«La química con el PNV no ha sido buena y eso hay que tratar de evitar»

– El PNV pierde la hegemonía de Trapagaran y gana el PSE. ¿Cuánto fue la última victoria socialista en las urnas?

– Hace tres legislaturas que el PSE no consigue la Alcaldía; ganamos en votos pero un acuerdo entre PNV y EH Bildu nos quitó el gobierno. No creo que se repita ese escenario. Habrá que empezar a sentarse con los partidos. En Trapagaran, para bien o para mal, siempre ha habido una tradición de pactos entre PSE y PNV. Depende mucho de la química que hay entre las personas.

– ¿Hay buena química entre jeltzales y socialistas tras esta legislatura compartiendo gobierno?

– La verdad es que no ha sido buena, y eso es lo que hay que tratar de evitar. Por poner un ejemplo, el último Presupuesto que tenemos es el que se aprobó en septiembre de 2022, con lo que de lo poco que pudimos pactar con el PNV, no se ha cumplido nada. Cualquier pequeña obra que dejas de ejecutar es malo para los vecinos.

– A pesar de ser la fuerza más votada, ha logrado treinta apoyos menos que hace cuatro años. ¿Qué valoración hace de la jornada electoral?

– Lo principal es que ha subido la abstención. Yo siempre digo en bromas que si no votas no puedes criticar los próximos cuatro años. Hay que ir a votar para ver mayorías más claras. La peculiaridad es que, aun bajando un puñado de apoyos, hemos sido la fuerza más votada. La otra cara de la moneda es que el PNV ha bajado más de 700 apoyos. Nosotros hemos recuperado la confianza de los vecinos y nos dispondremos a intentar gobernar.

– ¿Preveía estos resultados?

– Llevo casi cinco años de diputado foral de Transportes, siendo concejal y portavoz del PSE en Trapagaran. Nunca he dejado de mirar por mi pueblo y de intentar recuperar la Alcaldía. Veía el descontento generalizado de los vecinos hacia la gestión municipal, por lo que pensaba que era factible volver a ser la lista más votada.

– ¿Cómo vivió la noche electoral?

– Yo ya llevo muchas noches electorales. Lo viví con tranquilidad, viendo cómo llegaban los resultados de cada mesa. En algunas ganábamos por poco, en otras perdíamos también por poco... Había un poco de incertidumbre. Luego, a celebrarlo en la Casa del Pueblo. Recibí mensajes de felicitación hasta las cuatro de la mañana.

– Al no alcanzar la mayoría absoluta, parece necesario pactar, aunque también está la opción de gobernar en minoría. ¿Dibuja algún escenario?

– Las ejecutivas harán su balance. Lo deseable es llegar a un acuerdo que dé estabilidad al Ayuntamiento durante los próximos cuatro años. Como decía, a priori, la tradición es con el PNV.

– ¿Repetiría un gobierno de coalición con el PNV a pesar de la mala química esta legislatura?

– Más allá de las siglas, están las personas. Han renovado la plancha electoral, entra gente nueva y con ellos no hay por qué pensar que no nos vamos a llevar bien. Se haga el acuerdo con quien se haga, que haya buena relación y se mejore la vida de los vecinos.

– Si Elkarrekin Podemos apoya a EH Bildu durante el pleno de constitución del Ayuntamiento (logrando seis escaños pero más votos en total que el PSE), y los socialistas no llegan a ningún acuerdo con el PNV, los abertzales podrían llegar a gobernar por primera vez en la localidad minera...

– Los escenarios son múltiples. Hay muchas variantes en Trapagaran, aunque a priori lo veo un poco complicado. Se intentará llegar a acuerdos que den la mayor estabilidad al municipio. Lo mejor es buscar el mayor consenso entre partidos. Cuanto más estable sea el gobierno municipal, mejor para todos, sobre todo para los vecinos.

– ¿Qué viene ahora?

– Hasta el día 17 yo seguiré trabajando en el cargo de diputado foral de Transportes. Si resulto elegido alcalde de Trapagaran, tendré que dimitir y dedicarme a ser regidor, que es lo que deseo y para lo que me he presentado, para dedicarme en cuerpo y alma a los vecinos de mi pueblo.