y de su tía Justina y también adquirió conocimientos en las cocinas del Deportivo Alavés, el Andere de Fabián Tobalina o el Marixa en Laguardia.

Esas influencias las fue aplicando en los diferentes negocios hosteleros que puso en marcha como la cafetería Altair de la Avenida de Gasteiz, la firma de catering Altair Abadía y más tarde Villa Lucía. Tuvo tiempo para publicar un libro, 'La cocina casera de Luchi' con el apoyo del crítico gastronómico Pepe Barrena. El lunes se oficiará su funeral en la iglesia de Santa María de Laguardia.