Muchas cosas han cambiado en Álava en los últimos 75 años, pero no lo ha hecho la pasión por el deporte. En la difícil posguerra el espectáculo y la práctica deportiva eran una válvula de escape para la población. Aunque el franquismo trató de controlar ... el deporte, colegios religiosos y clubes independientes (como el Club Natación Judizmendi, la Sociedad Ciclista Vitoriana o la Excursionista Manuel Iradier) disputaban el liderazgo deportivo. No faltaban equipos femeninos, pero centrados solo en algunas especialidades, como el baloncesto. Los deportes más populares eran entonces el fútbol, la pelota vasca, el ciclismo, el montañismo y el boxeo. El Deportivo Alavés deambulaba por Tercera División, pero en poco tiempo alcanzó su segunda etapa gloriosa, ascendiendo en 1954 a Primera, alineando a Primi, Berasaluce, Gorospe, etc. Fue también la época del C.D. Vitoria (a partir de la empresa Armentia y Corres), de un renacido Aurrera y del Villosa de Llodio.
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En la cancha del Frontón Vitoriano se jugaba no solo a pelota sino también a baloncesto, con el Phillips, reconvertido en la S.D. Kas, que ascendió a División de honor en la década de 1960. La vieja cancha de la calle San Prudencio fue escenario de los triunfos de José María Palacios, Ogueta, el primer campeón manomanista profesional alavés. Además, cuando EL CORREO comenzó a patrocinar la Vuelta Ciclista a España, Vitoria se convirtió en habitual fin de etapa.
Durante la última década del franquismo, Vitoria creció y se transformó por completo. Esta modernización no se reflejó en un buen momento para el Alavés, que llegó a jugar en Regional. Solo más tarde, una mayor estabilidad, liderada por industriales como Juan Arregui, le hizo ser conocido como 'el Barcelona de Segunda'. Sin embargo, un nuevo bache estuvo a punto de hacerle desaparecer en los años ochenta. Si tomamos al equipo albiazul como termómetro, parecía que la trayectoria del deporte alavés no se correspondía con la meteórica evolución de Vitoria, que con la democracia iba a convertirse además en capital de la Euskadi autónoma. Pero, visto en su conjunto, no fue así. Por un lado, la práctica del deporte se popularizó hasta niveles desconocidos: la gente dejó de extrañarse por ver a alguien haciendo footing (como se decía entonces, aunque chirriase en oídos anglófonos) o usando la bicicleta en la vida cotidiana. Nuevas instalaciones acercaron el deporte a sectores más amplios: Gamarra, el Estadio, el complejo de Mendizorroza o los centros cívicos.
A nivel competitivo, fue la época dorada del mítico equipo ciclista Kas que, con su equipación amarilla y azul, convirtió durante dos décadas a Vitoria en punto de referencia del ciclismo mundial. Entre sus corredores, el alavés Paco Galdos llegó a ser segundo en el Giro de Italia de 1975 y abrió el camino a posteriores esforzados de la ruta, como Juan Fernández, Joseba Beloki o Mikel Landa. En montañismo, la expedición Tximist no logró hollar la cima del Everest en 1974, pero en 1999 Juanito Oiarzabal alcanzó los catorce ochomiles del planeta. Cuatro años antes, Martin Fiz había logrado el campeonato del mundo de maratón.
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Enseguida comenzó la época dorada de otro gran símbolo deportivo alavés, el Baskonia de baloncesto, que pasó de categoría provincial a debutar en Primera en 1972-1973. Desde el flamante Fernando Buesa Arena dio un salto de gigante, sumando un palmarés increíble para una ciudad como Vitoria a nivel europeo. Pasando de nuevo por vaivenes, el Alavés no le ha ido a la zaga, con tres etapas en Primera (1998-2003, 2005-2006 y de 2016 a la actualidad) y dos hitos que hubieran sido impensables para los seguidores veteranos del once babazorro: la final de la Copa de la UEFA contra el Liverpool en Dortmund en 2001 y la Copa del Rey contra el F.C. Barcelona en 2017.
Y si durante mucho tiempo los éxitos del deporte alavés parecieron circunscribirse a los hombres, en los últimos tiempos también las mujeres han logrado hazañas destacables, reflejando así uno de los grandes cambios sociales de los siglos XX y XXI. Blanca Lacambra y Maite Zúñiga abrieron la brecha en atletismo; Almudena Cid y las alavesas del equipo español Oro en las Olimpiadas de Atlanta de 1996 hicieron historia en gimnasia rítmica; Lourdes Oyarbide se proclamó campeona de España de ciclismo en ruta en 2019. En la actualidad, Vitoria cuenta con equipos de baloncesto y fútbol en las máximas categorías femeninas: el Araski y el Deportivo Alavés Gloriosas. Un sueño que seguramente no podían ni imaginar las pioneras del deporte alavés.
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