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El exjugador del Alavés Tomás Quintana Larrea falleció ayer en Vitoria a los 78 años de edad como consecuencia de una larga enfermedad. Nacido en Balmaseda (Bizkaia) el 17 de mayo de 1945, defendió la elástica albiazul por espacio de siete temporadas, largo ... y fructífero período que le dio para celebrar hasta tres ascensos, dos a Segunda División y uno a Tercera, aunque también sufrió el doloroso descenso a Regional en 1970 semanas después del fallecimiento en accidente de tráfico de su compañero Sarasola. Quintana fue un futbolista bien dotado, trabajador y muy querido por la hinchada de Mendizorroza. Llegó a ser capitán de la plantilla y pasó de los doscientos cincuenta partidos oficiales con el plantel vitoriano.
Creció como jugador en su localidad natal y prontó lo captó el Athletic, en cuyas categorías inferiores destacó de inicio. Su primer contacto con el Alavés lo tuvo como muchos otros futbolistas en aquellos años 50-60, por el servicio militar en el acuartelamiento de Araca. Jugó aquí la campaña 1967-68, rematada con el feliz ascenso a Segunda después de cuatro años. Ayerbe, Bernardo, Ezquerra, Iturrospe, Larrea, Lamarca, Kaitos, Sarasola y Tobalina fueron algunos de aquellos primeros compañeros. Marchó después al Sestao y de ahí fue traspasado al Sevilla, con quien subió a Primera en 1969 aunque apenas disputó dos encuentros.
De vuelta a casa ya sí se quedó en Vitoria con el Alavés, en la campaña 1969-70, la del peor descenso sufrido por el Glorioso en toda su historia. Pero al menos ese disgusto para él, sus compañeros y aficionados solo duró un año, pues inmediatamente el equipo regresó a Tercera como campeón del grupo guipuzcoano. Las tres siguientes campañas, con Quintana de indiscutible titular, se sucedieron los intentos por ascender a Segunda, hasta que por fin lo consiguió en 1974. Quintana jugó un último ejercicio de albiazul, 1974-75. Prueba de la estima ganada por su buen hacer en el campo y el cariño de la afición, Tomás Quintana, ya instalado con su familia en Vitoria como uno más, recibió un caluroso homenaje de su club, junto a Ángel Tella, el 30 de agosto de 1975. Fue el encuentro también de la eclosión goleadora del recién llegado a Vitoria Jorge Valdano. Le hizo tres goles al Sporting de Portugal, terminando aquel compromiso veraniego con 3-0 en el marcador.
Ya retirado del deporte profesional, Tomás Quintana montó un negocio con su compañero Frutos, una firma dedicada a la construcción e instalación de estructuras metálicas que todavía operada en la ciudad. A las cuatro de esta tarde de este viernes, 23 de junio, se celebrará una ceremonia de despedida por el exjugador en el Tanatorio Albia de Vitoria. Acto seguido sus restos serán incinerados.
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