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Por si hay algún despistado que aún no lo sabe, la palabra que define el comportamiento de los gobernantes, sean políticos o no es 'responsabilidad'. ... Ya sé que, a veces parece que, a la palabra, le falta una 'I' por delante, tal como se comportan algunos/as, pero es así.
De donde se deriva la idea de que, la mejor forma de gobierno de una ciudad, de un territorio, Vitoria, Álava, pongo por caso, sería que todos y todas quienes aspiran a gobernar la compartieran. De esta manera se evitarían determinadas situaciones que se producen cuando solo una parte de los aspirantes a gobernar asumen responsabilidades mientras que los que no las asumen pueden mostrarse lo irresponsables que quieran poniendo todo tipo de zancadillas a los primeros solo por el hecho de no haberlo conseguido ellos.
También se evitaría otra situación, la de que los responsables puedan mostrarse totalmente irresponsables porque, al final, nadie les va a decir demasiado. Bueno sí, en las siguientes elecciones, pero para cuando eso ocurra ya se encargará todo su aparato de apoyo de demostrar que, si ganan esta vez, palabrita del Niño Jesús, van a ser más responsables que nunca. Así que, mientras, barra libre para hacer y deshacer, a veces, con manifiestas muestras de poca responsabilidad.
Para superar esta deficiencia propongo un sistema de gobierno de responsabilidad compartida. ¡Si!, no les llame la atención. Parto de que voy leyendo todas las propuestas que van haciendo los candidatos alcalde y diputado general y, en realidad, en la mayoría de los casos, veo cosas que estarían bien que se hicieran todas. No advierto graves: « pues si se hace esto no se puede hacer aquello». ¡No! Veo que cada partido se ha fijado en algo que no está bien, para mejorar, y que no se opone a lo que dicen otros que hay que mejorar. Me ha llamado la atención, solamente, un comentario que he leído de un político que debió decir: «Araba necesita un revolcón». Como todos entendemos lo que eso significa, comprendo que haya habido candidatas que se hayan enfadado por una expresión tan grosera y machista pero, en general, se puede sumar. Lo que unos piensan hacer y lo que otros piensan pueden ser complementarios.
Cómo articular esta posibilidad, muy sencillo. Según el número de votos, cada partido consigue una concejalía, máximo dos, si han sacado muchos votos. De manera que todos tienen un concejal, por lo menos. El primer alcalde se sortea y se va cambiando por turno, cada equis tiempo. Lo mismo con el diputado general, que se turna con sus diputados y el presidente de las Juntas Generales, que se turna con sus junteros. No valen las coaliciones ni los vetos. Cada partido va a poder hacer lo que ha prometido en campaña, tanto en Vitoria como en Álava.
De esa manera, en poco tiempo, todas las mejoras estarán realizadas. Se me podrá argüir que, con este modelo, en una legislatura, lo más dos, Vitoria y Álava estarán tan 'amejoradas' que ya no habrá falta ni concejales, ni diputados. Y no lo niego. Pero, bueno, siempre quedará algo que, si no mejorar, sí pulir y, si no, pues se les puede ocupar en otras tareas, además de la de casar. También pienso que se nos puede encargar a unos cuantos, en plan jubiletas, para estar todo el día: pues eso no, si bien ya está, pero... Más o menos, como pasa ahora.
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