De los leones del Congreso a la silueta de Don Celes
Entre bambalinas. ·
Un repaso al antes y el después del debate en EL CORREO, con una nueva irrupción inesperada de Correos en la campañaSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Entre bambalinas. ·
Un repaso al antes y el después del debate en EL CORREO, con una nueva irrupción inesperada de Correos en la campañaEn cierto modo, por mucho que pertenezcan a distintos partidos, los políticos no dejan de ser compañeros de trabajo que se ven varios días a la semana en sus parlamentos y sus cosas. A lo mejor a nosotros nos produce cierta impresión recibir de una ... tacada a varios candidatos, esos que nos miran estos días desde mil carteles y diez mil pantallas, pero para ellos no deja de ser rutina laboral: es como cuando nosotros entramos al curro y saludamos al vecino de ordenador, o al encargado de la sección, o a la chica de otro departamento que nos cruzamos por un pasillo. De los cinco participantes en el debate de esta mañana en la sede de EL CORREO, cuatro son diputados, así que la mayor diferencia con una jornada normal ha sido que, en lugar de los leones del Congreso, este jueves les ha recibido la silueta troquelada de Don Celes, que parece mucho menos fiero.
Tampoco los políticos lo son muy de cerca. «Yo a veces me siento un yorkshire intentando morder: por el tamaño, no por la fuerza», comentaba Bea Fanjul, del PP, que ha llegado la primera a la cita. Era la única mujer del lote, y eso hay que remediarlo cuanto antes. No solo por avanzar hacia la igualdad, sino también pensando en los pobres cronistas de ambiente de estos asuntos: los cuatro señores candidatos se han presentado vestidos en distintos tonos de azul, con una monocromía indumentaria aburridísima y casi inquietante. ¿Qué puede comentar ahí un pobre periodista? Quizá que parecían repartidos en dos equipos desiguales: Fanjul, de salmón y blanco, y el resto, a su lado y azulado, y la verdad es que el debate ha tenido mucho de esa división en dos bloques que ya parecía insinuar la moda.
Lander Martínez, de Sumar, y Oskar Matute, de EH Bildu, han aparecido a las 11.30 clavadas, y Patxi López, del PSE, cinco minutos después. Se han saludado («te has casado, ¿verdad?», le ha preguntado Fanjul a Martínez; «ya te he oído en Radio Euskadi», le ha dicho Matute a López) y se han colocado tras sus atriles. Como no parecían animados a charlar mucho, preguntémosles por alguna cuestión importante. ¿Quizá alguna medida clave sobre fiscalidad? No, que de eso ya hablarán luego. Entonces... ¿a qué hora se han levantado? Fanjul responde que a las seis y queda como reina de los madrugadores: «Normalmente me levanto a las siete y media». Matute, a las ocho y veinte: «Vengo de Labastida, porque anoche tuve mitin en Oion».
Hombre, otros han madrugado más. «¡A lo mejor otros tienen más problemas de sueño!». Martínez, a las nueve: «Tengo excusa porque me quedé viendo el debate y el posdebate de TVE». ¿Y ya le mereció la pena? «Claro, claro», valora él muy 'yolandista'. López, a las siete: «Es mi horario habitual de campaña. He hecho ya Radio Euskadi y ETB-2: al ser la segunda fuerza política, nos tocan las entrevistas el jueves». Y coincide en hora con Aitor Esteban, del PNV, que ha llegado el último porque también tenía un compromiso anterior: «La campaña es intensa», suspira.
¿Y cuánto tardan en elegir su ropa para un debate? «Yo llevo días con la misma: mi cuarto ha dejado de ser mi cuarto. Creo que mi jornada de reflexión va a ser más bien jornada de lavadora», explica Fanjul. «Yo tardo muy poco, ¡a la vista está!», se contempla Matute, que este jueves ha venido en versión «seria», es decir, con camisa con cuellos. Martínez admite que a lo mejor puede dedicar hasta media hora al asunto: «La primera cuestión es decidir si americana sí o americana no. Depende de muchas cosas: del canal, de quién vaya, de si he llevado americana en el anterior...». Hoy ha tocado sin. ¿Y la camisa? «La verdad es que la mayoría de mis camisas 'oficiales' son de este color». López soluciona el asunto por la vía más rápida: «Lo que tarde en preguntarle a Begoña qué me pongo». Y Esteban, el único encorbatado de la jornada, confiesa que le da «alguna vuelta» al tema: «Hoy he traído corbata porque vengo del Fórum Nueva Economía».
Es curioso comparar los diez minutos anteriores al debate, en un silencio expectante y casi litúrgico que Patxi López relaja con algún comentario travieso (cuando le dicen que mire al pilotito rojo de la cámara, exclama «¡todo rojo!»), y los diez minutos inmediatamente posteriores, con los nervios destensados y la tarea ya hecha. «Es que lo de tener un minuto para hablar es un poco agobiante: te da la sensación de que no llegas y de que vas a dejar alguna idea a medias», destaca Esteban.
Llega el momento de las fotos, primero ante una imagen del Congreso y después en la calle, y a los candidatos se les pone un semáforo en rojo antes de lo esperado y tienen que echar a correr, los cinco a una. Ahí les entra la risa y, por un momento, más que compañeros de curro, parecen compañeros de clase. Sobre todo, al darse cuenta de que el vehículo que ha estado a punto de llevárselos por delante pertenece a una entidad protagonista de esta campaña: es una furgoneta de Correos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.