Zedarriak, la plataforma fundada en 2022 por varios empresarios vascos líderes en su sector, ha presentado este martes su cuarto informe sobre la economía vasca. Un estudio centrado en el impacto de las nuevas tecnologías en la estructura empresarial y social y las oportunidades que generan. El foro, dirigido por profesor de la Deusto Business School Guillermo Dorronsoro, defiende siete retos que pasan por la transformación de la educación, la empresa y el sistema de formación como vía para no perder el tren de una transformación que, según un estudio de World Economic Forum, puede generar un incremento medio del 28% en el número de puestos de trabajo.
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La presentación ha contado este martes en el palacio Euskalduna con la presencia del presidente del Consejo Económico y Social de España, Antón Costas, que en una ponencia ha defendido el desarrollo de un nuevo contrato social en el que «las nuevas tecnologías sirvan para mejorar las condiciones de trabajo de las personas y no para sustituirlas en su empleo».
En cuanto al diagnóstico sobre la situación de Euskadi, el informe plantea una punto de salida que se encuentra en posiciones de liderazgo en el conjunto de España. Y es que, según analiza Zedarriak, el 29,8% de las empresas vascas son innovadoras, el 53,% emplean las redes sociales, el 31% servicios en la nube y el 22,7% aplican criterios de ciberseguridad.
En cambio, la situación respecto a los líderes europeos sigue siendo alejada. Así, solo entre un 10% y un 20% emplean aplicaciones para su trato con los clientes y menos del 6% emplean herramientas como la Inteligencia Artificial o el análisis de los datos.
De ahí que, en las conclusiones, Zedarriak reclame la importancia de afrontar siete retos que se reparten en tres frentes. El primero es la educación desde edades bien tempranas. Un campo en el que el foro empresarial reclama, en pleno debate sobre el uso de los dispositivos digitales por menores, por su uso complementario. Es decir, «no reemplazar, sino complementar».
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Además, se insiste en la necesidad de personalizar el aprendizaje, enfocarlo hacia el desarrollo de habilidades digitales, la inclusión y el desarrollo de la formación de los docentes. En este aspecto ha insistido también en su ponencia Antón Costas, que ha reinvidicado la importancia de avanzar hacia la educación obligatoria y gratuita en el ciclo 0-3 años. Según Costas, «además de la liberalización que eso supone de gente para trabajar y aumentar la productividad, supone ahondar y mejorar en la formación de unos años en los que asientan criterios como la creatividad y la adaptación, claves para formar a personas en el nuevo escenario digital».
El estudio insiste también en llevar ese proceso de formación y adaptación a los profesionales para que puedan responder a las necesidades de las empresas y del contexto económico. Del mismo modo, Zedarriak recuerda la necesidad de transformación de las empresas y la obligación de generar un «ecosistema» en el que puedan surgir nuevas compañías y profesionales capaces de dar respuestas al reto. La plataforma empresarial pide desarrollar estas acciones, además, desde una perspectiva que no deje a nadie descolgado y con una regulación que dé respuesta a las exigencias éticas.
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Zedarriak fue fundada por, entre otros, el que fuera consejero delegado del BBV, Pedro Luis Uriarte, el presidente de Aernnova, Iñaki López Gandásegui, la exministra de Innovación, Cristina Garmendia, el presidente del Grupo Velatia, Javier Ormazabal, la presidenta del grupo Algeposa, María Luisa Guibert o el empresario José Galíndez.
La plataforma lanzó su primer informe en abril de 2022 alertando del riesgo de la pérdida de competitividad del País Vasco. Un mensaje que generó mucha incomodidad en el Gobierno vasco y las instituciones provocando una dura respuesta desde los departamentos de Economía y Desarrollo Económico del Ejecutivo.
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En septiembre de ese mismo año presentó su segundo estudio, centrado en la juventud de Euskadi y, en marzo de 2023, un tercer análisis sobre la colaboración entre empresa y sistema educativo. Su papel, como ha explicado su director, Guillermo Dorronsoro, es «construir un relato que ayude a diagnosticar la situación y crear esperanza» para concretar «iniciativas que llevar a la acción en la mejora de la economía de la mano de todos los agentes».
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