Diario de las elecciones europeas en euskadi

Unidos históricamente a través de Galeusca a la antigua Convergència de Jordi Pujol, los vericuetos del nacionalismo moderado, y sus sucesivas transformaciones al calor del hoy fracasado 'procés', rompieron la tradicional alianza con que jeltzales y convergentes concurrieron hasta 2014 a las elecciones europeas -que, al ser de circunscripción única, 'castigan' a los partidos periféricos y les obligan a aliarse con otras fuerzas minoritarias para obtener representación-.

Ya en los últimos comicios a la Eurocámara, los de 2019, el PNV y Junts, que ya había comenzado la deriva hacia el personalismo en la figura del huido expresident Carles Puigdemont, tomaron caminos separados y Sabin Etxea se alió con Coalición Canaria y pequeños partidos de Galicia y Baleares para rascar el mayor número posible de papeletas y asegurar el escaño. Lo obtuvo sin problemas porque la participación, habitualmente baja, se disparó por encima del 60% al coincidir las europeas con municipales y forales en Euskadi. Ahora, sin embargo, con el PNV en retroceso, las encuestas dejan en el aire, con una horquilla entre 0 y 1 representante, el futuro de CEUS, la coalición que encabeza la jeltzale Oihane Agirregoitia. Y ahí es donde cobra especial importancia el apoyo de Treballem, clave para que el PNV obtenga en Cataluña el empujón definitivo para apuntalar el escaño.

Pero, ¿quién está detrás de esta nueva plataforma «catalanista» que pide el voto para el PNV al no verse representada en los postulados de Junts ni en los de ERC y defiende luchar contra la «recentralización» desde un punto de vista «pragmático»? Respaldada expresamente por más de 300 personas procedentes del semillero de exalcaldes y concejales del PDeCAT, su rostro más conocido es el de David Bonvehí, el expresidente de ese partido, que se disolvió en octubre de 2023 tras quedarse sin representación en las generales del 23-J. La extinta formación, representante de un nacionalismo catalán moderado y de centroderecha, siempre ha permanecido cerca del PNV. De hecho, cuando en 2019 se rompió la alianza para las europeas -el PDeCAT permanecía aún en Junts- Bonvehí viajó a Bilbao para firmar un acuerdo de colaboración con Andoni Ortuzar, de gran carga simbólica. Otro de los rostros más reconocibles es el de Marta Pascal, excoordinadora general del PDeCAT y determinante, junto con Ortuzar, en la moción de censura que en 2018 llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa.

Ayer, en declaraciones a 'The Objective', Bonvehí, que ocupa de manera testimonial uno de los puestos de cola de la lista de CEUS, el 55, dejaba claro que no se sienten representados por la plancha de Junts, encabezada por un Toni Comín «que proviene de la izquierda», y pedía el voto para la jeltzale Agirregoitia, con la esperanza de multiplicar los 3.000 votos que el PNV obtuvo en 2019 en Cataluña, sin ningún aliado en esa comunidad. «Es una necesidad para mucha gente que en las últimas autonómicas ya no sabíamos a quién votar», apunta, y una «oportunidad» para regresar a la familia de los liberales europeos, de la que Junts fue expulsada en los tiempos duros del 'procés' por la presión de Cs. «El PNV no acaba de ver qué es Junts y mucha gente dentro de Junts todavía no contempla ir con el PNV», apunta Bonvehí.

Fuentes de Sabin Etxea inciden en todo caso en el carácter estrictamente «municipalista» de Treballem y subrayan que su adhesión al manifiesto de CEUS «no interfiere» en su recobrada colaboración con Junts, reactivada en el Congreso al resultar decisivos los siete diputados de Puigdemont para completar la mayoría que sostiene a Sánchez. Andoni Ortuzar, el próximo sábado 1 en un acto y posterior comida en Vic, y Aitor Esteban, el día 6, harán campaña europea en Cataluña de la mano de sus aliados de Treballem.

Arnaldo Otegi se mostró ayer convencido de que el próximo 9 de junio se vivirá otra «noche mágica» como la del 21 de abril, cuando EH Bildu empató a escaños por primera vez en la historia con el PNV en unas autonómicas. El objetivo de dar el 'sorpasso' en votos no se alcanzó, pero la coalición soberanista cree que ahora sí se puede conseguir en una campaña en la que quiere lanzar un mensaje basado en tres pilares: la lucha contra el «fascismo», su perfil abertzale y la defensa de las políticas progresistas. «La izquierda de kilómetro cero ya tiene alternativa para una Europa distinta», afirmó Otegi.

El líder de EH Bildu participó en un acto en Bermeo, en el que también tomó parte Idurre Bideguren, actual senadora de la formación y exalcaldesa de la localidad. Durante su intervención, Otegi se mostró seguro de que desde la izquierda soberanista se puede construir «una Europa distinta, la Europa de los pueblos y de los trabajadores». «Frente a aventuras militaristas, somos quienes reivindicamos la paz. Frente al imperialismo, quienes reivindicamos la soberanía de los pueblos. Frente al autoritarismo, quienes reivindicamos el antifascismo», subrayó el dirigente independentista.

Otegi también quiso enfatizar el papel de su grupo como voz de todos los vascos dentro de una pelea simbólica con el PNV. La formación jeltzale recalca que es la única que se presenta en el conjunto «de Euskal Herria», ya que en Navarra va bajo la marca Geroa Bai y en Francia también concurre. El partido hermano de Bildu en territorio galo, EH Bai, no se presenta el 9-J. Otegi destacó ayer que «de la mano de un navarro» -en alusión a Pernando Barrena, 'número dos' de la lista de Ahora Repúblicas que EH Bildu comparte con ERC y BNG- la coalición soberanista «representa a todo Euskal Herria». Un mensaje que también destacó el domingo Arkaitz Rodríguez, líder de Sortu, al afirmar que la de Bildu «es una papeleta nacional, de los siete territorios del país».

«La vieja nación vasca volverá a votar y a derrotar a las extremas derechas este próximo 9 de junio. Vamos a construir otra noche mágica. Una noche abertzale, independentista y antifascista», recalcó.

Unos comicios que están condicionando el inicio de la legislatura vasca. A la espera de cómo se cierre el acuerdo de Gobierno entre el PNV y el PSE-EE, EH Bildu quiere jugar sus bazas. Quien fuera su candidato a lehendakari, Pello Otxandiano, cargó ayer contra jeltzales y socialistas. Y, en una entrevista en Radio Popular, señaló que la coalición soberanista esperará a «conocer cuál es el programa de gobierno» que hagan público PNV y PSE antes de decidir si presenta su candidatura en la sesión de investidura.

El dirigente abertzale consideró, eso sí, que el pleno que se celebrará el próximo 20 de junio es «un debate parlamentario muy importante, si no el más importante de toda la legislatura».

«Si lo hicimos el 23 de julio, lo haremos el 9 de junio». El PSOE se encomienda a la movilización de las pasadas elecciones generales para tratar de conseguir, esta vez en las europeas, un resultado que corte el paso al auge de la extrema derecha. La candidata vasca a eurodiputada, Idoia Mendia, apeló a los votantes que en aquella convocatoria se decantaron por los socialistas para que vuelvan a coger la misma papeleta y así «seguir avanzando en más Europa y parar a la coalición de la motosierra de la derecha y la ultraderecha».

Frenar el ascenso de Vox y del resto de fuerzas ultraconservadoras en Europa está siendo, sin duda alguna, el principal mensaje que Ferraz quiere transmitir de cara a los comicios comunitarios. Una estrategia que Pedro Sánchez ya utilizó en las generales del año pasado, cuando basó su campaña en el miedo a una coalición entre el PP y el partido de Alberto Núñez Feijóo, que finalmente se quedaron sin mayoría en el Congreso. Ahora, la maquinaria socialista vuelve a funcionar en ese mismo sentido para evitar que estos partidos condicionen la política europea durante los próximos cinco años.

El peligro, según explicó Mendia en una visita al mercado de Rentería, es que el proyecto de la UE «implosione desde dentro, fruto de la coalición que ya nos han dicho el PP y la ultraderecha que van a hacer». La candidata a la reelección por los populares, Ursula von der Leyen, es proclive a llegar acuerdos con ECR, una de las dos familias de la extrema derecha en la que se integran, entre otros, Vox y la italiana Giorgia Meloni. La cabeza de lista del PSOE, Teresa Ribera, tampoco ha cerrado la puerta a ello, siempre que haga «propuestas con arreglo a los valores de Europa».

Pese a todo, los socialistas continúan situando a todas esas fuerzas muy lejos de sus coordenadas ideológicas y se reivindican como «la única formación que tiene la capacidad de frenar a la derecha y la ultraderecha». La exvicelehendakari destacó, asimismo, que el proyecto de su partido defiende al sector primario, «con más y mejores empleos, más cohesión, justicia social, igualdad y convivencia, y menos austeridad, machismo y odio».

En este ámbito, los socialistas se comprometen a defender una Política Agraria Común (PAC) «fuerte y que se adapte a las diversas realidades climáticas» del continente. «Los agricultores y pescadores son los que más sufren las consecuencias del cambio climático», señaló Mendia, quien recordó que durante la última legislatura «han llegado a España más fondos de la PAC que nunca», un logro que atribuyó a los socialistas y su labor en las instituciones comunitarias.

El PP llevó ayer su acto de campaña a una cooperativa agrícola de Kuartango en la que desplegó su intento por atraer el voto rural. Javier de Andrés apeló directamente a las personas que trabajan en el sector primario de Euskadi para que «dejen a un lado los prejuicios que puedan tener y que piensen en sí mismos y en cuál es el partido que les va a respaldar». El presidente de los populares vascos reivindicó así a su formación como la más cercana a los intereses de los productores porque es «la que más conecta con quienes arriesgan su tiempo, su trabajo y su dinero» y la que «respalda la actividad económica empresarial de la agricultura y la ganadería».

De Andrés destacó que el PP apoya las reivindicaciones de los integrantes del sector primario en materias como la Política Agraria Común (PAC) y en la defensa del producto local frente al extranjero. En este punto, subrayó la necesidad de que los procedentes de fuera de la UE tengan «el mismo nivel de exigencia» que los comunitarios con el fin de que no haya una «competencia desleal de terceros países». Junto a él, la candidata a eurodiputada Esther Herranz reprochó a partidos de izquierdas y ecologistas que pretendan «acabar con las ayudas de la PAC» y abordar el reto climático «a costa del sector primario».

Sumar considera que es la única formación que puede garantizar la defensa de las políticas progresistas. Y no solo en la UE, sino también en España porque en los comicios del 9 de junio no solo está en juego «el futuro de Europa, sino «también el presente del Gobierno progresista». La formación liderada por Yolanda Díaz también alertó sobre la «gran coalición» del PP y el PSOE en la UE.

Las declaraciones las realizó el portavoz de Sumar Mugimendua, Andeka Larrea, que también va como candidato en la lista del 9-J, en un acto celebrado en Bilbao en el que tomó parte la que fuera candidata a lehendakari en los comicios del pasado 21 de abril, Alba García.

Durante su intervención, Larrea consideró que «es imprescindible llamar a la ciudadanía a movilizarse porque no podemos permitir que avance el odio; un odio en el que solo cabe la desigualdad, las élites y la posibilidad de retroceder 40 años».

En su opinión, es «más necesario que nunca que esos votos sean para Sumar para dejarle claro a la derecha y a la extrema derecha que no van a conseguir tumbar al gobierno progresista, pero también para que el PSOE entienda que no avanzar es retroceder».

«Somos quienes hemos parado una ley del suelo al servicio de la especulación presentada por el PSOE, y quienes hemos logrado el reconocimiento del Estado palestino. Es por esto que, cuanta más fuerza tengamos, más fácil nos será marcar el rumbo», afirmó.