En Euskadi se vendieron en el primer trimestre del año 6.781 coches de más de 15 años, una cifra que supera con creces los 4.819 vehículos nuevos. El dato expone de forma nítida la enorme contradicción que se está viviendo en las carreteras ... en plena pugna por avanzar hacia un mundo descarbonizado. Lo que está ocurriendo es exactamente lo contrario. Vamos marcha atrás. La causa está en que las matriculaciones se han hundido como consecuencia de la tormenta perfecta: falta de oferta por la escasez de chips, crisis económica, subida de costes por la guerra, escalada de los carburantes, dudas sobre qué tecnología adquirir y precios prohibitivos para los modelos más limpios... En estas condiciones la demanda se concentra en los coches de segunda mano de mayor antigüedad; los más asequibles, pero también los más contaminantes.
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El fenómeno lleva tiempo sucediendo, aunque se ha acentuado en los últimos meses, al agravarse también el desplome del mercado de primera mano. Y es que a todos los problemas que ya sufría el sector, en marzo se sumaron la huelga en el transporte, con especial afectación en los portavehículos, y las consecuencias de la invasión de Ucrania, que disparó hasta los 2 euros por litro la gasolina y el gasóleo. Con todos estos factores en contra, las matriculaciones de coches nuevos en Euskadi se hundieron un 14% en el primer trimestre, hasta los citados 4.819 vehículos. Como es habitual, el mercado de segunda mano resistió mejor y cayó mucho menos, un 6%. Se vendieron 16.780 turismos usados, con lo que la proporción fue de 3,5.
La situación se desbordó en marzo, cuando la ratio llegó casi a cuatro: 1.571 nuevos frente a 6.111 usados. Hay que tener en cuenta que la relación normal suele ser de dos, o al menos esa era la proporción en la etapa prepandemia. Es otra evidencia de la anomalía que se ha instalado en el mercado del automóvil y que, además, tiene otro agravante. Dentro de los vehículos de segunda mano, las ventas de los de más de 10 años suponen un 65% del total. En el caso de Euskadi, en el primer trimestre representaron 10.900 sobre los 16.780 vendidos, según los datos de la Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos (Ancove). De esa cifra, casi 6.800 tenían más de 15 años, con lo que son máquinas muy contaminantes.
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«La desviación de la demanda hacia los coches más antiguos y baratos evidencia la dificultad de una mayoría de la población de acceder al mercado nuevo, donde la tendencia, además, es ir hacia los modelos híbridos y eléctricos, mucho más caros», explica Raúl Morales, director de Comunicación de la patronal de concesionarios Faconauto. Según sus datos, los precios medios rondan los 33.088 euros, tras haber subido un 6%. «Por eso nosotros insistimos en que es necesario un programa de ayudas para todas las tecnologías al margen del Moves, que solo subvenciona los eléctricos y enchufables», señala.
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Coincide plenamente el director general de Ancove, Eric Iglesias. «El Gobierno se ha empeñado en que solo se compren las tecnologías más caras cuando hay una enorme incertidumbre económica y trabajos precarios. Hay que incentivar la compra de los vehículos de menos de cinco años», dice. En los concesionarios vascos, que han sufrido mucho por los largos plazos de entrega ante la escasez de chips, detectan también ahora un claro retraimiento de la demanda. Ya no es solo un problema de oferta. «La gente aguanta con el coche que tiene todo lo que puede y lo estamos notando en la actividad de los talleres. En todo caso, el que necesita comprar, ante todas las dudas que hay, va hacia el mercado de ocasión», señala Jon Tolaretxipi, director gerente del Grupo Easo Motor.
Según explica, hay también una continua subida de precios. «Los fabricantes te aplican alzas casi cada mes, así que es mejor cerrar la operación cuanto antes, dada la dinámica», asegura. Recuerda que en el caso de los enchufables e híbridos, los únicos modelos que cuentan con ayudas en el plan Moves, los precios rondan los 40.000 euros. «La situación es tal que se empieza a ver gente que ya no quiere tener coche en propiedad y lo alquila cuando lo necesita», apunta.
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Aprovechando el tirón, los precios de los coches de segunda mano también se han disparado, con un crecimiento superior al 11%, hasta los 11.962 euros. El incremento ha sido incluso mayor en los vehículos de más de 8 años, que han llegado a los 9.385 euros, tras subir casi un 13%. «Pero en marzo se nota ya una moderación. El alza de los carburantes está frenando las ventas también en este segmento», dice Iglesias.
En el mercado de ocasión, es tradicional que los coches con más años tengan un mayor peso en las ventas. Pero esta tendencia se ha exacerbado en los últimos tiempos. Una de las razones es el precio, pero sobre todo se debe a problemas en la oferta. Y es que la escasez de chips también ha afectado al segmento de segunda mano. Ante la falta de coches nuevos, las compañías de 'renting' han prorrogado sus contratos, con lo que han llegado a los concesionarios menos vehículos de menos de cinco años y han subido los precios.
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«Con la crisis de los chips, la demanda se ha ido hacia el mercado de segunda mano. Ahora los plazos de entrega están mejorando en nuestra marca. Ya estamos en dos o tres meses. Pero se suman muchos problemas: el alza de los precios y la falta de ayudas para todo lo que no sean eléctricos y enchufables», apunta Francisco Javier Canibe, director comercial de Peugeot, que confía en que haya un punto de inflexión en los próximos meses.
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