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EH Bildu cerró este viernes la campaña electoral convencida de que el 'sorpasso' al PNV sigue estando al alcance de la mano a pesar de que la estrategia marcada se ha salido del carril previsto en la última semana a raíz de las declaraciones de ... Pello Otxandiano sobre qué significó ETA. El pasado vuelve a condicionar el futuro de la coalición soberanista, pero aun así creen que sigue habiendo margen para ganar al PNV. Al menos en escaños. Pero también en votos. «Vamos a superar los 300.000», vaticinó Arnaldo Otegi, una cifra nunca alcanzada por EH Bildu, cuyo récord son los 277.000 de Laura Mintegi en 2012. «El cambio ya está aquí. Vamos a obtener los mejores resultados de nuestra historia», se mostró seguro Otxandiano.
El candidato a lehendakari celebró su último mitin de cara al 21-A en la Plaza Nueva de Bilbao en el que se oyeron gritos de «ari ari ari, Pello lehendakari». Y lo hizo arropado, no solo por el coordinador general y Oihana Etxebarrieta, 'número dos' en la lista por Bizkaia, sino por dos de los principales socios y referentes de EH Bildu: ERC y Sinn Fein. A la cita en la capital vizcaína acudieron el presidente de la Generalitat,Pere Aragonès –que ya le recibió en febrero en el Palau– y el ministro de Finanzas de Irlanda del Norte, Conor Murphy. A esto se sumaron los mensajes en vídeo mandados desde Suiza por la secretaria general de los republicanos, Marta Rovira; por la presidenta de Irlanda delNorte, la también republicana, Michelle O'Neill; y por el expresidente uruguayo y referente de la izquierda Pepe Mujica.
A escasos metros de la fiesta de fin de campaña que el PNV hacía en El Arenal, EH Bildu trató de trasladar a los suyos la «esperanza» de que el «cambio» es posible. Otxandiano, que fue presentado por Aragonès como «el próximo lehendakari», defendió el trabajo realizado por EH Bildu en los últimos meses y, en especial, durante la campaña.
Se mostró convencido de que su apuesta por «elevar el debate político ha sido acertada» y que ya «nadie niega la necesidad de un cambio en los tres territorios». Algo que se ha conseguido con un «liderazgo intelectual y moral». Otxandiano recalcó que «el cambio es ahora» y prometió a sus bases que «no voy a fallar a esas expectativas de cambio».
«Manos tendidas»
Con argumentos similares se expresó Otegi, quien vaticinó que «lo que nos jugamos va a tener consecuencias en el conjunto del país». Habló de «manos tendidas» y «alianzas abiertas» y se mostró optimista sobre lo que puede suceder mañana. Otegi tiró de metáforas y afirmó que «somos sirimiri, el domingo seremos lluvia y podremos ser mar». Y aventuró varios objetivos concretos: que superarán los 300.000 votos y que estarán «más cerca de los treinta que de los veinte escaños»; ahora tienen 21.
Para lograrlo, Otegi hizo un llamamiento a varias bandas. A los votantes de formaciones como Elkarrekin Podemos oSumar –aunque no mencionó de forma expresa a ninguna de las dos–, apelando al voto útil porque «somos la izquierda que suma». A los del PNV, dirigiéndose «a los abertzales» que no encuentran representada «su ambición en términos nacionales». «No les pido el voto para EH Bildu, sino para la vieja nación vasca.Con sentido patriótico, les digo que sólo habrá suma de abertzales si EHBildu tiene la posición más firme y sólida en estas elecciones», zanjó.
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