Bildu plantea una Ertzaintza de «cercanía», con menos armas, sin Brigada Móvil y que ceda poder a las Policías locales

En una campaña en la que apuesta de forma deliberada por un mensaje centrado en el ámbito social que no genere demasiadas estridencias, es en lo referido a la Ertzaintza donde EH Bildu mantiene uno de sus discursos más contundentes. Porque lo que propone, básicamente, es darle la vuelta como un calcetín a la Policía autonómica, quitarle atribuciones en beneficio de otros cuerpos locales, reducir el uso de armas y disolver la Brigada Móvil, una de las unidades más criticadas durante años por la izquierda abertzale.

El programa electoral, presentado el jueves por el candidato a lehendakari, Pello Otxandiano, destaca que «las medidas reactivas-represivas puras se han revelado ineficaces para la consecución de la seguridad» y que el objetivo de la coalición es «equilibrar seguridad con garantía del ejercicio de los derechos y libertades fundamentales». EH Bildu plantea un «redimensionamiento de los servicios de seguridad» para hacerla más «comunitaria» y «de proximidad».

«Patrulla desarmada»

Y dentro de esa estrategia, una de las principales claves es la «desmilitarización», con un «programa para la disminución del uso de armas de fuego, realizando un programa piloto de patrulla desarmada y confección de un catálogo de actuaciones que se prestarán sin armas». También aboga por analizar «los efectos reales de las denominadas 'armas no letales' (lanzadores de foam, taser)» y «reubicar a los agentes de la Brigada Móvil en las atribuciones normales de seguridad ciudadana en las comisarías de las capitales».

El encargado de presentar en público las líneas maestras de ese plan ha sido Julen Arzuaga, secretario de Libertades Democráticas de EH Bildu, quien ha defendido la necesidad de un «servicio público que, desde la transparencia y la dación de cuentas, garantice una seguridad con derechos».

La coalición soberanista apuesta por una Policía de «cercanía», una transformación que debe abordar «cuestiones espinosa como es el empleo de la fuerza, las intervenciones ante el derecho a la huelga, los desahucios o la aplicación de la Ley Mordaza». Tras denunciar casos de «violencia policial desproporcionada», Arzuaga considera que es prioritario recuperar «la dirección política sobre la actuación policial».