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david guadilla
Domingo, 5 de julio 2020, 01:40
El PNV ganaría de forma cómoda las elecciones del próximo 12 de julio y mejoraría incluso sus resultados respecto a los comicios de 2016. ... La candidatura de Iñigo Urkullu se elevaría hasta los 31 escaños, un listón que la formación jeltzale solo ha superado en dos ocasiones. El sondeo de Ikerfel realizado para EL CORREO indica que a gran distancia se situaría EH Bildu, que en todo caso también mejoraría posiciones, y el PSE, que recuperaría la tercera posición en el Parlamento. Los tres se beneficiarían de la caída de Elkarrekin Podemos-IU y de PP+Cs. La coalición PNV-PSE podría gobernar con una holgada mayoría absoluta.
El sondeo se realizó entre el 22 y el 28 de junio a través de una muestra telefónica a 2.704 personas. Es decir, los últimos datos se recogieron cuando la campaña electoral ya había arrancado. El estudio certifica que los casi ocho años que Urkullu lleva en Ajuria Enea no solo no le han desgastado, sino que sale reforzado. Ni el 'caso De Miguel' ni el escándalo en las OPE de Osakidetza ni la gestión de la pandemia le pasan factura. Solo lo ocurrido en el vertedero de Zaldibar debilita la imagen del Gobierno vasco, pero en un análisis global la ciudadanía premia su gestión.
La victoria de Urkullu sería incontestable y homogénea en los tres territorios. El PNV obtendría 31 escaños, tres más que en la actualidad. Solo en dos ocasiones en los últimos 40 años los jeltzales han superado esa cifra. En 1984 y en 2001. En la primera de esas citas aún no había sufrido la escisión y en la segunda concurrieron coaligados con EA con Juan José Ibarretxe como cabeza de cartel. El último escaño en Bizkaia se lo juega por un margen de 3.000 votos con Bildu y PP+Cs y el de Gipuzkoa por 5.000 con Podemos y PSE, lo que podría dejarle al final en 29 escaños.
La candidatura de Urkullu ganaría terreno en los tres territorios, pero es en Álava donde la subida sería más notable, al incrementar en cuatro puntos su apoyo. Un voto proveniente, en un porcentaje muy alto, del PP, que en ese territorio se deja casi diez puntos de respaldo.
Los resultados del PNV provocan que a EH Bildu la mejora que registra le sirva para más bien poco. La candidatura soberanista refuerza su papel de principal partido de la oposición hasta llegar a los 20 escaños, dos más que en la actualidad. De hecho, la encuesta señala que la lista encabezada por Maddalen Iriarte es la que más incrementa su porcentaje de apoyo, en más de tres puntos. El desgaste de Elkarrekin Podemos le acerca al resultado de 2012, cuando obtuvo 21 asientos en el Parlamento. El trasvase de votos entre las dos formaciones de izquierdas parece casi matemático, según la muestra.
El otro gran beneficiado sería el PSE. Los de Idoia Mendia recuperarían la tercera plaza y revertirían el 'sorpasso' que protagonizó hace cuatro años Podemos. Los socialistas ganarían dos escaños, al pasar de 9 a 11. La ciudadanía vasca parece premiar su paso por el Ejecutivo y las diferentes instituciones en las que comparte gobierno con el PNV. Evidentemente, el PSE también rentabilizaría la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa. Subiría en los tres territorios, aunque de forma más acusada en Álava y Bizkaia. Además, estos resultados podrían ser todavía mejores, ya que no tiene muy lejos los últimos escaños de Álava y Gipuzkoa. El PSE podría situarse en 13 escaños. La última semana de campaña puede ser clave.
En cualquier caso, la suma entre el PNV y el PSE llegaría hasta los 42 escaños, superando de sobra los 38 de la mayoría absoluta y oteando para la coalición una legislatura tranquila, por lo menos en lo que se refiere a la tramitación de las leyes.
Uno de los principales temores a la hora de convocar las elecciones del 12-J era un aumento significativo de la abstención. La crisis sanitaria y situarlas en mitad de verano no auguraban nada bueno. Sin embargo, parece que no será así.
El sondeo fija un índice de participación muy similar al de 2016. Si hace cuatro años fue del 40%, en esta ocasión apenas se elevaría otro 1,5%. Es uno de los pocos epígrafes en los que sí hay diferencias por territorios. La media de Gipuzkoa es parecida a la global, pero en el caso de Bizkaia y Álava las tendencias son las contrarias.
Mientras que en el primero de los dos territorios la abstención podría elevarse hasta el 42,4%, tres puntos por encima de lo ocurrido hace cuatro años, en Álava sucedería todo lo contrario. No solo es que no subiría, es que bajaría de forma clara. Si en 2016 fue del 40,3%, el próximo 12-J rondaría el 38,9%.
En el lado contrario de la balanza se sitúan Elkarrekin Podemos-IU y PP+Cs. Ambas coaliciones retroceden de forma significativa. La lista encabezada por Miren Gorrotxategi cae hasta los 8 escaños, tres menos que en 2016. Podría maquillar algo el resultado si rasca los últimos escaños en juego en Álava y Gipuzkoa, pero la tendencia a la baja parece clara. La coalición morada sufre el desgaste de sus crisis internas –en febrero dimitió Lander Martínez– y, al contrario que el PSE, no rentabiliza que Pablo Iglesias sea vicepresidente.
Más dura todavía sería la caída de PP+Cs. La alianza llamada a ser el referente del constitucionalismo se dejaría casi la mitad de su representación, se quedaría en cinco escaños y volvería demostrar que en política la suma de dos partidos no tiene por qué convertirse en la suma de sus votos. Si le ha afectado más el discurso de Pablo Casado durante los últimos meses o la tormenta que se vivió con la salida de Alfonso Alonso está por ver, pero hay algunos datos claros. La caída en Álava sería de casi diez puntos. Serían los peores resultados del centroderecha no nacionalista desde 1986. En Bizkaia y Gipuzkoa solo obtendrían un escaño. Luis Gordillo, portavoz de Cs en Euskadi y 'número dos' por Bizkaia se quedaría fuera del Parlamento. Podría entrar José Manuel Gil, 'número tres' de Álava.
Y eso que el impacto de Vox es mínimo. Lograría superar el 3% mínimo exigible en Álava, pero se queda muy lejos de tener representación en el próximo Legislativo. Lo mismo que Equo.
Los resultados y la tendencia que marcan la encuesta, además, es homogénea y no varía en función de los territorios. En los tres suben PNV, Bildu y PSE y bajan Elkarrekin Podemos y el PP. Aunque hay matices. En Gipuzkoa, por ejemplo, la distancia entre los jeltzales y la coalición soberanista se recortaría. En Bizkaia, los jeltzales es donde menos crecen, aunque también es donde tienen complicado subir más. Se sitúan en un 42,5%, cuatro décimas más que en 2016. En Álava el desplome de PP+Cs provoca un corrimiento de piezas en el que PNV, Bildu y PSE suben entre tres y cuatro puntos gracias a un trasvase de votos transversal.
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