Aznar augura en Bilbao una «suelta de terroristas» por el apoyo de Bildu a Sánchez

El exlíder del PP ha participado este martes en Bilbao en un acto junto a las candidatas a la Alcaldía y a la Diputación, Esther Martínez y Raquel González, respectivamente. En un largo discurso en el que ha alertado de la creciente influencia de la izquierda abertzale en Madrid, ha censurado que la gobernabilidad de España haya recaído «en manos de minorías extremistas», en referencia a los «separatistas» de ERC, los «antiguos terroristas» de EH Bildu y los «buscarrecompensas» del PNV.

«Sin el apoyo de esta gente, Sánchez no sería nunca presidente. Por eso convierte a antiguos terroristas en una fuerza decisiva, porque lo que le importa es estar en el poder al precio que sea y que lo paguen los españoles», ha precisado Aznar. El PSOE, al que ha citado reiteradamente como «el partido de Sánchez» y no por sus siglas, habría dejado de ser «un baluarte constitucional» para convertirse en «un problema constitucional» e incluso sería capaz, según el exjefe del Ejecutivo, de convocar una consulta sobre la independencia de Cataluña. «La soberanía española no es fragmentable y la nación tiene derecho a defenderse si es atacada», ha asegurado.

Al margen de las referencias a la política nacional, el expresidente del Gobierno también ha lamentado el «declive» económico y social que, en su opinión, vive Euskadi desde hace décadas. Aznar ha cargado especialmente contra la gestión del PNV y sus políticas, «que sólo valen si excluyen porque no existe nacionalismo que no sea excluyente». Ha criticado, por ejemplo, que los vascos, pese a contar con un instrumento como el Concierto Económico, paguen más impuestos que los madrileños. Ha defendido así la política fiscal de Ayuso, «basada en la libertad». «¿Dónde está el viejo espíritu empresarial del País Vasco, aquel orgullo industrial? ¿Por qué se ha perdido?», se ha preguntado en su intervención.

También Carlos Iturgaiz ha abundado en las críticas a la formación jeltzale. El líder del PP vasco ha hecho un duro retrato de un partido «corrupto y clientelista» que apoya al Gobierno de Sánchez y sus leyes «generadoras de alarma social» en Madrid mientras gestiona Euskadi «como si fuera un batzoki» y «como si los demás estuviéramos de alquiler en esta tierra».