«Hemos empezado una fuerte remontada en Euskadi»

Superar ese recuerdo fue la satisfacción compartida entre los simpatizantes y afiliados que se congregaron en la sede levantada en un hotel de Vitoria, precisamente el feudo electoral del PP, que rescató en la capital de Euskadi su séptimo parlamentario y registró en Álava su mayor crecimiento.

De ahí que el candidato, Javier de Andrés, lo recordara en primer lugar en su intervención. En un mensaje brevísimo -no superó los cinco minutos- comenzó recordando que «teníamos un propósito, mejorar en número, en porcentaje de votos y en escaños. Y lo hemos conseguido». Insistió, acompañado en el escenario por Carlos Iturgaiz y los miembros de su ejecutiva, en señalar las diferencias del arranque de la nueva legislatura para el PP respecto a la de 2020. «Comenzamos con cuatro parlamentarios -Ciudadanos aportó otros dos a la coalición- y ahora lo hacemos con siete», sentenció para proclamar que «es el comienzo de la recuperación y del reposicionamiento del PP en el País Vasco».

La contención a la celebración de los populares vascos vino porque el escaño ganado gracias a 33.000 votos más y a un crecimiento de 2 puntos y medio en el porcentaje de papeletas depositadas en las urnas, no será suficiente para condicionar en el Parlamento la mayoría absoluta de PNV y PSE. Era uno de los objetivos que había proclamado de Andrés durante la campaña, el de dar espacio a un mensaje diferente a «las mismas políticas que los socios de Sánchez -en referencia a PNV y Bildu- vienen haciendo con diferentes siglas».

Aun así, el presidente del PP vasco señaló que había felicitado personalmente al candidato del PNV y que le ofreció «su mano tendida», aunque «sin rebasar los límites» porque «pararemos cualquier intención de ruptura». Todavía resonaban las palabras de Andrés reconociendo que «nos parece poco, nos hubiera gustado más» cuando muchos de los afiliados e interventores del partido no dejaban de mirar en las pantallas los 21.200 votos logrados por Vox en las urnas.