«Tenemos que evitar que Vitoria atraiga a nuestra gente, que se la lleve»

«Tenemos que buscar un enganche, evitar de alguna manera que la macrocefalia de Vitoria atraiga a nuestra gente, que se la lleve», declaró ayer a EL CORREO. Propósito nada sencillo, pero para el que tiene un plan junto a su equipo, siete concejales por seis de la oposición, mayoría absoluta. «Generar empleo, atraer empresas para que Agurain se mantenga como núcleo industrial de la Llanada, facilitar espacios amables y mejorar la frecuencia de los transportes públicos», enumera entre sus objetivos este abogado de 51 años que dejará la dirección de Política Familiar y Diversidad del Gobierno vasco para entregarse a la Alcaldía.

Pero Salvatierra, con la mayor población de su historia -casi 5.300 vecinos-, y la menor tasa de paro (11%), también maneja macroproyectos, como la depuradora de aguas residuales, la conversión del solar de Curtidos en viviendas y un parque fluvial o la construcción de un polideportivo. «Quiero ser un alcalde que se preocupe mucho de las personas, de su día a día, de que se sientan a gusto con los servicios municipales».

Y se proclama «alcalde de todos los aguraindarras, no solo de los 1.088 que me votaron». De talante conciliador, pero sin necesidad de pactos, desea «una oposición constructiva y fuerte para buscar el bien del pueblo alejándonos de los matices». Valora «el carisma y la gran trayectoria» de su antecesor, Iñaki Beraza, pero Sainz marcará su propio camino, paralelo a esa N-1 que hace de Salvatierra «un lugar estratégico y atractivo».