Las otras candidaturas del 28-M
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Medio centenar de planchas concurren a plazas en las Juntas Generales o en alguno de los 112 ayuntamientos de Bizkaia. Sólo a la Alcaldía de Bilbao se presentan 13 partidosEn los últimos comicios forales, 16.362 vizcaínos optaron por fuerzas que no obtuvieron representación y más de 5.000 votaron en blanco. Además de los partidos que ya cuentan con sillones en las instituciones vizcaínas, más de 40 candidaturas quieren hacerse este domingo un ... hueco en alguno de los 112 ayuntamientos o en uno de los parlamentos más antiguos de Europa. La capital vizcaína es la plaza más deseada y además de las formaciones que se sientan en el salón de plenos, otras ocho planchas se postulan para la Alcaldía. De entre ellas, cuatro aspiran también a obtener representación en Gernika, a las que se suma también una plataforma vecinal para «salvar» Las Encartaciones.
Agrupaciones vecinales encartadas como Zalla Bai, Indaz-Azi Independientes de Abanto-Zierbena, Karrantza Zabala o el CLI de Balmaseda y entidades sociales y culturales se han unido en una candidatura que confía en dar la campanada. Se presentan, como es lógico, por la circunscripción de Las Encartaciones a Juntas Generales para que la comarca «tenga voz y visibilidad». Txomin Etxebarria, vecino de Balmaseda e investigador con más de 90 libros publicados sobre la comarca lidera la plancha. «Que nos saquen del empobrecimiento al que nos han sometido el resto de partidos, que han convertido la comarca en el trastero de Bizkaia y la han dividido de forma artificial en Las Encartaciones, la Margen Izquierda y la Zona Minera para restarnos visibilidad. Estamos en el olvido y en el ninguneo», relata Ricardo Santamaría, segundo en la lista. «Somos campeones en paro, en perceptores de RGI, y de vez en cuando nos regalan alguna inversión en forma de caramelo envenenado. Necesitamos un plan de desarrollo que nos equipare al resto de comarcas», clama.
Hace cuatro años fue la fuerza más votada que se quedó sin representación en Gernika con 7.000 votos. Ahora el partido naranja solo concurre al Ayuntamiento de Bilbao, donde logró 3.722 sufragios en las municipales. «Somos la alternativa liberal para lograr una ciudad más plural, contra el monopolio nacionalista y el populismo», relata su candidato, Raúl Alonso, vecino de Santutxu de 46 años y con formación profesional en automoción. Entre sus propuestas está mejorar la seguridad incrementando la presencia de agentes y de comisarías, rebajar las tasas para apoyar a los comercios y locales de hostelería, «que todavía no se han recuperado de los cierres impuestos» e impulsar «la llegada del tranvía a Olabeaga, Zorroza, Rekalde, Autonomía y Cortes». Para dar vida a las calles, quiere facilitar el desarrollo de eventos y actos culturales por parte de las asociaciones. «Se dan facilidades a los macroeventos y para los vecinos es todo burocracia», sostiene. También propone priorizar la creación de vivienda pública y la puesta en marcha de otras políticas para facilitar el acceso a la misma a los jóvenes.
La formación que lidera Santiago Abascal fue la segunda más apoyada que se quedó sin representación al obtener 5.532 sufragios en toda Bizkaia y 1.910 a la Alcaldía de Bilbao. Ahora, el joven Diego Setién aspira a obtener representación en el Consistorio de la capital. La formación se ha presentado también a las municipales en Galdakao, Getxo, Barakaldo, Sestao, Portugalete, Santurtzi, Sestao, Santurtzi y aspira a tener presencia en las Juntas Generales.
La candidatura vecinal Stop irrumpe en todas las circunscripciones electorales a las Juntas y presenta listas en Getxo y en Bilbao. Se definen como un partido contra «la partitocracia y la involución democrática» que aglutina a «disidentes de todo tipo en defensa de los derechos humanos y de las libertades» y que tratará de revertir la «privatización de la sanidad pública, de la educación» y de suministros básicos «como el agua». Está basado en batzarres, o en grupos ciudadanos que ejercen de «contrapoder». Critica la gestión de la pandemia, de las vacunas y el «globalismo».
El candidato a la Alcaldía de Bilbao es Patxi Alaña, que forma parte del colectivo Bizitza. Entre sus propuestas está la mejora de la seguridad, introduciendo «cambios legislativos para que se penalicen los hurtos», eliminar el IVA en productos básicos, la reconversión de lonjas vacías en viviendas y la introducción de terapias alternativas en Osakidetza. La formación defiende la necesidad de impulsar auditorías del gasto público, de poner coto a los macroproyectos que suponen «privatizar fondos públicos que pasan a empresas de las mismas familias» y pararle los «pies a las multinacionales y a la banca, a la que nadie hace frente».
El Partido Humanista también quiere una plaza en las Juntas Generales por la circunscripción de Durango-Arratia. Y ha presentado candidaturas a los ayuntamientos de Basauri y de Bilbao. «El humanismo entiende la política como pasión por la justicia social», relata la candidata en la capital vizcaína, Conchi Martínez, de 61 años y trabajadora en una residencia de mayores.
A su juicio, «la falta de futuro de los jóvenes y las dificultades de acceso a la vivienda, al trabajo digno, a la salud y a una educación pública, gratuita y de calidad son una forma de violencia. Se plantean obras faraónicas, pero la gente está cada vez peor». Entre otras medidas, defiende la creación de la banca municipal sin intereses, cooperativas de vivienda en suelo público, foros vecinales que canalicen la participación ciudadana y planes para frenar el uso de psicofármacos en los jóvenes y en los niños.
«Ahora, la política se ha convertido en una lucha de eslóganes y formas vacías mientras el ciudadano medio se va alejando de toda participación. Sobra la desigualdad, sobra la violencia, sobra la intolerancia y la crispación, sobra el determinismo que nos ahoga en la desesperanza y que descarta la posibilidad de construir otro futuro antes siquiera de haberlo intentado», apunta.
Se presentan al Ayuntamiento de Bilbao, pero también al de Ermua. En la capital vizcaína, el cabeza de lista es el joven Unai Vidaurrazaga, de 32 años y licenciado en Filosofía, cuyo fin último es transformar el sistema y mejorar la vida de los trabajadores repartiendo la riqueza y terminando «con la explotación». Su programa para las municipales se centra en la necesidad de garantizar el acceso a la vivienda, en la defensa de los servicios públicos, haciendo frente a los desahucios e intentando que los segundos no sean «recortados ni subcontratados». Además, también defiende que las personas obtengan ayuda para satisfacer sus necesidades básicas ante el alza de los precios de la luz, la gasolina y la cesta de la compra. «No hay que pensar en el voto útil, nosotros somos una alternativa», manifiesta.
Miguel Osorio es el candidato a la Alcaldía de Bilbao del partido Por Un Mundo Más Justo, uno de los impulsores de la IL que logró 600.000 firmas para lograr la regularización extraordinaria de emigrantes. De 48 años y venezolano de origen, diplomado en Ciencias Empresariales y licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración, se dedica al sector aeronáutico. Defiende la total transparencia en las cuentas públicas y de los partidos, la hospitalidad con las personas migrantes y el derecho a la vivienda y al bienestar social.
«Apostamos por una participación más auténtica, por la inclusión y la interculturalidad. Somos el partido de la diversidad, pero no solo para inmigrantes, si no para todos. Nuestra prioridad son los barrios más olvidados y las personas más vulnerables. Defendemos cuestiones básicas». Ejemplifica que algunos barrios llevan años pidiendo unas simples escaleras mecánicas para que los mayores suban con menos esfuerzo. «Los partidos tradicionales llegan, prometen y se marchan. Hay mucho malestar», relata.
El Partido Animalista Con el Medio Ambiente tiene más de mil fieles en la capital vizcaína. 1.232 en las últimas municipales y más de 326.000 en toda España, pero la ley electoral siempre les deja fuera del sistema. La bilbaína Laiene Herreros, de 38 años es la candidata animalista a la Alcaldía de Bilbao. De 38 años e ingeniera informática, es autónoma desde hace una década. Se involucró desde su juventud en el activismo por los animales. Se dio de bruces con su «maltrato y sufrimiento», con la impunidad de los responsables y el «pasotismo» de la mayor parte de la sociedad y de los partidos.
Ahora quiere ser la voz de los más desvalidos. Propone profundizar en el programa CES de captura, esterilización y suelta de gatos callejeros, la mejora de la perrera municipal, el apoyo a las asociaciones protectoras de la ciudad, terminar con los festejos que implican sufrimiento animal y revertir la concesión de la gestión de la plaza de toros de Vista Alegre. «Cada vez tiene menos público», manifiesta.
Defiende la gestión de las palomas urbanas, por ejemplo a través de piensos anticonceptivos -«para el Ayuntamiento la única solución es matarlas», dice-, perseguir los delitos contra los animales y el medio ambiente en la ciudad, además impulsar la red de bidegorris, el transporte público y la mejora de los espacios caninos. También apuesta por medidas para proteger el patrimonio natural, contra el cambio climático y a favor de «la justicia social».
La formación que pretende canalizar el descontento ciudadano y hacerlo visible con butacas vacías en los parlamentos aspira a formar huecos en Juntas -se presentan por la circunscripción de Encartaciones, y también por la de Bilbao- y en el salón de plenos de la capital vizcaína. Los candidatos renuncian a los puestos si obtienen representación y así contribuyen a reducir el gasto público y a que los políticos se replanteen las cosas. Ya lo han conseguido en seis ocasiones.
La «alcaldable» es María Cruz Pascual, vecina de Indautxu y trabajadora en una empresa familiar. «Me gustaba la libertad de votar, pero no me sentía representada. Escaños en Blanco es la verdadera oportunidad de que el voto blanco no sirva para beneficiar el resto. Es la verdadera oportunidad de votar a nadie. Porque, ¿qué pasa con toda la gente que se abstiene o que vota en blanco? Absolutamente nada, porque los parlamentos siguen llenos», explica.
«¿Qué pasaría si todas esas personas votaran a Escaños en Blanco y más de mitad de butacas en todas las instituciones se quedaran vacías? Entonces sí seríamos visibles, ahorraríamos en políticos y asesores y les haríamos reflexionar», invita, tras asegurar que así quedaría demostrado que no hacen falta tantos cargos.
Las claves
34,3% es el porcentaje del censo -311.637 personas - que no ejerció su derecho en las últimas elecciones forales. Más que los que apoyaron a la lista más votada.
16.362 vizcaínos confiaron en partidos que no obtuvieron representación. 5.000 votaron en blanco y 4.615 sufragios fueron nulos. En total votaron 593.412 personas.
Escaños en blanco «Somos la verdadera oportunidad de votar a nadie, porque siempre renunciamos al cargo»
PACMA Los animalistas superaron los 326.000 votos en las generales, pero quedan fuera por la ley electoral
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