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El mercado del autómovil no levanta cabeza. En los últimos meses se ha sumado la falta de camiones para el transporte de vehículos a la larga lista de problemas que acumula el sector desde la pandemia: escasez de chips, subida de precios, alza de los ... combustibles, incertidumbre económica, aumento de los tipos de interés, dudas sobre la tecnología a adquirir... El resultado es que las ventas de coches en Euskadi encadenaron un nuevo mínimo histórico en 2022, con 21.948 unidades y una caída del 11% respecto al año anterior, según las patronales Anfac (fabricantes), Faconauto (concesionarios) y Ganvam (distribuidores). No hay un dato peor en las tres décadas de las que hay registro estadístico.
En el conjunto de España la caída fue menor, del 5,4%, hasta las 813.396 matriculaciones de turismos y todoterrenos. Con todo, se trata de la cifra más baja desde 2013, en plena crisis financiera. Desde que la irrupción del covid hundió las ventas, no solo no ha habido recuperación sino que la situación del mercado ha empeorado. Las ventas están un 35% por debajo de 2019 y en Euskadi la cosa es aún más desesperante: el desplome respecto al nivel prepandemia es del 45%.
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Además, en diciembre se truncó la recuperación de los meses anteriores. Este mal comportamiento en la recta final del ejercicio se debió, en parte, a las dificultades en el transporte de vehículos a los concesionarios, lo que ha provocado que miles de automóviles queden varados en los puertos y campas. «Faltan camiones para el transporte», explica Jon Lekue, presidente de la Asociación de Concesionarios de Bizkaia. En el País Vasco las ventas ese mes cayeron un 9%, por una vez menos que en el resto de España, donde el descenso llegó al 14%.
El mal dato de diciembre ha rematado así un ejercicio muy negativo, en el que no solo no ha habido recuperación, sino que se ha descendido otro escalón. «El mercado ha quedado por debajo incluso de las previsiones», señalan en Anfac, que aluden a la «tormenta perfecta» formada por la escasez de los semiconductores, la crisis económica por el alza de los precios energéticos, la inflación y la subida de los tipos de interés. En Faconauto apuntan, además, «los persistentes cuellos de botella en el aprovisionamiento de vehículos, lo que ha condicionado mucho la actividad de los concesionarios».
Las perspectivas para este año no son muy positivas. Las patronales dudan de si se va a poder superar la barrera de los 900.000 coches, que estaría todavía muy lejos de los niveles prepandemia. Piden medidas para acelerar la electrificación del mercado.
En este sentido, cabe destacar que las ventas de coches con motores alternativos estuvieron a punto de superar el año pasado a las de gasolina en Euskadi. Así, de los primeros se matricularon 9.177 y de los segundos, 9.662. El diésel ya tiene una cuota minoritaria, con 3.109 unidades.
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