El PNV consolidaría su poder el 28-M con la incógnita de Vitoria

El sondeo del Gabinete de Prospección Sociológica, dependiente de Lehendakaritza, revela una fotografía muy parecida a la que dejaron las urnas en 2019, cuando el PNV reforzó su poder municipal y foral en los tres territorios históricos y sus respectivas capitales. Con más de 3.000 entrevistas telefónicas, el trabajo de campo, eso sí, se realizó entre el 2 y el 5 de mayo, una semana antes de que este jueves diera comienzo oficialmente la campaña para el 28-M y los partidos se afanaran por movilizar a sus bases.

Sin duda, y a tenor del estudio, Vitoria será la gran batalla de la noche electoral. Allí PNV (23,8%), EH Bildu (22,7%) y PSE-EE (21,2%) se disputan la victoria por un puñado de votos –separados por sólo 2,6 puntos– y el PP (18,5%) se resiste a descolgarse. Los nacionalistas, que presentan a Beatriz Artolazabal en sustitución de Gorka Urtaran, calcarían los siete concejales que tienen ahora y los socialistas, con Maider Etxebarria, sus seis. La coalición abertzale pasaría a ser la segunda fuerza al arrebatar un edil a Elkarrekin Podemos (2), mientras que el PP (5) igualaría representación y Vox se quedaría lejos de entrar, con un 3,2%.

A diferencia de la capital alavesa, Bilbao apenas deja incógnitas. El jeltzale Juan Mari Aburto volvería ser el más votado, incluso con más apoyos que en 2019, aunque se mantendría en 14 ediles, a sólo uno de la mayoría absoluta. La conseguiría sin problemas junto al PSE-EE, su actual socio, que revalidaría sus cinco actas. Eso sí, los socialistas se verían adelantados por EH Bildu por apenas medio punto, con la misma representación. La formación soberanista crecería a costa de Podemos, que baja de tres a dos, y se queda como última fuerza detrás del PP, que seguiría en tres.

La tónica es muy parecida en San Sebastián, donde Eneko Goia repetiría victoria con 10 concejales, si bien perdería dos puntos de apoyo. También descenderían sus aliados del PSE-EE, pero seguirían teniendo cinco asientos, como ahora. Entre ambos, EH Bildu, que recupera al exalcalde Juan Karlos Izagirre, se confirmaría como alternativa al ser el único partido en crecer. Pasaría de seis a siete ediles gracias al retroceso de Podemos, que perdería uno y se quedaría en dos. Por su parte, el PP igualaría con Borja Corominas las tres actas que recabó Borja Sémper.

En clave foral, la gran batalla se prevé en Gipuzkoa, donde PNV y EH Bildu se disputan la victoria. Según el Sociómetro, que no calcula el reparto de escaños, los jeltzales calcarían con Eider Mendoza el resultado que Markel Olano logró hace cuatro años (35,9%). Sin embargo, los soberanistas, que presentan a Maddalen Iriarte como candidata a diputada general, recortarían la brecha de 4 puntos porcentuales a sólo 2,8. El PSE-EE volvería a ser decisivo a pesar de experimentar una ligera bajada, Podemos también caería y sólo el PP firmaría una tímida subida hasta rozar el 5%.

En Bizkaia, el panorama está mucho más claro. La gran duda es si el 44,2% de votos que lograría el PNV serviría para obtener la mayoría absoluta en las Juntas de Gernika. Hace cuatro años no le valió con el 43,5% pero se quedó a un solo escaño. Por detrás, EH Bildu seguiría siendo segunda fuerza al recabar el 22% de las papeletas, la mitad que los jeltzales. Los socialistas caerían algo menos de un punto hasta el 15,4%, pero el gran retroceso lo experimentaría Podemos al dejarse un cuarto de sus apoyos. El PP prácticamente calcaría resultado y apenas sube una décima.

Por último, en Álava, Ramiro González estaría en disposición de volver a ser diputado general porque el PNV crecería más de un punto, hasta el 31% de las papeletas. La misma subida la registraría EH Bildu, hasta superar el 22%. Por detrás, el PSE-EE cae ligeramente (18,2%) y el PP, por el contrario, gana terreno hasta alcanzar el 15,4%. Nuevamente, el mayor retroceso sería el de Podemos: del 10% al 7%. Por su parte, Vox doblaría apoyos hasta llegar al 3%, una cifra que le permitiría irrumpir con algún apoderado en las Juntas alavesas.