Viernes, 26 de junio 2020, 16:28
El lehendakari y candidato del PNV en las elecciones del 12 de julio se comprometió este viernes a poner de nuevo a Euskadi «en pie de manera sólida» sin tener que recurrir a los recortes pese al varapalo que sufrirán las arcas públicas, donde ... se prevé una caída de «unos 2.000 ó 3.000 millones», lo que supone un desplome de en torno al 18%. Urkullu tiró de hemeroteca para recordar que el PNV ya ha gestionado durísimas crisis como las sufridas en las décadas de los ochenta, los noventa y la Gran Recesión de 2008. Aseguró que si el PNV gobierna no meterán la tijera pero no dijo si será necesario subir los impuestos para cubrir el socavón. Lo que sí garantizó es que recurrirán al endeudamiento y al déficit para ajustar el desfase. Una decisión que está pendiente del plácet del Gobierno central a través de la Comisión Mixta del Concierto Económico.
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El también cabeza de lista jeltzale por Álava se comprometió a su vez a superar esta nueva crisis «lo más fortalecidos y juntos posible». «Yo tengo muy claro que tenemos que priorizar la garantía de los servicios públicos, apostando también por las políticas sociales», ensalzó. Tras recalcar que «no hay que dejar a nadie atrás», defendió las ayudas a las personas y colectivos más vulnerables. «Debemos mirar al futuro con confianza, con la experiencia adquirida en estos últimos años atrás para salir de crisis anteriores».
En su opinión, «hay vías» para no recortar y, en esta línea, recordó «la solvencia que muestra la capacidad de la Administración vasca, en su conjunto, particularmente la del Gobierno vasco, en base a la capacidad de endeudamiento, por haber podido reducir la deuda en el pasado». «Otra vía es la que provenga de los remanentes que hayamos podido tener en ejercicios superavitarios y que hayamos podido destinar también fondos de liquidez, que hemos implantado en esta pandemia», apostilló durante una entrevista a la radio pública vasca.
Si por la mañana estuvo en Gipuzkoa presentando sus propuestas relacionadas con el cambio climático, por la tarde lideró un acto en el centro de Bilbao rodeado de jóvenes para mostrarles su apoyo. Urkullu se comprometió a liderar «un plan de choque que posibilite un empleo y una primera experiencia laboral a 30.000 jóvenes» con un claro objetivo: «Reducir en dos años la edad de emancipación de los jóvenes a través de nuevos planes de empleo y vivienda».
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El candidato a lehendakari también anunció «la implementación de un Plan de Vivienda Juvenil» con varios compromisos: establecer un cupo del 50% de reserva preferente de vivienda protegida en régimen de alquiler para el colectivo joven; potenciar las ayudas para rebajar los gastos del alquiler; y flexibilizar el acceso al Programa Gaztelagun de acceso juvenil a una vivienda. «Vamos a desarrollar proyectos piloto, en colaboración con la juventud, para favorecer el acceso a una vivienda. Me refiero a los alojamientos dotacionales, programas de pisos compartidos y nuevas experiencias de convivencia intergeneracional», dijo.
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