Vox llevó ayer su campaña electoral a Bilbao, donde celebró tres actos sin que se registraran incidentes en ninguno de ellos. Un fuerte despliegue de seguridad de la Ertzaintza, con varias decenas de antidisturbios, apoyados por un helicóptero, velaron por la seguridad en ... El Arenal, donde el partido de ultraderecha llevó a cabo un tenso mitin, en presencia de medio centenar de simpatizantes y con las protestas de un grupo de antifascistas como telón de fondo.
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Esta vez, la Policía autonómica no tuvo que intervenir. Durante el acto de El Arenal, que estaba tomado por las fuerzas de seguridad y acordonado en toda su extensión, el candidato a lehendakari, Niko Gutiérrez, pidió el cierre de ETB, Euskaltzaindia y Emakunde. Calificó estas entidades de «chiringuitos» y criticó «la ingente cantidad de dinero que se está malgastando».
Vox pidió el voto de «la clase trabajadora», de «aquellos que tienen que arrima; el hombro para levantar el país y tienen que competir, para conseguir ayudas sociales, con inmigrantes ilegales, con los que vienen a comer la sopa boba».
Gutiérrez calificó al nacionalismo de «tara de la democracia» y solicitó el fin de los perfiles lingüísticos que impiden «a miles de vascos ejercer su derecho a trabajar para la administración». El candidato a lehendakari dijo que le da «pena» ver al PP y Ciudadanos «reclamando la foralidad». «Están llenos de complejos». «Lo que hay que hacer es reivindicar la españolidad de las tierras vascas y pedir el encarcelamiento de Josu 'Ternera'».
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También reclamó el cierre de ETB1, «el segundo canal lo dejaríamos para la misa dominical», porque «es una fábrica de pequeños nacionalistas».
A Gutiérrez le sucedieron en la palabra Rocio Monasterio y Javier Ortega Smith. Monasterio dijo que Vox es «la única formación que defiende España en el País Vasco con claridad y valentía». Y calificó al PNV de «comisionistas de los que piden el impuesto revolucionario». En mitad de los gritos y silbidos de los antifascistas, la política de Vox exigió que «no se blanquee a los socios de los terroristas» y que «la única voz que defiende España» es la de su formación.
Ortega Smith, por su parte, desplegó un discurso repleto de alusiones a España, su historia y su pasado. Y censuró «las cesiones» que desde el Gobierno se han hecho siempre al País Vasco. «Jamás se debió entregar la Educación». E insistió en que en este país hay muchos «traidores, vagos y maleantes».
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Por la mañana, Vox había celebrado un paseo electoral entre Moyua e Indautxu, sin que se produjera ninguna protesta. Y, a primera hora de la tarde, había inaugurado su nueva sede en Bilbao, en Hurtado de Amézaga, junto a la plaza Zabalburu.
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