Cuestión de actitud y aptitud

Rosa Cancho

Domingo, 28 de noviembre 2021, 03:23

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Barajas de cartas, refrescos de limón, una llave alavesa, mascarillas, plasma rico en factores de crecimiento, repelentes de orines, la galleta dorada, la bicicleta BH... El ingenio alavés ha recorrido el mundo, sobre todo en las últimas y globalizadas décadas. Puede que Bill Gates, Jeff ... Bezos o Mark Zuckerberg sean hoy el ejemplo 'summun' del emprendedor, pero no todo el que ha explorado caminos nuevos buscaba el éxito empresarial. Aquel hombre o mujer que inventó la rueda seguramente que concentró sus esfuerzos en no deslomarse tanto cargando bultos y de paso logró dar un acelerón a la evolución de las civilizaciones.Pero también el cantero que perfeccionó una bujarda o el agricultor que dio fama a la patata alavesa como la mejor para la siembra. Dice la Real Academia de la Lengua que emprender «es acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro». Roman Knörr se trajo a finales del siglo XIXsu lúpulo y la fórmula de la cerveza, pero fueron su «actitud y aptitud» y esos carros con los que viajó hasta Pamplona para vender sus productos en San Fermín lo que hicieron de él un emprendedor. Sus descendientes han hecho lo propio en tiempos de guerra y de posguerra, cuando Vitoria era una ciudad pacata, cuando se abrió a la industria... En los 60 triunfaban los empresarios, sobre todo, los del sector metalúrgico, siguieron los del automóvil o los de algunos productos de alimentación. Y en los 80 y los 90 todo estaba en ebullición. Nació la CEE y la Universidad Vasca y Bill Gates revoluciona el mundo con un nuevo sistema operativo de ordenadores. Ya nadie sabe vivir sin internet ni redes sociales y aunque parezca que emprender hoy es más fácil que nunca, sigue siendo necesaria gente dispuesta a «tomar riesgos relacionados con el tiempo, el dinero y el trabajo arduo», según se recoge en las guías del buen emprendedor.