Casado avisa de que votar al PNV en Euskadi es «mantener» a PSOE y Podemos en Madrid

En la práctica, las otras cuatro formaciones con representación actualmente en el Parlamento vasco apoyan de una u otra manera al Ejecutivo PSOE-Unidas Podemos. Y aunque su compañero de viaje para estas elecciones, Cs, también ha servido de sustento parlamentario al Gobierno, el jefe de la oposición quiere visibilizar la plancha de Iturgaiz como la única a contracorriente. Este domingo incluso emplazó a Sánchez a condenar el ataque sufrido por Idoia Mendia hace un mes, cuando radicales lanzaron pintura roja y pasquines amenazantes contra el portal de la aspirante socialista. «¿O es que necesita los votos de Bildu para derogar alguna reforma laboral?», sugirió.

Casado sabe que se juega mucho en esta cita con las urnas dada su apuesta personal por Iturgaiz, a quien alabó este domingo de manera insistente. «Yo no estaría en el PP si no fuera por su labor como presidente en el País Vasco ni estaría en política de no ser por una generación irrepetible que se jugó la vida por defender la libertad», dijo. El dirigente también se esforzó en subrayar la importancia de la organización vasca, «que ha hecho posible el partido a nivel nacional», y defendió la alianza con los liberales porque «demuestra que las sumas en el constitucionalismo multiplican». De hecho, se espera que en los próximos días protagonice un acto conjunto con Inés Arrimadas en Euskadi para afianzar la relación.

En un largo discurso ante decenas de cargos y militantes, el líder del PP criticó la acción del Ejecutivo central en su respuesta a la crisis económica desatada por el coronavirus. «Hoy he venido aquí en una furgoneta 'made in Vitoria'. ¿Y qué ha hecho Sánchez? Demonizar el sector del motor y dar unas ayudas que son un tercio de las de Francia», afirmó. El dirigente popular cree que el Gobierno debe reducir los impuestos porque, en caso contrario, «las empresas cerrarán y echarán a la calle a personas que deberán cobrar el desempleo».

Iturgaiz extendió esa aspiración a suelo vasco. «Cuando el PNV habla de armonización fiscal, nosotros hablamos de bajar impuestos», contrapuso. En opinión del candidato a lehendakari, la suma de Sánchez, Iglesias y Urkullu «forma una resta que está engulliendo el crecimiento económico y el empleo». Denunció, además, la «falta de esperanza» para los jóvenes vascos: «El PNV tiene un plan nacional vasco, igual que sus siglas, pero solo para enchufar a gente del partido». Así, se comprometió a acabar con «los chiringuitos» de los jeltzales.