«Valencia es el mejor sitio para la sede de CaixaBank; la decisión es inamovible»

El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, lo dejó ayer, una vez más, meridianamente claro: «Valencia es el mejor sitio para la sede social. Es una posición conocida e inamovible». Lo hizo durante la celebración del Foro Horizonte Económico organizado por EL CORREO.

CaixaBank, antes de fusionarse con Bankia y formar la actual entidad, sacó su sede social de Cataluña junto a otras muchas empresas en busca de seguridad jurídica en pleno 'procés'. Es una de las heridas que sigue sangrando para el independentismo y que, de hecho, llevó este año a Junts a pedir la aplicación de sanciones a las compañías que no regresaran. Reabrió el debate, pero sin cambios.

Goirigolzarri recordó que en el momento en que Bankia y CaixaBank acordaron su fusión en 2021 eran dos bancos que ya tenían la sede social en Valencia. Y en el primer consejo de administración se adoptó mantenerla en la ciudad del Turia. En más de una ocasión la entidad ha explicado que la fusión cambió la naturaleza el banco, creando una nueva organización.

La compañía cuenta con un buen número de clientes que aportó Bankia de diferentes procedencias geográficas. Una nueva realidad y un marco de situación que no varía las cosas. Así, el presidente de CaixaBank insistió ayer en que le decisión sigue siendo firme y que no ha habido cambios en el consejo de administración que contempla la situación como «inamovible».

Una de las peculiaridades de CaixaBank es que cuenta con el Estado como segundo accionista con un 17% de los títulos del banco. Es una situación que deriva de la crisis financiera y del rescate de Bankia. Goirigolzarri recordó ayer que, ni en su época en Bankia, ni en la actual «hemos tenido ninguna injerencia política». El Ejecutivo tiene un asiento en el consejo de administración que corresponde a Teresa Santero. El presidente del banco destacó su comportamiento «impecable» en la defensa de los intereses de los accionistas.

La participación del Estado en CaixaBank, eso sí, le da acceso al reparto de beneficios. Un capítulo por el que percibió a cargo de los resultados del pasado año algo más de 500 millones de euros a través del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria).

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