«Yo misma tuve que irme de Bilbao, los jóvenes necesitan buenas condiciones para quedarse»

- Sustituye a Alfonso Gil, que fue un factótum para el PSE-EE en Bilbao. ¿Le pesa?

- No, yo estoy muy orgullosa de la gestión que hizo Alfonso y de sucederle ahora, pero creo que tenemos dos perfiles diferentes, cada uno a nuestro estilo.

- En 2019 lograron volver a ser segunda fuerza 24 años después gracias al 'efecto Sánchez'. ¿Temen que ahora les toque pagar el desgaste del presidente?

- Para nada, ha demostrado que podemos salir reforzados de una crisis con un escudo social muy importante. Las medidas sociales del Gobierno son una tarjeta de presentación fundamental porque todos los bilbaínos se han visto beneficiados de ellas.

- ¿Cree que la ciudadanía está percibiendo el sello del PSE-EE como socio minoritario en el actual equipo de gobierno?

- Creo que sí. Hemos puesto en marcha muchas medidas que tienen una clara impronta socialista. Lo hemos hecho a nivel municipal, foral, autonómico y nacional. Lo que percibo en la calle es que la gente lo nota.

- Pues, según una encuesta del Ayuntamiento, los bilbaínos conceden un 6,42 a la actuación del PNV y un 4,97 al PSE-EE.

- Si hay un partido que ha estado detrás de medidas que benefician a todas las personas y a que la ciudad siga avanzando, es el PSE-EE. Hemos hecho una gran gestión.

- ¿Le preocupa que se pueda estar viendo a su partido como un mero apoyo para que el PNV siga gobernando?

- No lo creo. Hemos sido capaces de acordar políticas para que Bilbao vaya mejor, pero también hemos discrepado en otros temas como los descuentos en el transporte público. Somos dos partidos diferentes.

- ¿Estaría dispuesta a explorar una alternativa con EH Bildu y Elkarrekin Podemos?

- A mí me gustaría ser alcaldesa y lo haría con quienes quieran hacer avanzar la ciudad. Me importa más el 'para qué' que el 'con quién'.

- ¿Reeditar el pacto con el PNV es la primera opción?

- Mi primera opción es ser alcaldesa. La segunda, podremos valorarla a partir del 29 de mayo.

- En este mandato han tenido enfrentamientos como el de la peatonalización del último tramo de la Gran Vía. Como concejala de Movilidad, ¿cómo explica que no se haya ejecutado?

- No hablaría de enfrentamientos, sino de diferencias. En el caso de la Gran Vía, teníamos dos visiones distintas. Era una medida que se recogía en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible y yo había hablado ya con áreas del PNV para ponerla en marcha. Yo seguiré defendiendo que hay que ganar espacios para el peatón.

- ¿Aburto ejerció de freno?

- Lo vio de una forma diferente. Quería profundizar en los estudios, aunque los análisis técnicos, fundamentales en este caso, avalaban la medida.

- En el anterior mandato también chocaron por la instalación de un peaje a la entrada de Bilbao. ¿Han renunciado a ello?

- Hemos avanzado hacia otras necesidades. Por ejemplo, el hecho de que en unos meses tengamos que tener en marcha una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) ya supone un avance para que los vehículos contaminantes dejen de circular por la ciudad.

- Esa ZBE debería haber entrado en vigor el 1 de enero, según la Ley de Cambio Climático.

- La ley habla de 2023 pero el decreto que la regula se publicó en diciembre. Hemos ido avanzando en todos los estudios técnicos para que luego nadie pueda cuestionar cómo es esa zona. Hemos querido asegurarnos.

- Tras el 'Bilbao a 30' y las bicis eléctricas, ¿cuál es el próximo paso de la movilidad?

- La ciudad de las personas. Consiste en ir ganando espacios peatonales. Las calles deben ser espacios de convivencia, donde los niños jueguen, los jóvenes hagan deporte y los mayores tomen el aire.

- ¿Es inevitable que las peatonalizaciones generen quejas?

- Todos los cambios conllevan dudas al principio, pero el tiempo nos acaba dando la razón. Las peatonalizaciones tienen un impacto positivo en la calidad del aire, reducen el ruido y benefician al comercio.

- Hablando de movilidad, abordemos la llegada del TAV. El PNV ha admitido que la llegada del PSOE al Gobierno central supuso un frenazo en las obras.

- No estoy para nada de acuerdo, son unas declaraciones que no responden a la realidad. El Partido Socialista ha demostrado que Bilbao es una ciudad prioritaria. Siempre ha favorecido todos los avances.

- ¿Qué se debe hacer en los terrenos que va a liberar el soterramiento en Abando?

- Es una zona de oportunidad para Bilbao y debe convertirse en un espacio interesante para el desarrollo económico, para la cohesión social y para la vivienda. Queremos que el 10% de los pisos que se hagan se gestionen a través de Viviendas Municipales porque no tenemos pisos de alquiler social en el centro de la ciudad.

- Abando y Zorrozaurre serán claves en el reto demográfico para la atracción de talento.

- Hay que darle un impulso para que Bilbao vuelva a convertirse en una ciudad que atraiga talento y retenga el que ya tenemos. Yo misma tuve que irme fuera a comenzar mi carrera profesional y me gustaría que los jóvenes pudieran quedarse. Pero para eso necesitan buenas condiciones, empleos de calidad, políticas de conciliación y acceso a la vivienda a precios asequibles.

- ¿Qué propone en ese último campo?

- La ley de vivienda recién aprobada es una herramienta que nos va a venir muy bien. Los ayuntamientos vamos a tener más capacidad para favorecer este derecho. Tenemos unos alquileres en torno a los 800 euros, 1.000 en el centro, así que debemos ser valientes y adoptar fórmulas nuevas.

- Explique alguna.

- Debemos movilizar toda la vivienda vacía de la ciudad. Hay unos 2.000 pisos que se pueden sacar al alquiler, así que debemos acompañar a los propietarios para que se animen a poner esas casas a disposición.

- Vayamos a la cuestión que más preocupa a la ciudadanía. ¿Usted definiría Bilbao como una ciudad insegura?

- No lo creo, pero soy consciente de que genera preocupación. Y mientras haya un solo bilbaíno que se sienta inseguro, tenemos que tomar medidas. Debemos repensar el modelo de seguridad. Tenemos un Pacto por la Seguridad Ciudadana que no está teniendo los efectos esperados.

- ¿Hay que reformularlo?

- El pacto se firmó en 2018 y tenía un horizonte hasta 2023. Eran 35 medidas y muchas de ellas siguen vigentes. Debemos darle otro impulso, volver a plantear un pacto y hacerlo desde el consenso. Lo tenemos que hacer escuchando tanto a la ciudadanía como a la Policía Municipal.

- ¿Avala ese eslogan del «palo al delincuente» de Aburto?

- A mí no me gustan los grandes titulares, soy más de acción.

- ¿Y qué se plantea hacer?

- En el PSE-EE proponemos un modelo realmente de cercanía. Por ejemplo, queremos crear la figura de los agentes de movilidad. En Bilbao tenemos una media de dos manifestaciones al día, un montón de eventos deportivos y conciertos que exigen cortes de tráfico, cambios en la circulación... Un nuevo cuerpo gestionaría todo lo relativo a la movilidad para que el resto de la Policía Municipal pueda centrarse realmente en la prevención de los delitos y estar presente en las calles, atendiendo a los vecinos.