Jesús Andrade

El PNV reta a sus bases a «convencer a un indeciso al día» para evitar el 'sorpasso'

Pradales avisa del riesgo de que se «agriete todo lo construido» y Urkullu acusa a Bildu de «alentar la crispación y poner palos en las ruedas»

Jueves, 4 de abril 2024, 22:01

«Están a nuestro alrededor. Pueden vivir en nuestro mismo portal, coincidimos con ellos en la panadería o en la parada del autobús. Son gente normal, como nosotros. Pero tienen dudas y hay que quitárselas». El PNV inicia la campaña electoral con el reto de ... movilizar a la gran bolsa de indecisos detectada por los sondeos, superior al 25%, para evitar el temido 'sorpasso' de EH Bildu. Y en esa misión va a recurrir incluso a los métodos más analógicos, como el boca a boca. «Vamos a proponernos cada día buscar a un indeciso y convencerle de que vaya a votar... y vote al PNV. ¿Aceptáis el reto?», ha lanzado este jueves Andoni Ortuzar a las bases.

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Los jeltzales han arrancado los motores de la caravana electoral en la Plaza de la Virgen Blanca, junto al monumento de la Batalla de Vitoria que, referencias militares del siglo XIX al margen, se reproducirá, esta vez en términos democráticos, el 21 de abril. En juego, la hegemonía en Álava, el territorio más disputado y el que decantará la balanza en la pugna a nivel autonómico entre PNV y EH Bildu, que celebraba su acto a escasos 700 metros. A unos pocos más, a unos 800, el Palacio de Ajuria Enea del que Imanol Pradales se quiere convertir en inquilino durante los próximos cuatro años.

En su intervención, el candidato a lehendakari ha prometido «dejarse la piel» para mejorar los índices de bienestar -el lema elegido por Sabin Etxea para la campaña es 'Aukeratu Euskadi. Elige bienestar'- y hacerlo «sin falsas promesas». Pradales ha dibujado el marco de una disyuntiva entre «avanzar o retroceder», entre «medidas y soluciones concretas, y discursos vacíos y de laboratorio», entre «experiencia y riesgo», entre «capacidad de gestión y ocurrencias de última hora e incertidumbre». Dicho de otra forma, una confrontación reducida a dos únicas opciones: o él o Pello Otxandiano. «El futuro no está garantizado. Todo lo construido puede agrietarse», ha advertido.

«Desgastar alpargata»

Las referencias a EH Bildu han sido implícitas -la única que ha citado expresamente las siglas fue Bakartxo Tejeria- pero claras. Y quien con mayor empeño ha combatido el proyecto de la izquierda abertzale ha sido el interviniente que menos se juega el 21-A: Iñigo Urkullu. Para empezar: «Cuando este país ha vivido grandes dificultades han estado siempre a la contra, sin apoyar ni una sola medida». Continuó: «Su objetivo ha sido tratar de obtener rédito político de las dificultades sufridas por toda la sociedad vasca». Un poco más: «Su respuesta ha sido criticarlo todo, ejercer de ariete, ocultarse tras toda huelga, alentar la crispación y poner palos en las ruedas». Y como broche: «Les puede su objetivo de asaltar el poder y desalojar del gobierno de las instituciones al PNV».

Al igual que hizo el pasado domingo en el Aberri Eguna, el todavía lehendakari ha realizado una defensa cerrada del legado que entregará a su sucesor: «Somos una sociedad más cohesionada». Y su exalumno, que aspira a convertirse en ese legatario, ha recogido el guante al revelar una fotografía triunfalista: «Hoy en Euskadi vivimos bien. Cuando a los vascos nos preguntan en las encuestas que puntuemos nuestra calidad de vida, respondemos que un 7,5 sobre 10. Esto no es fruto de la casualidad».

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Aun así Pradales ha reconocido que «Euskadi puede y debe crecer en bienestar», para lo que propone una triple agenda: una para dar respuesta a las «demandas sociales» de la ciudadanía vasca; otra para «crecer como país en el contexto internacional»; y una última para «luchar contra las nuevas injusticias y desigualdades sociales». Todo ello, ha reivindicado, «con un equipo renovado y con una enorme ilusión por seguir mejorando nuestro país».

Tanto el candidato como el presidente del EBB han cerrado sus respectivos discursos con apelaciones a la militancia a «desgastar alpargata» en las próximas dos semanas. «¡Tenemos ganas, ilusión, fuerza, ideas y personas!», ha alentado Ortuzar. Pradales ha urgido a exprimir estos quince días y ha avisado: «No hagáis caso a lo que dicen las encuestas. Nuestra verdadera encuesta será el 21 de abril».

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