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Los focos se están centrando en la batalla política por hacerse con la Alcaldía de Vitoria, pero no es la única a la que se enfrenta Álava en las dos próximas semanas. Uno de cada cuatro ayuntamientos del territorio está pendiente de las negociaciones para ... decidir quién será su próximo regidor. Las fórmulas para hacerse con el poder en esos doce municipios son dispares y las supuestas lógicas de la capital no funcionan allí. «Aquí en muchos casos son filias y fobias o temas familiares», apunta uno de los regidores que ha salido derrotado en los comicios.
Los independientes de Llodio, Omnia, ya han dejado claro que apoyarán a EH Bildu o el PNV, y que al final se decantarán por quien facilite su entrada en el próximo gobierno. Por su parte, Iratxe Parro, de Aiara Batuz y segunda candidata con más votos en Ayala, acaba de iniciar las conversaciones. «Tenemos la misma cercanía con jeltzales o abertzales, lo que sucede es que tras la experiencia en la oposición ya nos vemos preparados para subir un escalón», indica.
Los independientes gobernarán Ribera Baja salvo que una llamada desde Vitoria ordene lo contrario. Ribera Baja Bizirik sumó cuatro concejales, pero la tensa relación que históricamente ha existido entre el PNV (3 ediles) y el PP (2) en la localidad hacen muy complicado que conformen una alternativa. «Todo puede ocurrir en política y si firman una alianza, la ciudadanía seguramente les castigue en las siguientes elecciones», predice Amado Martínez de Iturrate, ganador el pasado domingo.
Se repite el escenario de hace cuatro años. El voto de Ana Salazar, secretaria general del PP en Álava, vuelve a ser decisivo en el Consistorio porque tendrá que elegir entre abstenerse y permitir que EH Bildu, al ser la lista más votada, gobierne o apoyar al PNV, que conservaría el poder como en los últimos treinta años. En Zigoitia también necesitarán entenderse el PNV y el PP para evitar que los abertzales recuperen el poder.
A orillas del pantano de Ullíbarri-Gamboa han empatado a tres ediles PNV (194 papeletas), los independientes de Goazen (188) y EH Bildu (167). El desgaste jeltzale tras 44 años en el poder y el descontento por la gestión más reciente del gobierno municipal han impulsado una lista sin 'color' político compuesta por gente que estuvo al frente de las juntas administrativas. «Es que nosotros nos hemos dedicado a solucionar los problemas de la ciudadanía», reivindica Fernando Murillo, portavoz de Goazen. Es probable que reciban el apoyo de la coalición abertzale para dar inicio a un nuevo tiempo.
La izquierda abertzale está a punto de perder uno de sus grandes feudos en Álava. La suma del PNV (cuatro concejales) y del PSE (dos) supera los que posee EH Bildu (cinco). Desde la noche electoral, los independentistas dan por hecho que están ante sus últimos días al frente de esta institución y que la alianza entre jeltzales y socialistas impedirá que Juan Cruz Jainaga repita en el puesto.
Nadie espera que se abran negociaciones en Bernedo. El PNV y EH Bildu cuentan con tres concejales, mientras que el PP tiene uno. Los jeltzales fueron la lista más votada el 28-M, lo que les da prioridad en caso de empate en el pleno de investidura, y los abertzales ni se plantean 'cortejar' a la formación conservadora, al menos desde el foco de la capital.
El PNV ganó por 19 votos a la Agrupación Independiente de Alegría (AIA). Aun así, esa candidatura no adscrita a ningún gran partido, y que gobierna el municipio desde hace ocho años, puede repetir si EH Bildu les apoya. «Es una posibilidad real», reconoce Joseba Koldo Garitagoitia, alcalde en funciones, quien apunta que se han dado un plazo de una semana para «analizar y digerir» los resultados. De momento, no han mantenido contactos oficiales con nadie y habrá que «esperar» a ver qué pide y ofrece la coalición abertzale para decidir si respaldan su candidatura en el pleno del día 17.
Iñaki Oyarzabal lo dejó claro desde el primer momento. Si el PSE y el PNV quieren repetir gobierno en el Ayuntamiento de Vitoria deberán respetar el triunfo del PP en Laguardia y Labastida, es decir, que los jeltzales no pacten con EH Bildu como hace cuatro años para impedir que los conservadores se hagan con la Alcaldía de ambos sitios. La solución definitiva no llegará hasta la víspera de la jornada de elección de alcaldes, aunque algunos ya amaguen con presentarse. El PNV de Oion no va a esperar y ya tiene decidido que se presentará para retener la makila, a partir de ahí esperan que les apoyen el PSE y el PP para evitar que gobierne el ganador, EH Bildu.
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