Borrar

En términos generales, la sociología electoral sostiene que la mayoría vota con la mano en el corazón, o con la mano en la cartera. A ... tiro de piedra del día 12 es obvio que el nacionalismo vasco en sus dos versiones, PNV y Bildu, ha detectado que la segunda opción es la que va a determinar el reparto de fuerzas en el Parlamento vasco. Hay un empobrecimiento real y un empobrecimiento sicológico que no permite jugar a ensoñaciones independentistas. Euskadi ahora depende más que nunca «del Estado». Del flujo de las ayudas a autónomos, parados, industrias, turismo. Como el resto de las comunidades, está pendiente de los fondos que la Unión Europea destine a España para amortiguar, en lo posible, ese derrumbe histórico del PIB que afecta al País Vasco tanto o más que al resto de las autonomías. El último dato demoledor es que Euskadi ha sido el segundo territorio donde más ha aumentado el paro. En esas condiciones, los mensajes dominantes del nacionalismo no apuntan ni a la independencia, ni a la secesión, ni al referéndum de autodeterminación, ni a la bota de Madrid. El PNV se apunta a un genérico «Euskadi zutik» (Euskadi adelante); y Bildu apuesta por el escueto «Maddalen lehendakari». No hay más que echar un vistazo al estudio sociológico que publica este periódico para comprobar que la realidad social vasca no piensa en clave nacionalista. Solo el 2% de los encuestados consideran que la autodeterminación es uno de los problemas principales de Euskadi. ¡El 2%!

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Nacionalismo de perfil bajo