En Euskadi han pasado muchas cosas en pocos años en el terreno de los derechos LGTBIQ+, siglas que engloban a lesbianas, gays, trans, bisexuales, intersexuales, queer y resto de identidades y orientaciones. A principios de este siglo, a Aitzole Araneta (San Sebastián, 1982), sexóloga y ... técnica de igualdad, un psiquiatra le preguntó si quería ver arder a su padre. «Si oía voces en mi cabeza o me apetecía tener muchas relaciones sexuales por vicio». No recuerda haberse sentido nunca otra cosa más que niña, mujer, pese a haber nacido con pene, pero no hace ni 20 años que fue sometida a 'terapia' para hacerla ver que si tenía genitales masculinos no podía ser otra cosa que hombre. Lo mismo intentaban sus compañeros de la escuela cuando, con 9 años, fue elegida para representarles en la Korrika y quisieron impedírselo.
Publicidad
En 2018, Ekai Lersundi, un chico de 16 años de Ondarroa, se suicidaba porque no acababa de llegar la terapia hormonal que llevaba tiempo exigiendo. Y el año pasado se estrenaba la premiada '20.000 especies de abejas', sobre Cocó, una niña de 9 años que no entiende por qué le llaman Aitor. En el ámbito legal, en febrero se firmó la reforma de la Ley Trans vasca que viene a complementar la ley estatal aprobada el año pasado.
Asume Araneta que su infancia y adolescencia hubieran sido más fáciles de haberlas vivido hoy. «Aunque queden cosas por hacer, porque aún hay agresiones». El 26% de los delitos de odio en Euskadi están relacionados con la orientación o la identidad sexual; en 2023 hubo 11 agresiones, 8 menos que el año anterior.
«La sociedad vasca acepta las nuevas realidades, que en realidad no son nuevas, y existe desde hace tiempo conocimiento para referirse a ellas, lo que pasa que se empieza a hablar con naturalidad y se pone nombre a lo que no se nombraba». Hay quien se rebela contra el lenguaje que algunos necesitan modelar para explicar lo que son y sienten: chiques, no binario... «No debería suponer problema, la sociedad está preparada para entender cosas que siempre ha habido. Tantas personas mayores han tenido que esconder su sexualidad... Solo se necesita pedagogía y explicar las cosas de forma sencilla».
Para estas elecciones pide a los políticos que incluyan una asignatura desde Primaria sobre educación de los sexos impartida por profesionales: «No se trata solo de condones, infecciones o embarazos, sino de diversidad sexual. Hace 10 años era inimaginable hablar como hoy de la realidad de los menores en situación de transexualidad, antes se veía como una elección que se daba en la edad adulta». «Hace falta implemental las leyes vasca y estatal con voluntad, presupuesto y evaluación. Que añadan en sus promesas la formación en el sector público por personal experto. Y estaría bien tener una Ley vasca 'anti-LGTBIfobia'».
Publicidad
Recuerda cuando sus padres al fin la llamaron en femenino. «Y el día que sentí el deseo de alguien a quien yo deseaba y que no necesitó explicaciones. Me dijo que me veía como yo era».
Beatriz Sever Sexóloga, especialista en transexualidad infantil, portavoz de la asociación de familias de menores transexuales Naizen y madre de un niño con vulva
Era 10 de enero de 2017 en Euskadi. En las marquesinas de los autobuses, un dibujo impactante y la frase 'Hay niñas con pene y niños con vulva. Así de sencillo'. Muchos medios de comunicación, incluidos la BBC, la CNN o la televisión portuguesa se hicieron eco de la campaña. Mes y medio después la organización ultracatólica Hazte Oír paseó un autobús contra el mensaje y gran parte de la sociedad vasca reaccionó defendiendo a la infancia trans.
Alrededor de 2015 la transexualidad en la infancia empezó a ser más visible y las familias sentimos que la ciudadanía nos arropaba. En su mayoría recibían esta realidad con sorpresa e interés, y siempre con respeto. La CAV fue pionera en 2012 con una ley que reconocía los derechos de las personas transexuales, pero tocaba actualizarla pues estaba obsoleta.
Publicidad
Estos últimos años, fruto del revuelo por la ley estatal para la igualdad real y efectiva de las personas trans, hemos percibido actitudes violentas y reaccionarias que han tenido repercusión directa en las vidas de personas reales que hasta entonces vivían tranquilas y que han sufrido las consecuencias de los bulos. Afortunadamente, en Euskadi la gran mayoría de la sociedad no está en esa línea. Además, contamos desde este año con una ley actualizada que da un paso más para despatologizar lo que es una forma más de la infinita diversidad humana. Pero para que tenga efecto deberá desarrollarse y seguiremos peleando para que así sea.
Más allá del marco legal, necesitamos una ciudadanía que siga apostando por los derechos humanos, la convivencia, la diversidad, por una sociedad en la que nadie quede fuera. Ahora que la realidad internacional tiende a la extrema derecha, al estigma, a dar pasos atrás y a recortar derechos, la sociedad vasca vuelve a dar ejemplo.
Publicidad
Egoitz Arbiol Albéniz Antropólogo y miembro de la cooperativa Hiruki Larroxa, experto en pedagogías feministas, temas LGBTI+, masculinidades y dinamización de grupos y procesos
Parece haber consenso en la sociedad vasca a favor de la diversidad sexo-genérica. Pero en la práctica, además de discursos y colectivos que demandan ir más allá, vemos prácticas en sentido contrario, discursos reaccionarios de gente que siente que se ha ido demasiado lejos, que habla de 'modas' y se aferra a los conceptos de cuerpo, género, expresión del género y deseo en un sentido radicalmente esencialista, entendiéndolos dentro del campo semántico de 'lo natural' y por lo tanto 'lo normal', siendo ambos construcciones sociales histórico-políticas.
Con cada avance en derechos sociales, sexuales, feministas, de clase... surge un frente reaccionario que intenta retroceder a marcos de estabilización, simplificación y control del género, las sexualidades y los cuerpos. Por eso es necesario seguir mirando al movimiento feminista y de liberación sexual de Euskal Herria, para no caer en discursos alarmistas. Es interesante ver cómo han aflorado formas de entender el género, la sexualidad, el cuerpo, el deseo… gracias a esta lucha.
Publicidad
En educación, se llevó a las aulas de la CAV talleres de sexualidad desde la mirada feminista, y otros de coeducación, para que niñas, niñes y niños se acercaran a realidades que no conocían por invisivilizadas, y se afirmaran en ellas. Cada vez más niñes transicionan o ponen en duda el género y se quedan en lo no binario.
Un gran reto como sociedad es alejarnos del marco patriarcal, colonialista y capitalista que exotiza, señala y desplaza a los cuerpos, géneros y deseos no normativos. Y valorar los avances legales a favor de las mujeres o las personas LGBTI+, sabiendo que el terreno ganado a la intransigencia, la Iglesia y el Estado en derechos de liberación sexual es una lucha diaria si queremos una sociedad libre de violencias.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.