Casi 100.000 vascos notan desde enero el primer alivio en la hipoteca tras dos años

El efecto se ha notado ya en hipotecas vascas a tipo variable que tienen revisión semestral. Un alivio medio de 27 euros que han notado los bolsillos de cerca de 100.000 vascos. Son titulares de un préstamos a tipo variable, sí, pero con la revisión alineada al índice de referencia hipotecario cada seis meses. Lo habitual es la revisión anual, pero todavía esta fórmula tiene un peso muy importante en las carteras de los bancos con mayor cuota de mercado en Euskadi. Así, casi el 50% de las hipotecas referidas al euríbor que tienen con clientes vascos Kutxabank, Laboral Kutxa y Caixabank se revisan cada seis meses.

«No es que estas hipotecas sean mejores, sino que adelantan los efectos del euríbor. También fueron las primeras en subir», señalan desde Kutxabank. Así, este alivio registrado en enero se convierte en antesala de lo que, según explican los analistas, será un año de rebaja en el coste de los préstamos que «se notará con especial incidencia a partir de mayo y en otoño para el resto de créditos», explican fuentes de Laboral Kutxa. Eso sí, siempre y cuando no haya imprevistos.

En Euskadi, la mayoría de las hipotecas vivas, un 77%, son a tipo variable si incluimos en ellas las catalogadas como mixtas. Hacen un total de más de 250.000 créditos que de manera más o menos directa irán beneficiándose de esta situación. La cultura financiera en el País Vasco ha hecho que esta modalidad haya sido la apuesta mayoritaria de los clientes que entienden que, a largo plazo, será siempre la opción más barata porque el banco no se ve obligado a proteger sus ganancias.

En marzo de 2022, el euríbor salió por primera vez en seis años de los valores negativos y comenzó una escalada que le llevó a alcanzar un techo del 4,16% el pasado octubre. El salto supuso multiplicar por 19 el índice de referencia en solo año y medio. El movimiento llegó a encarecer para las familias el pago del crédito hasta en 400 euros para un préstamo medio de 150.000.

Fue la consecuencia de una política de subida de tipos de interés que el Banco Central Europeo (BCE) acometió para tratar de poner freno a unos precios desbocados por la crisis energética. El caso es que, con la inflación al 3,4% el pasado enero, el BCE está dejando entrever una bajada de tipos para mediados de año que el euríbor ya está adelantando. Reducir este capítulo no es cuestión menor, ya que los gastos del hogar en Euskadi absorben más del 35% de los ingresos, tal y como recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El encarecimiento de los créditos, junto a la incertidumbre económica a raíz de la guerra de Ucrania, desató un cambio de escenario en el sector inmobiliario. Las ventas, tras un 2022 histórico, se hundieron un 17% el pasado ejercicio, según el INE. Así las cosas, y sin que los bancos remuneraran los depósitos, el ahorro de las familias embolsado durante la pandemia eligió como mejor inversión la amortización acelerada de unos créditos que rompían los cálculos domésticos. Esta práctica se duplicó en Euskadi durante 2023.

Sólo Laboral Kutxa y Kutxabank han escapado a la bajada de compras de casa. En el caso de la cooperativa de crédito se ha convertido en la excepción. La entidad presidida por Adolfo Plaza lanzó un plan comercial que le ha llevado a elevar un 30% la firma de hipotecas en 2023, mientras que el banco surgido de las antiguas cajas lo hizo en un 2,5%.

El Gobierno central promovió unas medidas de ayuda a las familias de rentas más bajas para hacer frente al pago de la hipoteca. Se recogieron en un código de buenas prácticas, pero la acogida está siendo baja. Las solicitudes en Euskadi ascendieron a 1.121 personas en 2023, muy por debajo de las 33.000 previstas por el Ejecutivo. Y solamente unas 400 han sido aceptadas.

Y es que el ratio de mora, lejos de incrementarse se ha mantenido estable o incluso se ha reducido. Kutxabank con el 1,43% presenta el más bajo del sector, mientras que Laboral Kutxa lo mantiene en el 2,6% y Caixabank en un 2,7%, ambas muy por debajo de las medias de la banca. Sin duda, el récord de cotizantes a la Seguridad Social con más de un millón de afiliados es la mejor garantía para asegurar los pagos.