david guadilla
Martes, 30 de junio 2020, 00:41
Es como un viejo mantra que se repite de forma cíclica y cada vez a un ritmo más acelerado. Cuando un partido verde triunfa en Europa, se buscan referentes en Euskadi. El espejo durante muchos años fue Alemania, pero ya no es una excepción. ... Sus homólogos ya forman parte del Gobierno de media docena de países de la Unión Europea y este fin de semana han demostrado su fuerza en las municipales francesas. En el País Vasco la carrera es otra muy diferente. De lo que se trata no es de llegar al poder, sino de pelear por un puñado de votos que pueden ser determinantes. Y si hay un escenario donde la batalla verde es más dura es Álava.
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El principal referente ecologista propiamente dicho en Euskadi es Equo. Su candidato es José Ramón Becerra, que la pasada legislatura fue parlamentario de Elkarrekin Podemos. Ayer se mostró convencido durante un acto celebrado en Zaldibar de que «la ola verde de las elecciones francesas» llegará a Euskadi y recibió el apoyo de Más País, la formación de Íñigo Errejón.
La crisis abierta en el vertedero vizcaíno podría servir para reforzar su discurso, la necesidad de una política medioambiental seria. Pero la historia de Equo es el mejor ejemplo de cómo el movimiento verde en Euskadi -y en el conjunto de España- tiene una increíble capacidad para la autodestrucción. En la pelea entre Errejón y Pablo Iglesias, la dirección nacional de Equo se puso del lado del primero, pero Juantxo López de Uralde, uno de los fundadores del partido y voz destacada durante muchos años del discurso ecologista, se quedó con Iglesias y ahora apoya a Elkarrekin Podemos-IU. Así que tenemos a Equo enfrentándose a uno de sus 'padres'.
Pero no solo eso. El pasado sábado, Mikel Otero, cabeza de lista de EH Bildu por Álava, afirmaba que «el único voto verde y sostenible» es el de la coalición soberanista. Durante décadas, la izquierda abertzale intentó patrimonializar la lucha ecologista, sobre todo, con la central de Lemoniz, la autovía de Leizaran o el TAV como principales objetivos. Los atentados de ETA, con varios asesinatos incluidos, hicieron que la capacidad de Batasuna para capitalizar el voto verde fuese más bien limitada.
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Pero ya en los últimos años EH Bildu ha visto que se trata de un terreno en el que puede recoger un número importante de apoyos y, además, reforzar su imagen de izquierda moderna. Otero, de hecho, se ha convertido en un portavoz autorizado en esta materia en los debates parlamentarios.
¿Hay tantos votantes para tantas candidaturas? No. Pero pueden ser vitales en Álava. Es el territorio donde el discurso ecologista es más determinante -al TAV se une el 'fracking'- y donde Equo puede contar con alguna opción, aunque lo tiene muy complicado. De ahí que Bildu apele al voto útil, lo mismo que Podemos. Y eso sin contar que el PSE también defiende su apuesta medioambiental y por la «transición ecológica» y que Iñigo Urkullu declaró la «emergencia climática».
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