Podemos no escapa de su debilidad territorial

Este martes, las elecciones madrileñas no fueron una excepción para los de Iglesias, que pese a mejorar sus resultados de 2019 (han pasado del 5,6% de los votos al 7,21%) siguen estando lejos de las formaciones como el PP o el PSOE, su gran anhelo, y tampoco logran dar el sorpaso a Más Madrid, la formación que rechazó la confluencia unitaria. «De los socialistas y populares nos gustaría parecernos a su estructura territorial», confesaba a este periódico el secretario general de los morados y ahora candidato el año pasado, tras marcar en la III Asamblea Ciudadana del partido un cambio de rumbo hacia una organización más tradicional de Unidas Podemos.

Pero esto no ha logrado revertir la sangría de poder autonómico, ni siquiera con una candidatura encabezada, de forma inesperada, por el propio Iglesias. El 12 de julio de 2020, también en unos comicios marcados por la pandemia, los morados fueron barridos del Parlamento gallego y pasaron de once a seis diputados en la Cámara vasca.

Desde 2018, también han perdido a todos los representantes que tenían en los parlamentos de Cantabria y Castilla-La Mancha. Las «derrotas sin paliativos» se repitieron en Baleares, donde pasaron de tener diez diputados en 2015 a los seis actuales; en Canarias (de siete a cuatro); en Castilla y León (de diez a dos); en la Comunidad Valenciana (de trece a ocho)... Y la lista sigue sin que ningún territorio se salve de la quema. Tampoco Madrid, cuna del partido en enero de 2014.