Amaia del Campo (PNV), nueva alcaldesa de Barakaldo

Amaia del Campo revalida su tercera legislatura consecutiva en Barakaldo

El PNV fue la fuerza más votada en las pasadas elecciones del 28 de mayo, con 15.403 votos, dejándose no obstante casi 3.700 papeletas respecto a los anteriores comicios. Pese a todo, lograron mantener a sus once concejales. Esto, unido al apoyo que le ha brindado su socio de gobierno hasta la fecha, el PSE, con sus siete ediles –perdieron uno en las urnas– votando como candidata a Del Campo, ha permitido que haya mayoría en el gobierno de la nueva Corporación municipal de la localidad fabril.

Un apoyo, no obstante, que ha llegado con matices. El PSE lo quiso dejar claro ya que este sábado, después de varias reuniones, aún no se había sellado un acuerdo entre ambas formaciones para el reparto de áreas y la formalización del equipo de gobierno. Por ello Carlos Fernández, el líder de los socialistas, remarcó, tanto a la hora de apuntar que no presentarían candidato alguno, como en el posterior proceso de votaciones, que su postura en el pleno de constitución venía dada «en cumplimiento del acuerdo alcanzado y suscrito por el PSE y el PNV a nivel de Euskadi», para gobernar tanto en instituciones superiores como en el ámbito local.

Las discrepancias entre ambos son una constante en los últimos años. En 2019 esta misma investidura contó con el voto en blanco del PSE, lo que forzaba a los jeltzales a gobernar en minoría. Amaia del Campo llegó a anunciar que en su equipo no iban a entrar los socialistas, pero tres meses después las dos formaciones sellaron la paz con una coalición que se ha mantenido con altibajos hasta este mismo viernes.

En las votaciones, en las que todos los concejales emitieron de viva voz su decisión (ninguno solicitó realizar este procedimiento de manera secreta), Del Campo terminó con dieciocho apoyos. María Solar, de EH Bildu, logró los de sus propios representantes. Lo mismo sucedió con Casimiro Castaño, de Elkarrekin Barakaldo, que cosechó el voto de su compañera Itziar Celis. El PP, al igual que el PSE, optó por no presentar candidatura alguna, y en su caso decidió abstenerse.

El apunte curioso de la mañana lo protagonizó Ángel Madrazo, concejal socialista nombrado por ser el más mayor (65 años) miembro de la Mesa de edad. Madrazo explicó los diferentes puntos del orden del día y, a la hora de dar paso a todos los grupos para presentar sus candidaturas se saltó su propia formación. También declaró a Del Campo alcaldesa antes de que ella misma, como mero formalismo, aceptara el cargo.

La oposición, en la que aún figuran los socialistas, está formada en estos momentos por dieciséis ediles, cinco más que los concejales del PNV. Cuando se cierren las negociaciones para formar equipo de gobierno, EH Bildu pasará a encabezar la otra bancada, con cinco representantes, después de haber ganado dos escaños en las elecciones. El grupo que también ha crecido en el pleno ha sido el PP, que ya no tendrá únicamente a Víctor Rodríguez como portavoz: logró sumar un segundo concejal para los próximos cuatro años. Una nueva etapa en la que Elkarrekin Barakaldo ha perdido fuerza, pasando de ser el tercer partido con más representación en el Ayuntamiento, con cinco ediles, a quedarse con tan solo dos, como los populares.

Amaia del Campo, como ya lo hiciera en 2019, aprovechó su discurso para hacer autocrítica, pidió perdón por los errores cometidos y «por no haber sido capaz de satisfacer todas las expectativas», pero aseguró que en los próximos años estará a la altura de lo que sus vecinos esperan de ella. Un trabajo que hará «con la misma emoción, compromiso y responsabilidad, e incluso más, que cuando fui nombrada por primera vez», añadió. La regidora prometió el inicio de una legislatura «de diálogo», y anunció que se pondrán en marcha iniciativas que construirán «un Barakaldo con un futuro más próspero».

Los socialistas destacaron que han estado «en el origen y en el desarrollo de todos los grandes proyectos transformadores que han impulsado a esta ciudad en los últimos cuarenta años», y quieren «seguir siendo decisivos en esa trascendental labor». EH Bildu, por su parte, volvió a manifestar que Barakaldo «necesita nuevos liderazgos», mientras que Elkarrekin dejó claro que una de las cosas que más precisa la urbe es «una visión igualitaria e inclusiva».

El PP, por su parte, reclamó que en esta legislatura haya «más consenso, diálogo y participación». Los populares afirmaron que se mostrarán «vigilantes y fiscalizadores de lo que no nos parezca oportuno, en beneficio de todos los baracaldeses».