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La campaña ha entrado definitivamente en una nueva etapa para el PSE. Tras una primera semana eminentemente propositiva en la que su candidato a lehendakari ... fue desmenuzando el programa electoral, los socialistas han tocado a rebato. Desde el sábado, los mensajes a indecisos y simpatizantes de Podemos y Sumar para que apuesten por Eneko Andueza y el «voto útil» se han multiplicado en los mítines. También las críticas a EH Bildu. Ya no es solo dejar claro que no habrá pacto alguno para aupar a Otxandiano a Ajuria Enea sino cargar contra el «barniz social» de la coalición y sus políticas e incluso sacar a colación la vinculación con ETA de la izquierda abertzale. «Tienen una pesada mochila del pasado de la que no quieren desprenderse», se ha escuchado este domingo.
El acto del domingo estaba enfocado en los jóvenes. El PSE ha congregado en el centro de Bilbao a varias decenas de chavales para abordar sus problemas y decirles «que somos conscientes de lo que les pasa y tenemos soluciones». El acceso a la vivienda y la emancipación, el tránsito de la universidad al mercado laboral, la salud mental y la soledad no deseada... Andueza ha estado de hecho secundado por los líderes de las juventudes socialistas de Euskadi y España, Gabriel Arrúe y Víctor Camino respectivamente, pero lo cierto es que el protagonista principal de la cita ha sido EH Bildu y las incontables alusiones a su proyecto. «Va de izquierda pero lo que quiere es la independencia», ha recriminado el candidato.
El detonante, además del apretado panorama que pronostican las encuestas, es el discurso que pronunció ayer Arnaldo Otegi, en el que llamó a concentrar el voto de izquierda en su coalición. Los interpelados eran los simpatizantes de la izquierda confederal, de los que también quiere nutrirse el PSE el 21-A para mejorar sus resultados. Es por eso que Andueza ha empezado por decir que el discurso de Otegi «es más viejo que la rueda» y ha acabado acusando a la nueva generación de dirigentes de la izquierda abertzale, de la que forma parte Otxandiano, de que cuando eran jóvenes «no querían a los no nacionalistas en su Euskadi idílica».
Entre una alusión y otra el aspirante socialista ha acusado a la coalición soberanista de que «si tienen que elegir entre derechos sociales e independencia su prioridad será lo segundo» y de «querer construir una Euskadi aislada del progreso y la modernidad». Ha querido además poner el ejemplo de los planes para la transición energética. «Apuestan por el medio ambiente hasta que toca poner aerogeneradores en los municipios que gobiernan».
También ha insistido en que el modelo de país que plantea Bildu «no cabe todo el mundo» y en que «los que estuvimos del lado de la democracia durante los años duros fuimos los socialistas y no ellos». En ese sentido, Andueza ha rechazado cualquier proyecto que plante «un camino excluyente en Euskadi» y ha presentado el proyecto del PSE como «un dique de contención para que el territorio no caiga en la deriva independentista en la que calló en su momento Cataluña».
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