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El lehendakari José Antonio Ardanza. E. C.
Ardanza, respeto y cariño
Opinión

Ardanza, respeto y cariño

Miércoles, 10 de abril 2024, 00:08

Hoy despediremos al lehendakari Ardanza en Elorrio, la villa donde nació y vivió en diferentes etapas de su vida. Era frecuente que en sus recuerdos se retrotrajera a los tiempos de su niñez y al ambiente de postguerra y dictadura que allí vivió. Nos hablaba ... de un entorno físico y social donde eran aún patentes los efectos que las batallas militares y el inicio de la dictadura habían dejado en el paisaje y en el corazón de los habitantes de la villa señorial. En aquel Elorrio de la década de los cuarenta algunas familias ejercían de vencedores y otras se resignaron a la derrota. Ardanza, miembro de una familia nacionalista, recordaba como paseaba agarrado a la mano de su padre y, al pasar delante de una casa próxima, le oía decir: ume, hor dagoz gure etxetik lapurtutako gauzak (hijo, en esa casa están los objetos que se llevaron cuando desvalijaron nuestro hogar). Y añadía, acto seguido, que nunca hubo un deseo de venganza en aquel recuerdo, pero sí una lección para el futuro: «Perdonar sí, olvidar no».

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