Iñigo Urkullu está convencido de que la polémica que revuelve estos días las aguas del grupo coooperativo Mondragón, por el anuncio de salida de dos de sus principales empresas, Ulma y Orona, no va a suponer una quiebra de sus cimientos. Sí ha mostrado ... su malestar por el hecho de que la discusión pública haya alcanzado tales dimensiones, para reconocer que «es lamentable lo que dura la polémica en torno a Mondragon», ha señalado el lehendakari durante su intervención en el Foro Expectativas Económicas que se ha celebrado este lunes en el Palacio Euskalduna de Bilbao.
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«La salida de Ulma y Orona, en su caso -ha dicho- no va a afectar en nada a la coroporación Mondragon y el modelo cooperativo no se va a resentir». El lehendakari ha recordado que las empresas de economía social, aquellas en las que los trabajadores son al mismo tiempo propietarios, tienen «una amplia presencia en Euskadi» y ha defendido su validez y también la capacidad para mantenerse fuertes en el futuro.
Entrando de lleno en el corazón de las diferencias que han separado a Ulma y a Orona de la estrategia central del grupo -la aportación de fondos para proyectos independientes de cada cooperativa y también la absorción del impacto de las crisis en otras sociedades de la corporación-, el lehendakari ha defendido «el valor que tiene la intercooperación». «No estoy en absoluto preocupado por el futuro de Mondragón», ha concluido.
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