Una larga lista de deseos

Como presidente de Gasteiz On, mis reflexiones para la nueva alcaldesa y las 26 concejalas y concejales que saldrán de las urnas este domingo empiezan por tener siempre presente que el comercio en el Ensanche y Casco Medieval es esencial, el mejor escaparate de nuestra ciudad. Pero no podemos obviar a los que se encuentran en los barrios periféricos, que deben atender y dar servicio a todas y todos las y los gasteiztarras. El próximo equipo municipal tendrá que poner el mismo mimo en unos y en otros, gobernar para todas y todos, obviando el número de votos obtenidos (o potenciales) en el centro o en cada barrio.

También me gustaría que se le dé la importancia que merece al área de promoción económica. Vitoria-Gasteiz tiene una industrialización excelente, con dos grandes tractores; sin embargo, es el comercio el que aporta dinamismo a nuestras calles, es la imagen que primero ven quienes nos visitan y aporta, además, empleo e impuestos. Por eso deseo que el comercio, los servicios y la hostelería sean importantes para el próximo gobierno municipal. Formamos parte del motor de esta ciudad, de su corazón, y esperamos que se nos trate como imprescindibles que somos, que se valore al sector en la misma medida que aporta economía, dinamismo y cohesión social.

Nosotros/as estamos dispuestos a seguir trabajando duro por nuestros negocios y por una ciudad a la que amamos. A cambio pedimos dejar atrás los complejos, que todas y todos nos creamos de verdad que tenemos una ciudad espectacular, con un potencial real. Debemos seguir atrayendo (dentro de nuestra capacidad y sin sobredimensionar) congresos, conciertos, encuentros, festivales… Iniciativas que no solo dan vida, orgullo y esa alegría tan necesaria sino que ocupan también a nuestra hostelería y dejan ingresos en las arcas municipales. Tenemos espacios para acogerlos; sigamos apostando por ellos y por otros nuevos. Sin miedo, con valentía.

Pero, además, nuestro sector tiene también necesidades más concretas. El diseño de ciudad y cómo hacemos que se mueva la ciudadanía nos afecta muchísimo. Estamos en camino de un nuevo PGOU y con un plan de movilidad sostenible que, junto al consumo de energía, serán claves para la ciudad de los próximos 20 años. Con estos instrumentos en la mano, necesitamos no solo ser escuchados/as y atendidos/as, necesitamos empatía: que se permitan nuevos usos en las lonjas para que puedan surgir sinergias que ayuden a alumbrar negocios innovadores y rentables (librerías-cafeterías, tienda de ropa y bar…); utilización de nuevos espacios (terrazas, áticos…); embellecer los espacios urbanos con reurbanizaciones, limpieza…; o facilitar la accesibilidad -que el consumidor no deje de ir a una tienda porque 'le cuesta llegar a ella'- con horas de parking, OTA gratis por compras, facilitar cargas y descargas, plazas de parking exprés bien señalizadas en los principales ejes comerciales, etc.

El Ayuntamiento tiene competencias exclusivas en el espacio público, sin embargo no puede evadir que cualquier cambio puede llevar a que los negocios ubicados en él queden tocados de muerte. Resulta imprescindible tenerlo en cuenta en la redacción de normativas, en el diseño de proyectos y en su ejecución. Hemos avanzado mucho en los últimos años, aunque no lo suficiente, y la experiencia nos dice que cuando hay cambio de responsables políticos y técnicos los avances a veces se convierten en retrocesos. Estaría bien, además de los estudios previos a cada actuación, hacer un análisis real posterior que nos permitiera aprender de los aciertos y también de los errores para no repetirlos.

Mi lista de deseos es larga y estaré encantado de compartirla con la alcaldesa que elijamos este domingo. Vaya por delante mi enhorabuena y mi deseo de una fructífera legislatura.