El regalo que Pradales hizo a su mujer por su cumpleaños

Lo cierto es que poco se sabe de la vida personal de Pradales. Su ama, Rosa, vive en el barrio de Mamariga, en Santurtzi. A ella fue a visitar el domingo después de depositar su voto en el Centro Cultural de Portugalete. Y es que el domingo no solo era el día de acudir a las urnas, sino que también era el cumpleaños del que todo apunta será el nuevo lehendakari. 49 primaveras. Rosa crió a los cuatro hermanos, todos chicos -Imanol es el mayor-. Mientras que su aita, fallecido hace unos años, buscaba trabajo tras irse a pique su taller por culpa de la crisis industrial de los 70, ella trataba de ganar un dinero extra haciendo tortillas para los batzokis.

De su aita se acordó Pradales durante la campaña y especialmente la noche electoral. Ya en los días previos, el jueves 18, se refirió a él en una entrevista en Telebilbao. «Yo creo que estaría orgulloso», dijo en alusión al paso dado al asumir ser candidato del PNV a lehendakari. Y si ganaba, como hizo, tenía claro que «sería precioso, pero también duro». «No me llores, que además no puedes, que tienes el ojo delicado», le comentaba el presentador. Y es que durante la campaña un hombre atacó con spray pimienta al aspirante jeltzale a la salida de un mitin en Barakaldo. «Tengo la pomada puesta», le replicaba Pradales.

Se daba la circunstancia de que un día después de la entrevista, el pasado viernes, era el cumpleaños de la mujer de Imanol Pradales, Laura. ¿Qué le regaló? «Andaba detrás de un móvil de esos que se pliegan. Le gustaba a ella y a mí también...», reveló. Se lo tuvo que dar un día antes de la fecha señalada porque, según dijo, el suyo «justo cascó». «Le dije: Te lo iba a dar el viernes, pero mejor lo coges ya...», evocó Pradales. Dos días después del cumpleaños de su mujer era su turno de soplar las velas. No habló de regalos. Pero los resultados electorales, en un momento en el que se temía el 'sorpasso' de EH Bildu, bien valieron el doble.