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JOSÉ doMÍNGUEZ
Jueves, 16 de mayo 2019, 00:52
Europa no empieza en los Pirineos. Está mucho más cerca. Convivimos con ella a diario. Las directivas del Parlamento de Bruselas marcan la política más local y su presencia se deja sentir cada vez que subimos al metro, abrimos el grifo o vaciamos la cisterna. ... Porque está detrás de los grandes proyectos –y de muchos pequeños– que han modernizado la provincia, erigiéndola en polo económico y de investigación. Polígonos industriales como el técnológico de Zamudio o el de Abanto y Zierbena, el corredor del Cadagua y la Variante Sur, Zabalgarbi y la planta de tratamiento biológico de residuos, el plan integral de saneamiento... Incluso el Palacio Euskalduna o el Museo Marítimo de Bilbao. Todos han contado con financiación comunitaria. Sólo la Diputación ha recibido más de 380 millones en dos décadas. Y el Gobierno vasco otros 438 desde 2014, la mitad para el territorio y con atención al sector agrario, al pesquero... Incluso a la lucha contra el paro. Bizkaia es Europa.
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La Comisión Gestora de Zorrozaurre y la sociedad municipal Surbisa han diseñado un plan integral de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI) para transformar la isla y que, a medida que se vaya ejecutando, recibirá del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) un total de 9,3 millones de euros. Esta ambiciosa actuación busca avanzar en la idea de 'ciudad inteligente'. Así, en todas las actuaciones que se ejecuten en la isla se primará el acceso a las tecnologías de la información (TICs) de gran calidad para generalizar su uso.
Otro de los retos pasa por aprovechar el futuro ensanche de Bilbao para acelerar la transición de la villa hacia una economía baja en carbono, con transportes no contaminantes y producción de energía renovable. Y, con un objetivo similar, las subvenciones europeas también quieren salvaguardar el medio ambiente y fomentar la eficiencia de los recursos naturales. Finalmente, este dinero también se aprovechará en proyectos que fomenten la reinserción social y redoblen los esfuerzos en la lucha contra la pobreza mediante la rehabilitación de espacios y antiguos edificios que permitan generar todo tipo de empleos.
Las ayudas en Zorrozaurre, en cualquier caso, no se limitan a las administraciones públicas. Los fondos Feder, a través del proyecto Urban Innovative Actions (UIA), ya han asignado otros 4,6 millones de euros para financiar hasta el 80% del centro docente As Fabrik, impulsado por la Universidad de Mondragón y el propio Ayuntamiento, y que abrirá sus puertas en la isla en septiembre. Su objetivo es impulsar 36 ideas de negocio en los servicios avanzados para la industria 4.0.
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La sociedad pública para la regeneración urbanística de la localidad, Sestao Berri, ultima los trámites para recibir 1,3 millones de ayudas del proyecto europeo EU-GUGLE, en el que participa desde 2013. La entidad, integrada al 50% por el Ayuntamiento y el Gobierno vasco, ha invertido 10 millones en reformar cinco edificios, pero la financiación comunitaria se centra solo en una eficiencia energética que, además de mejoras térmicas, garantiza la climatización en estos pisos gracias a una calefacción central de barrio. También Europa aportará hasta un millón a la rehabilitación de la antigua escuela de aprendices.
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La Diputación construirá antes de fin de año un bidegorri entre Santurtzi y Zierbena. Tendrá 2,6 kilómetros y un vallado de protección de los 10.600 vehículos que pasan al día por la N-639. Cuesta 1,2 millones de euros cofinanciados por el FEDER.
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Esta misma semana ha comenzado la reparación de la pasarela giratoria de Ondarroa, inutilizada desde agosto de 2016 y que estará concluida en nueve meses. Los trabajos han sido adjudicados por 664.000 y estarán cofinanciados por la comunidad europea al favorecer la movilidad sostenible y, al mismo tiempo, garantizar la recuperación de un importante patrimonio histórico de la localidad y de Bizkaia. No en vano, la pasarela ondarresa es un caso único a nivel nacional y una de las pocas de su tipología. Es más, está declarada Bien Cultural con la categoría de Monumento en el Inventario de Patrimonio Cultural vasco.
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Tras cinco años de trabajo, el proyecto LIFE+ Ordunte ha garantizado la conservación de los hábitats y especies que conforman este ecosistema en clavado en la sierra de Carranza, entorno protegido e incluido en Natura 2000, la red ecológica europea cuya misión es salvaguardar las zonas más valiosas del continente. La iniciativa, que costó 2,5 millones cofinanciados a partes iguales por Bruselas y la Administración vasca, preserva especies botánicas únicas en Euskadi como la algodonosa Eriophorum vaginatum, en peligro de extinción. Y también la Turbera de Zalama, uno de los hábitats más amenazados de Europa.
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La Agencia Vasca del Agua-Ura ultima las obras para minimizar el riesgo de inundaciones del Cadagua a su paso por el barrio de Mimetiz, en Zalla. Con un presupuesto de 4,3 millones de euros, financiados a medias por la UE y Euskadi, los trabajos han aumentado la capacidad del cauce a lo largo de un kilómetro e incluyen la sustitución del puente de El Charco por otro sin apoyos en la lámina de agua. Sólo en materia de lucha contra las inundaciones, los fondos FEDER han invertido 17,2 millones en Euskadi desde 2104.
Apuesta decidida por la Investigación y la innovación. La UE se ha volcado esta legislatura en promover un continente 'inteligente, sostenible e integrador'. Y en ese marco ha aportado 23 millones de euros a financiar al 50% iniciativas públicas y privadas del País Vasco que promuevan la innovación, el desarrollo tecnológico de las empresas y los centros de I+D y de excelencia más las sinergias y vínculos que se puedan generar entre ambos.
Una boya para aprovechar la energía que generan las olas. Desde el otoño de 2016 una boya aprovecha la energía de las olas para generar electricidad frente a la costa de Armintza, en Lemoiz. El proyecto ha absorbido ya una inversión de 3,5 millones, la mitad de los cuales han sido aportados por los fondos FEDER.
Aportación vital al desarrollo de la red viaria vizcaína. Entre 1994 y 2006, los fondos FEDER fueron vitales para el desarrollo de las infraestructuras viarias de Bizkaia. La inversión europea permitió habilitar buena parte del corredor del Cadagua, las variantes de Elorrio, Gernika, Ondarroa y Zeanuri o el tramo Bolue-Mimenaga en Uribe Kosta. También los accesos de Zaratamo y Arrigorriaga, el enlace de Derio, el de Ibarrekolanda y la variante baja de Deusto en Bilbao, entre otras.
Regeneración integral de la parte baja de Barakaldo. El Programa Urban Barakaldo supuso la regeneración de la parte baja de la localidad afectada por la crisis industrial de los años 70. Lo lideró la sociedad Bilbao Ría 2000 y entre 1995-1999 recibió importante ayudas de la Comisión Europea y del Fondo Social Europeo.
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